Una película se aproxima a los cines peruanos, esta vez inspirada en la tragedia que enlutó al Perú en 1970, cuando el pueblo de Yungay (Áncash) quedó sepultado por un alud proveniente del nevado Huascarán, posterior a un terremoto de 7.9 grados originado en el mar de Chimbote. Se trata de “Yungay: el terremoto del 70″, del cineasta peruano Max Castillo con la productora Cordillera Pictures. Aún no tiene fecha de estreno.
Guiado por el relato de quienes sobrevivieron a la tragedia, el director asegura que presentará una ficción que honrará el espíritu y voluntad del hombre andino para superar las adversidades.
Aunque el proyecto cinematográfico se encuentra en etapa de preproducción, el director brindó una entrevista exclusiva a El Comercio, donde adelantó algunos detalles de este largometraje.
¿Qué impulsó el desarrollo de la película?
— ¿Consideras que actualmente en el Perú se desconoce o ignora lo grave que fue la tragedia ocurrida en Yungay?
No todas las personas tienen el conocimiento de lo que sucedió realmente. Solo se habla del terremoto, pero no del alud y sus consecuencias. Hay muchas historias, puedes ver los comentarios de personas que han visto el teaser. La tragedia ha sido terrible y es muy posible que suceda algo parecido. No sabemos cuándo, pero el tema es qué podemos hacer para que no se repita lo mismo: de ahí también parte la premisa.
— ¿Qué te motivó a llevar al cine la historia del terremoto de Yungay de 1970?
Todas las cabezas de equipo, Alfredo [Bazán] como productor general y yo coincidimos en algo con respecto al proyecto: las historias que nos contaban o escuchamos al visitar Yungay. “[Decíamos] qué bonito sería este hacer una película”, y quedó ahí. Luego salió la pregunta: ¿Por qué no hacerla? Nadie lo ha hecho. Sabemos que hay muchas historias que contar con respecto a ello.
Responde a las críticas
— Estuve leyendo los comentarios negativos sobre el teaser de la película en redes sociales, donde actúa Flor Castillo y hay dos críticas frecuentes: la primera advierte de una supuesta sobreactuación de la actriz; mientras que la segunda cuestiona los fines del proyecto, sugiriendo la idea de que “facturarán” con la tragedia… ¿Qué opinión te merece aquello?
En cuanto a la primera, al contrario; la actuación de Flor Castillo al momento de grabar el teaser la bajamos [de intensidad], porque era mucho más alto. No es un tema de sobreactuación, sino de cómo se ha sentido o se siente el sobreviviente [de la catástrofe]. Lo que se ha visto ha sido lo más cercano a una conversación que tuvimos con una de las que sobrevivieron. Que iremos subiendo más información en nuestras redes sociales […]. No creo que haya sido exagerado. [...] Creo que después de ver la película o tener más información, van a poder entender un poco más.
Y lo otro… ¡No, para nada! No estamos lucrando con una desgracia, al contrario, la pegunta sería: ¿por qué se demoraron tanto en difundir algo así? Yo creo que es al revés. No se hizo hasta ahora algo como lo que se planea hacer y es súper positivo. De esa forma, las nuevas generaciones, los nuevos chicos van a poder conocer un poco más de lo sucedido. Más que lucrar, esto es algo bien positivo porque la ciudad o el Callejón de Huaylas nuevamente se pondrá en el ojo de toda la gente, eso traerá más conocimiento, quizás más turismo, es muy positivo esto.
El desafío
— ¿Cuál crees que ha sido el principal desafío para abordar este tema tan sensible y llevarlo al cine?
Es una ficción, debemos tenerlo muy claro. A veces las personas piensan que la película retrata la realidad, pero no lo hace. Un documental sí, porque se acerca a datos verificados. Al tener como base que es una ficción, nosotros buscamos acercarnos a las historias que se han contado, las cuales escuchamos en este proceso de investigación. El desafío es tratar de recrear ese momento, obviamente, muy complicado. Pero de que llegamos a recrear y acercarnos un poquito a ello, yo creo que es un objetivo cumplido, y que eso el espectador pueda entenderlo. Porque como repito: esto es ficción, no es un documental. El desafío es poder acercarnos lo más [que se pueda] a las historias.
— Y seguramente retratar ese sentimiento desgarrador que las historias tienen…
Todos [los sobrevivientes] tienen una historia totalmente distinta desde días previos [al desastre]. Es muy difícil escuchar y no tener un nudo en la garganta. La película no solamente pasa por momentos desgarradores, hay momentos alegres de personajes graciosos. Todo no ha sido tristeza y eso también vamos a recrearlo.
Un homenaje al espíritu humano
— Dices que planeas “homenajear la fuerza del espíritu humano” con esta película. ¿Cómo pretendes mostrar esa fortaleza?
El hombre de sierra, el hombre de ande tiene una personalidad trabajadora, luchadora que, lastimosamente por diferentes circunstancias, ha pasado por adversidades. Y eso no es ajeno al ciudadano de Yungay de esa época. Vamos a mostrarlo a través de personajes que van a ser memorables dentro del universo de la película. Mostraremos parte del proceso del alud hasta cierto grado que nos demuestren esa valentía de la gente que sobrevivió y el estado en que sobrevivieron. Porque lo que sucedió, una cosa es leerlo y otra cosa es que un sobreviviente te cuente la tragedia como tal. Hablando a modo personal, ver sobrevivientes que salieron del lodo, eso fue bastante fuerte. Personas heridas, en diferentes niveles: no solamente raspones, sino partes de su cuerpo fracturadas o mutiladas. Son cosas muy fuertes que nosotros no necesariamente lo vamos a mostrar, pero que parten de una realidad y combinan con la ficción.
— ¿Usarán efectos especiales para recrear el alud?
Sí. Vamos a combinar varias técnicas, como la reconstrucción en 3D. La parte técnica que es fundamental casi al 50 %. Al manejar un proceso de una película como esta, también se está trabajando en paralelo porque toda la ciudad fue sepultada, no existen planos o una arquitectura que quede como evidencia. Es más, muy pocas personas recuerdan casa por casa de lo que fue sepultado. Entonces nuestra chamba, y para la gente de efectos especiales, es reconstruir digitalmente parte de la ciudad con algunos escenarios. Vamos a combinar técnicas entre reales y 3D.
Max Castillo es un realizador audiovisual y cineasta peruano de 37 años. Estudió Dirección de Cine en Buenos Aires, Argentina.
Se desempeñó además en la industria publicitaria y televisiva, esta última como parte del equipo de producción de “La gran sangre 4”.
Es una película producida por Alfredo Bazán, de Cordillera Pictures. El largometraje está en etapa de preproducción. Todavía no se conoce la fecha de estreno, pero se prevé que las grabaciones acaben a fines de 2024.
Hasta donde se sabe, una de las actrices que participarán en el proyecto es Flor Castillo, recordada por haber participado en producciones nacionales como “El último bastión”, “Qué buena raza”, “Graffiti”, “De vuelta al barrio” y muchas más. Así como una amplia trayectoria en el teatro.