Según una encuesta que realizó el Ministerio de Cultura (MINCUL), a través del INEI, solo el 47,3 % de peruanos lee libros. Un resultado que deja en claro que estamos rezagados en términos de lectoría. Con el objetivo de fomentar el hábito de la lectura en niños, jóvenes y adultos menos privilegiados del país, Librerías Crisol con el respaldo de Derrama Magisterial creó Leo a Bordo, biblioteca móvil que esta semana llegó al I.E.P.D. “Santo Tomás de Valencia”, ubicado en el distrito de Santa Rosa.
“Uno de los principales factores por los cuales se da esta realidad en el país es porque no hay la suficiente cobertura de cara a hacer llegar los libros a aquellas zonas en las cuales no hay lectura. También está el tema del acceso a poder comprar un libro porque muchas veces se percibe como un bien suntuario, costoso”, refiere Sergio Galarza, gerente general de Librerías Crisol. Reconoce, además que el libro debe ser un derecho universal y de acceso rápido.
“Nosotros como librería, de alguna manera tenemos esa responsabilidad con la sociedad. Es así que nace este proyecto. Lo llamamos Leo a bordo, porque la idea es que de manera frecuente podamos llegar a las personas de todas las edades, como una especie de biblioteca itinerante. El objetivo principal es que todos tengan acceso a la lectura”, explica.
Los días 9 y 10 de marzo, los lectores de la referida zona de Santa Rosa disfrutaron de forma libre y gratuita- junto a Leo, el león, de esta valiosa iniciativa, que llegó con diversas actividades gratuitas relacionadas a la promoción de la lectura y la cultura.
“Para poder empezar a trabajar, entender y aterrizar el proyecto hicimos pilotos. Hemos trabajado en parques zonales, también en la Feria Internacional del Libro. Lo que buscábamos era ver el grado de aceptación que tenía la biblioteca”, refiere Galarza.
Durante el año se proyectan a realizar más de 15 actividades en diversos puntos del país en donde se congregue la mayor cantidad del público lector.
“Nosotros lo que hacemos es acercarnos a las personas y prestarles el libro para que puedan leerlo y que de esta manera generemos como consecuencia de ello, un hábito. El objetivo en esta primera etapa es sembrar lectores”, subraya.