“Palomillas de ventana”, llama Hevia a los jóvenes nomofóbicos. Guido Lombardi presentará la obra el 30 de julio a las 6 p.m. en la Feria del Libro, en la sala Clorinda Matto de Turner. (Foto: Richard Hirano)
“Palomillas de ventana”, llama Hevia a los jóvenes nomofóbicos. Guido Lombardi presentará la obra el 30 de julio a las 6 p.m. en la Feria del Libro, en la sala Clorinda Matto de Turner. (Foto: Richard Hirano)

Wong de la Aurora, el chiquito, el caleta. Pasillo de cereales y leches al final de un da de entre semana. Una voz juvenil resalta sobre el Para Elisa de fondo interpretado en elegante anonimato desde el piano del segundo piso, donde est Teleticket, el bao y las pelotas sobrantes de la Copa Amrica y la polilla en el ojo de Cristiano: Los celulares se estn apoderando del mundo!, una adolescente le advierte a la otra.

Ambas llevan sus dispositivos mviles en la mano. Parecen estar cazando pokemones. Ven al adulto cuya atencin han convocado y gesticulan la delimitacin de su territorio cronolgico: esto no es para ti. S que lo es. Es lo que he estado conversando con el profesor Julio Hevia toda la maana.

Cuando conoc a Hevia, este pareca un miembro de la banda de Carlos Santana. Los mostachos, el afro, los jeans an semiacampanados. Tena el swing del rock y el habla de la calle, pero apuntalados en un saber acadmico slido y afrancesado, a la vez abierto a toda disrupcin: Augusto Ferrando, el doctor Smith de Perdidos en el espacio y la inacabable grupa de Amparo Brambilla, por esos tiempos. Hevia, psiclogo, haba publicado un libro llamado El limeo como estereotipo (1986). En su departamento atenda a pacientes. En una de sus paredes haba dibujado un rbol cuyas ramas apuntaban hacia la ventana, oportuna metfora teraputica.

Hevia en el 2016 est ms cerca de Johnny Pacheco, por lo de El Zorro Plateado, o a Tom Waits, por aquello de ir de regreso antes que de ida, que a Santana. Al cabo de treinta aos dictando clases en la Universidad de Lima publica su quinto libro, Del dicho al hecho (Aguilar /Penguin Random House). Un libro que adems de ver el vaso medio vaco da la impresin de ver el vaso medio roto. Y sucio.

En todo caso el acto de escribirlo, y previamente rumiarlo tres dcadas, ha sido un conjuro donde ha sido convocada su pasin por el lenguaje, el cine, la msica y todo aquello que construye una estructura, una manera de ser libre y memorable. El combustible principal de este fuego han sido estas unidades mnimas de sabidura y retrucano popular: los dichos, cuya presencia cotidiana en el lenguaje ha empezado a menguar inversamente proporcional al imperio del analfabetismo funcional de inclinada cerviz sobre la pantalla.

Demiurgo de esta piromana ilustrada ha sido antes el espritu e impronta de Guillermo Hevia Bringas, su padre. Un hombre acostumbrado a trabajar y a resolver los dilemas cotidianos con un buen dicho. Y a ser discreto. Como se era antes.

CUCHILLA SUIZA VERBAL Lo que descubri Julio, ya basta de decirle Hevia, fue que muchos de estos dichos paternos y populares eran contradictorios entre s, lo que lejos de un defecto vena a ser una virtud. Misma cuchilla suiza verbal, cada expresin poda acomodarse en la dinmica y posicin que ocupaba el que la profera. As a quien madrugaba Dios le ayudaba, aunque no por ello se estaba levantado ms temprano. Lo mismo pero diferente.

El libro redefine algunos dichos en una acepcin insospechada a la original. Y en otros casos el autor les ha aplicado ingeniosa torsin para adecuarlos a la realidad contempornea. As ha llegado, entre otros, a una curiosa relacin:

Todo es segn el color de la piel con que se mire (parafraseando a un antroplogo jamaiquino, los limeos son racistas no porque detesten a los cholos, sino porque no saben quines son sin ellos).

Al que la consigue, lo persiguen (hay que emular al que la hizo linda, al que encontr la frmula y la puso en prctica).

El que ultima riendo, ultima mejor (el humor agudo y raudo como arma de destruccin masiva, dignamente representado en el siguiente dilogo: tu hermana es dos veces animal, se jura una gata y adems araa. Y qu me dices de la tuya? Todos saben que es una perra y encima cobra). Despus no se diga que la academia peruana no goza de bro, tono y esplendor.

DE ESTUDIANTES A CLIENTES Un rosario de diagnsticos queda iluminados a la luz del fuego donde el dicho arde. Algunos son ms preocupantes que otros. Sucedi que cuando el profesor citaba en clase un dicho popular, sus alumnos le pedan que lo explicara (sic).

Este es un libro pesimista? En treinta aos de trabajo en la universidad he visto de todo. Tomando una expresin de un colega, he visto la conversin del estudiante en cliente. Entretenme, es lo que te dice el alumno.

O sea, gnale a mi pantalla del celular Y ah ests en la situacin de Brasil frente a Alemania: no le vas a ganar de ningn modo. Por eso menciono el sndrome de dficit de atencin. La actitud de los jvenes, ms que problemtica clnica, es ahorro energtico. De qu me sirve prestarle atencin a este tipo?, se preguntan. A m nunca me haban preguntado: Profe, para qu leemos? Hasta que me sucedi. Ah me di cuenta de que la gente no tena capacidad, ni inters, ni claridad para encontrarle algn valor a este asunto.

Esa pregunta es otra versin de el pedo pesa? Qu respondiste? Nada. Esa pregunta para m era una respuesta.

PRESENTISMO Y DISTANCIA CORTA La realidad le ha replanteado las expectativas al autor, en tanto catedrtico, respecto al auditorio al que se dirige. La valla es cruel pero realista y habr de ser til parael gremio docente:

a)Si no razona, que al menos entienda. b)Si no entiende, que al menos memorice. c)Si no memoriza, que al menos atienda. d)Si no atiende, que al menos asista. e)Si no va a asistir, que no simule que lo est haciendo o que lo quiso hacer.

Este reajuste se da en un contexto que este libro califica de culto al presentismo, entendindose por esto una glorificacin del xito inmediato que relativiza el valor de la perseverancia, del saber ganarse algo. Cortados los vnculos de relevancia con respecto al pasado y los referentes histricos, la experiencia ajena de los mayores deviene en intil y la propia sufre una mutacin permanente, sujeta al requerimiento de ganancias visibles y rpidas. En ese mundo estudiar, leer o dudar se tornan un ejercicio poco operativo, cansino e inclusive sospechoso.

Esta inmediatez, sostiene Hevia, circula fluidamente en lo que Zygmunt Bauman llama sociedad lquida: en ella se desarrolla una dinmica parecida a la de la Bolsa de Valores, donde lo importante sube y baja segn la especulacin y la moda en uso. Nada es valioso para siempre.

La brecha entre medios y fines se ha reducido? Preguntas a alguien de la generacin actual qu msica est escuchando y te responde: Actualmente escucho a equis. Antes escuchabas Led Zeppelin desde que nacas hasta que te casabas. Aplquese esto a todo orden de cosas: ahora nada es suficientemente contundente como para sobrevivir a la mutacin continua. Acadmicamente calificamos esa figura como un alcance de caa corta.

De ah el xito del meme? Acaso el meme transmite ideas de peso? El meme opera en la superficie. Y la superficie por necesidad es rpida. Lo profundo es lento. Este libro es consecuencia de la lentitud. Ahora se piensa que lo que demora no vale. Implica una inversin cuyo objetivo no est a la vista.

Esto se conecta con el cambio de jerarquas entre la apariencia y la esencia. La esencia es una de esas tantas especies en extincin. Un propsito de este texto es salvar un saber que se hunde por la propia inutilidad en la que cae, o por la poca sintona que tiene en audiencias jvenes. Antes la marca de la ropa estaba dentro. Ahora la marca se usa por fuera. Se aplica la clebre frase de Lacan que aprovechaba la homonimia francesa de paratre pour tre: parecer para ser.

El simulacro permanente En un pas como el nuestro todo es csting. Cuando pases ese examen. Que no solo es racial.

Esto sucede en medio del ejercicio de distancia corta y la defuncin del pudor. Si no ests permanentemente diplomndote, capacitndote, no eres competitivo. Por eso es que ahora cualquier parntesis, como la procrastinacin, es considerado un pecado capital. Es un juego clsico de la modernidad. Pasar de un extremo a otro. Pasa con lo que se comparte. Ya nadie sabe callar. Antes tus problemas los resolvas solo o apelando a un especialista. Hoy los ventilas en las redes. Y la depresin te dura media hora. Expresiones como ya fue te hablan del tiempo corto que hoy impera.

SATURNO DEVORADO POR SUS HIJOS, O LA VENGANZA DE LOS VIEJITOS DE LOS MUPPETS Mind the gap (1) dice en el umbral de los vagones del metro de Londres. Esa brechabrecha, pensando generacionalmente, es la que se ha hecho ancha y ajena bajo potente impulso tecnolgico. Desconectado de un mundo inmediato que el joven reconstruye sobre sus propias referencias, para este las generaciones mayores son un paisajismo arqueolgico. El drama es que en ese proceso se desechan tambin operaciones cognitivas clsicas, como el pensamiento abstracto y la memoria, arrastrando consigo sabidura tal como en el fallido truco de jalar el mantel sin botar el menaje.

El dicho, como penltimo puente colgante, est sobre ese mantel. Hevia, el profesor, alude a Erik Erikson cuando en el libro a propsito del dicho a la vejez, revs? se refi ere a la ltima gran crisis del ser humano. Es la que se da en a tercera edad entre dos polos: la integridad versus la desesperacin. En el primero se hace un repaso retrospectivo feliz de los logros de vida. En el segundo aparece el arrepentimiento de no haber aprovechado las oportunidades, el haber fallado.

El septuagenario que ser el prximo presidente del Per, alguien que podra estar tranquilamente en el polo de la integridad, le dio un giro crucial a la eleccin a siete das de la votacin. Lo hizo citando, intervenido, un dicho extrado de una dcima de 1959. Miles de jvenes marcharon llevando la frase t no has cambiado, pelona en Un dicho literario de casi 60 aos de antigedad decidi el futuro a favor de un viejo. Tal vez no todo est perdido. O no estamos perdidos del todo, parafraseando al profesor Hevia.

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