José Carlos Yrigoyen

Uno de los poetas más interesantes e inconformes de la camada surgida a inicios del presente siglo es Paul Guillén (Ica, 1976). “La transformación de los metales” (2005) o su desafiante “Historia secreta” (2008) mostraban a un autor con pretensiones de hollar los caminos ocultos de la tradición. Tan apartado de las transitadas autopistas del conversacionalismo como del infecundo pantano de la experimentación vacua, Guillén ha forjado una obra que se nutre del sustrato proveniente de los ricos márgenes de la poesía peruana, sin desdeñar los logros menos advertidos de nuestras voces canónicas; una obra que se resiste a solazarse en sus hallazgos, dispuesta siempre a desestabilizar y a quebrar sentidos y músicas establecidas desde su particular trastienda creativa.

Esta última incursión, “Sisma: poema documental”, radicaliza hasta límites no previstos el trabajo de Guillén: tomando como piedra basal de su proyecto el terremoto que semidestruyó las ciudades del sur de Lima en agosto del 2007, ha extrapolado aquel movimiento violento y desestabilizador a un amplio texto compuesto por parodias de noticias de periódico chicha, láminas escolares intervenidas por interrogantes de tristona irreverencia, billetes devaluados que son objeto de preguntas de opción múltiple, así como poemas propiamente dichos que evaden cualquier convencionalismo al aliarse, mediante correspondencias insólitas, con los excéntricos materiales descritos. El resultado es un laberíntico mosaico de citas literarias, referencias a la cultura popular y apuntes historiográficos que replantea la realidad nacional a través de los escombros expresivos de un metalenguaje en el que, inmanentes, habitan el dolor y el desgarramiento de una mirada que, al mismo tiempo, se posa en el prójimo sufriente y en la orfandad más íntima.

“Sisma” debe mucho a “La nueva novela” del chileno Juan Luis Martínez, empresa fundadora con la que comparte una fragmentariedad que irrealiza y a la vez hiperrealiza los hechos y situaciones presentadas, que juega por medio de la descontextualización para elaborar una perspectiva profundamente crítica de nuestra historia comunitaria, que siempre termina mal. Estamos ante una poesía del conocimiento y de la evidencia positivista, amparada en las ciencias sociales, filón que inauguraron entre nosotros Pablo Guevara y Antonio Cisneros, aludido en más de una oportunidad en este libro, aunque como el mismo Guillén advierte, a dicha posición suma la urgencia de “problematizar la identidad”. Igual de interesante es la propuesta de citas que se intercalan, mediante un depurado oficio, en los discursos trágicos de quienes sobrevivieron a la oscilación generadora de una pavorosa luz (esa triboluminiscencia a la que Guillén dedica el vigoroso poema inicial) que esclarece frente a los ojos del mundo “todo ese esfuerzo con los sueldos pobres del Perú / las familias abrasadas como rocas”.

Esas citas enhebran temas y tonos de poetas con los que Guillén tiene especial predicamento. Es el caso de Juan Ramírez Ruiz (otro edificador de vastos proyectos identitarios y transhistóricos) e incluso algunos menos conocidos como Fernando Castro García, autor del raro y experimental “Cinco rollos de plus X” (1978), que combina versos dislocados –inspirándose en Oquendo de Amat- con fotografías de un universo urbano convulsionado por el movimiento telúrico de la miseria y la injusticia. Cerramos “Sisma” con la convicción de que Paul Guillén ha dado un salto grande, arriesgado, sobre el vacío de una patria rota y gimiente.

La ficha
"Sisma. Poema documental"

Autor: Paul Guillén.

Editorial: Pesopluma

Año: 2022

Páginas: 91

Relación con el autor: cordial.

Valoración: 3.5 estrellas de 5 posibles.

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