Son pocos los eventos literarios que están a la altura de su leyenda. El Movimiento Hora Zero es uno de ellos. Aquí hay épica: hace cincuenta años un anónimo puñado de muchachos, en su mayoría provincianos, sin contactos ni libros publicados, produjeron un verdadero sismo en el vetusto edificio de las letras nacionales, respaldados solo por sus poemas y una revista artesanal financiada con sus escasos ahorros. La aparición de “Hora Zero, materiales para una nueva época” en enero de 1970, debe contarse como uno de los eventos más violentos y contundentes entre los que la poesía peruana guarda en sus registros. Jorge Pimentel y Juan Ramírez Ruiz, los rostros más visibles del grupo, firmaron un intenso e indignado manifiesto titulado “Palabras urgentes” que era al mismo tiempo una declaración de intenciones (“proponemos una poesía viviente”) y un juicio sumario a toda la lírica anterior (“formas poéticas incipientes, débiles o arcaicas”). Consideraban justa su posición airada y destructiva, pues el legado que habían recibido “tenía dimensión de tragedia”.
Contenido sugerido
Contenido GEC