Tengo 30 años. Estudié Diseño Publicitario en Toulouse Lautrec. Trabajé en ese campo por unos años, pero luego me volví freelance para dedicarle más tiempo al concept art. Puedes ver mis trabajos en: artstation.com/artist/christiaanmateo.
Decenas de figuras de acción inspiradas en videojuegos se disputan con computadoras y tabletas de dibujo la pequeña sala que Christiaan y sus colegas utilizan como estudio.
El ilustrador peruano, coautor del cómic peruano “Subcon100-t”, acaba de ganar un concurso de PlayStation que buscaba el mejor diseño inspirado en su videojuego Horizon Zero Dawn.
—¿Cuánto tiempo toma hacer un diseño como ese?
A mí me tomó cuatro días, ocho horas por día.
—¿Es el tiempo promedio?
Depende mucho de la extensión del dibujo, de los personajes, del tamaño del archivo, de las estructuras. Cuando recién comenzaba en el concept art, hace unos cinco años, demoraba un mes para una sola ilustración. Con la práctica vas adquiriendo más técnica, el tiempo se reduce y los diseños resultan mucho mejores.
—¿Cómo nació la iniciativa de hacer un cómic?
Me junté con un par de amigos, ya lo habíamos conversado antes. Lo que tratamos es dar una propuesta nueva de cómics en el Perú, ir más allá de los superhéroes, que es lo más conocido. El cómic no solo son superhéroes, puede tocar cualquier temática. Eso pasa en Japón, por ejemplo, donde los mangas son consumidos tanto por niños como por ancianos. Acá no, todos relacionan los cómics con los niños. Tratamos de romper ese concepto, apuntar al cómic europeo, nos inspiramos en la revista “Heavy Metal”.
—He visto que tocan temas como la época del terrorismo o la corrupción...
Así es. En “Paria” hablamos del terrorismo de los 80 y en “Rabia Común” criticamos la corrupción en el poder político, en los programas de TV, en general. Cabe recalcar que no son historias cómicas, las historias van desde la ciencia ficción hasta policiales o creepy pastas, tratamos de abarcar esos temas en una mezcla de ficción y realidad.
—¿Crees que subestimamos los cómics considerándolos solo para niños?
Quizás la palabra no sea ‘su-bestimarlo’, es el mercado que llegó a ocupar aquí. Otra muestra son los cosplayers, en EE.UU. y Japón son adultos los que participan en eso.
—¿Cómo podemos cambiar eso?
Primero, el peruano debe consumir más cultura, aprender a leer. El último fin de semana celebramos el Día del Cómic y todos iban a ver a los superhéroes, pero se encontraron con un mundo más amplio. Hubo como 40 ilustradores peruanos y cada uno tenía su propia producción, pero pocos lo saben. El cómic puede ser tan serio como la literatura, el cine o los videojuegos. Tiene mucho que ver con tener lugares donde adquirirlos también; solo tiendas especializadas venden cómics, no tenemos un mercado grande.
—¿Qué referentes tienes en este arte?
Sigo el trabajo de Ariel Olivetti, Jim Lee, Alex Ross y varios artistas argentinos que trabajaron para Marvel o DC. Pero para este trabajo, además de los artistas de historietas, te basas en artistas clásicos como Da Vinci o Goya.
—Cuéntame más sobre el proceso creativo. ¿Cómo arranca un diseño?
Lo primero es investigar. Para este último concurso tuve que ver todos los videos que había en You Tube sobre el videojuego, entender la historia y seleccionar los momentos claves para incluirlos. El diseño que hice narra el videojuego de inicio a fin, así que hay spoilers en toda la ilustración. Esquemáticamente el dibujo tiene un triángulo al medio y la jerarquía de los personajes en el juego define su tamaño. Lo último es el color.
—¿Cuál es la parte más complicada?
La de pensar [risas]. Cuando ya tienes la idea todo es mecánico. Algo que a mí me sirve es escuchar música, desde metal hasta k-pop. La investigación también es importante, un dibujo tiene 50% de investigación y el resto de proceso mecánico.
—Pocos imaginan que se investiga tanto…
Probablemente, pero el concept art es más un trabajo de investigación que hacer el dibujo en sí.
—¿Todos los temas se pueden llevar a un cómic?
Claro. Hay para todos los públicos. Yo suelo llevar a mis trabajos lo que me molesta de la sociedad. A veces veo las noticias y me siento impotente de no poder ayudar a la gente, plasmo eso en mis cómics. Se trata de contar historias, una imagen sirve para comunicar ideas, no solo es algo bonito que se ve bien. Cada una lleva un mensaje.
— Un colega tuyo me dijo que en el Perú no hay un mercado para la ilustración digital, ¿qué opinas?
Es cierto. La mayoría que trabaja en esto en nuestro país lo hace por Internet y para el extranjero. Los proyectos propios son pequeños e intentamos venderlos. No hay un mercado y eso tiene que ver con que hay pocas producciones nacionales que necesitan del concept art. En Estados Unidos usan el concept art antes de filmar cualquier cosa, es el primer paso.
—Entonces, ¿más producciones nacionales impulsarían esta industria?
Sí, el concept art se puede utilizar para el cine, libros, cómics, videojuegos. Todo eso necesita de ilustradores y programadores. Para lograr eso, al mismo tiempo, necesitamos escuelas que enseñen este tipo de arte.
—¿Y cuánto debe invertir en equipos alguien que pretende convertirse en ilustrador?
Lo básico, como para iniciar, es una computadora y una Wacom, que es una tableta especial para dibujos, el resto es esfuerzo y práctica. Para una computadora decente gastarás 2 mil o 3 mil soles, la tableta la encuentras desde 300 soles. La inversión no es muy grande, lo más importante, repito, es el tiempo que le dediques a esto.