Aunque han pasado 43 años desde la partida del gran maestro del cine de suspenso Alfred Hitchcock, su legado aún está presente en directores de cine como Robert Rodríguez, quien retoma una idea que surgió hace 20 años para crear una película que rinde homenaje al estilo de quien considera uno de los genios del séptimo arte, o al menos sigue el mismo estilo de Hitchcock (“Psycho”, “Vertigo”, “Spellbound”) al colocar una sola palabra como título, “Hypnotic”.
A diferencia del maestro del suspenso, Rodríguez está acostumbrado a trabajar con un presupuesto limitado y días de rodaje que por lo general no superan los tres dígitos, algo que ocurrió en su reciente película, donde tuvo que emplear sus antiguas técnicas de director de películas de bajo presupuesto para que unos pocos dólares se convirtieran en millones.
“Yo hacía esto cuando era más “atlético” en el cine de los años 90, cuando grabábamos películas muy rápidas y de bajo presupuesto, por eso dije: ‘Oye, vamos a hacerlo como en los viejos tiempos’. Pasamos gran parte del tiempo con el set parado, así que nos divertimos mucho y creo que eso nos permitió ser más creativos porque nos quedamos sin dinero”, comenta el director Robert Rodríguez en entrevista con El Comercio.
―Debido a la trama, es inevitable no ver similitudes con “Inception”, pero a ti se te ocurrió hace 20 años.
Al igual que Christopher [Nolan], también me inspiré mucho en Hitchcock; ambos crecimos estudiando a los maestros. En mi caso, recuerdo que sus cintas fueron las primeras que vi en la gran pantalla. Mi madre me llevaba a ver los reestrenos de “Rebecca” y “Spellbound”. Esas imágenes se quedaron en mi cabeza y quería hacer algo similar, además de que solo tuviera una palabra como título. Así nació “Hypnotic”, que suena como algo que hubiera hecho Hitchcock.
―¿Qué significa?
Primero vino a mi mente repentinamente y pensé unos 10 minutos en eso, luego apareció la trama de alguien a quien no puedes atrapar, alguien que podría asaltar un banco, llevarse tu cuenta bancaria y huir en un coche. Ese sería un villano genial pensé, alguien inalcanzable para todos, incluso para la policía, porque él puede hacer que la policía se vuelva en tu contra. A pesar de ser una buena idea, lo guardaste. Bueno, escribí la escena inicial y la escena final, además de unas 30 o 40 páginas, luego lo dejé descansar para continuar con algunas secuelas y otras películas para las que me habían contratado. Así se quedó guardada a la espera de que yo la vendiera en el mercado de guiones en algún momento. Sin darme cuenta ya habían pasado más de 20 años. Lo que me gustó de esto es que era como hacer cine, algo que mantenga “hipnotizada” a la gente junto a Ben Affleck.
―¿Por eso dice que esta cinta es como una de Hitchcock, pero con esteroides?
Oh, sí, la intención es que fuera un Hitchcock con esteroides, usando efectos especiales, pero también usando muchos giros en la trama para que el público no sepa qué sucederá. Me encantan los efectos porque permiten que el espectador nunca sepa qué es real, algo constante. Fue divertido escribirlo y trabajar así.
―En “Alita: Battle Angel” tuviste un gran presupuesto y en “El Mariachi” lo mínimo. ¿Cómo gestionaste el presupuesto de esta nueva película?
Esta vez tuvimos un presupuesto determinado con un horario determinado. Lo teníamos que filmar en 55 días, pero debido al COVID y otros inconvenientes tuvimos que filmar en 30 días. Luego tuvimos que recortar los horarios de 14 a 10 por día, entonces fue como filmar la película en 22 días.
―Algo a lo que estás acostumbrado.
Yo hacía esto cuando era más “atlético” en el cine de los años 90, cuando grabábamos películas muy rápidas y de bajo presupuesto, por eso dije: “Oye, vamos a hacerlo como en los viejos tiempos”. Pasamos gran parte del tiempo con el set parado, así que nos divertimos mucho y creo que eso nos permitió ser más creativos porque nos quedamos sin dinero, incluso les decía a mi equipo que podíamos conseguir lo mismo usando carritos de golf, algunas armas y un letrero que dijera banco. No teníamos tiempo ni dinero, por eso necesitábamos que “Hypnotic” pareciera más “poderosa”. Fue muy divertido volver a ser creativo como en “El Mariachi”.
―¿Cómo hacer que una película de bajo presupuesto luzca más cara?
Mucho de lo que se necesita es la actitud durante toda la primera parte de la película. En este caso, parece una película de acción brutal donde todos usan chaquetas de cuero y están muy musculosos; luego, cuando se abren las cortinas, todo debe verse limpio, con chaquetas rojas por doquier, carritos de golf y planos de las espaldas. Algo que llamamos hacer “una” [película] de Michael Mann, una cinta en la que todos son rudos y todos tienen diálogos rudos. Repetimos esa fórmula y queda genial. Además, hay que recordar que cuando no se tiene mucho dinero, es necesario tener actitud y hacer la película.
―Sobre la escena post-créditos, ¿podemos esperar una secuela de esta cinta?
Me gustaría, por eso siempre se ponen porque uno nunca sabe la posibilidad, a veces no sucede, pero a mí me gusta que acaben de esa manera. Hice lo mismo con “El Mariachi”, donde el protagonista agarra su estuche y se va, o en “Mini Espías”, donde no se vuelven espías, sino que recién comienzan sus aventuras. Puedes imaginarte una secuela incluso si no hay una secuela. Con suerte, tendremos otra película de “Hypnotic”.
―Con esas secuelas creaste sagas enteras de “Spy Kids” o “Las aventuras de Sharkboy & Lavagirl” ¿HArás más de este tipo de historias?
Probablemente sí, o no. Ahora me estoy abriendo a otros géneros cinematográficos que no he explorado aún. Hacer “Hypnotic” fue divertido, como cuando hice ciencia ficción por primera vez con “Alita”. Me gustaría hacer más películas de este tipo.
―Y sobre tus otras películas, ¿habrá más secuelas?
Hace poco hice la nueva película de “Spy Kids”. Me encantaría hacer más sobre “Desperado”. Esas son divertidas de hacer. ¡Más mariachis! Esas películas realmente estaban adelantadas a su tiempo, pero de momento no sé cómo continuar la trama de esas cintas.