En un recodo de su departamento en Barranco, sentado en la misma silla que usó para dirigir “El especialista” (1994) —la película de acción estadounidense protagonizada por Sylvester Stallone, Sharon Stone y James Woods—; Luis Llosa Urquidi (Lima, 1951) se sumerge en sus recuerdos y devela pormenores de su nuevo largometraje, “Tatuajes en la memoria”. Basado en el libro biográfico de Lurgio Gavilán Sánchez, “Memorias de un soldado desconocido”, el filme narra la increíble vida de un hombre que, a los 12 años, se enroló en el radicalismo, luego formó parte del ejército, se convirtió en misionero franciscano y, ahora, es antropólogo con estudios de doctorado. “Es mi primera y única película auténticamente personal”, confiesa el experimentado director peruano.
“Siempre tuve en mente hacer algo sobre Sendero (Luminoso), pero no me animaba porque, primero, pensaba que no había pasado suficiente tiempo para tener una perspectiva adecuada, y segundo, porque todo lo que encontraba eran versiones cargadas de un lado o del otro. Esta es una historia que debe ser contada desde ambos lados, y eso es lo que me dio este libro”, asegura. “Lo que hace única esta historia es que la cuenta alguien que vivió la guerra tanto como senderista como militar”, afirma.
El primer acercamiento que Luis Llosa tuvo con la historia de Lurgio fue hace más de una década, a través de una columna de opinión escrita por su primo, el Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, en El Comercio. El cineasta recuerda que apenas comenzó a leerla, sintió la certeza de haber encontrado la trama idónea para su próxima película.
“Inmediatamente después, me contacté con Lurgio para adquirir los derechos de su libro y realizar una adaptación cinematográfica. Fue un encuentro cordial. Fue muy generoso cuando le expliqué que adaptaría su obra y, al mismo tiempo, la enriquecería con una profunda investigación. Y así fue. Mario Vargas Llosa escribió el guion y con él viajamos a Ayacucho unos días después de una procesión de Semana Santa. Allí hablamos con deudos, periodistas, excombatientes y familias afectadas. Gracias a esta investigación nuestra historia se enriqueció considerablemente”, explica.
“Con esos añadidos, viajé a México, donde Lurgio estaba finalizando una beca, para que me dijera si lo que incluimos podía haber ocurrido. Tras leer el guion, validó todas las historias fuertes y dramáticas que añadimos. Las validó porque sabía que eran absolutamente factibles”, añade el realizador.
“Tatuajes en la memoria” fue financiado con recursos propios y la colaboración de algunas personas que confiaron en la propuesta del experimentado director peruano.
“Lo presenté a la DAFO (Dirección del Audiovisual, la Fonografía y los Nuevos Medios) en cuatro oportunidades, pero no tuve la suerte de que nos eligieran para poder financiar la película, y al final se financió con fondos propios y mucha mística. Tuvimos que poner el hombro, la imaginación y la creatividad para lograr una película que en el fondo es como el retrato de una era”, asiente.
Con el guion finalizado, la selección de actores fue el siguiente paso crucial. En la lista de artistas destacan nombres consagrados como Reynaldo Arenas, Milene Vásquez y Cristhian Esquivel. Este último interpreta a Shogun, el teniente que salvó de la muerte a Lurgio y le dio una nueva vida en el ejército. Entre los nuevos cabe mencionar a Renata Flores y Gianfranco Bustios, ambos ex participantes de “La Voz Kids”. Además de actuar interpretan una canción original de la película compuesta por Miguel ‘Chino’ Figueroa y Roxana Valdivieso.
“No podía poner actores de ‘Al fondo hay sitio’; tenía que optar por caras nuevas, algunos de Lima y varios de Ayacucho, quienes fueron incorporados y preparados, muchos sin experiencia previa. Creo que esa presencia de jóvenes naturales y talentosos frente a la cámara aporta autenticidad a la película. Realizamos entrenamiento actoral y militar: primero con armas de madera y réplicas, luego con armas reales descargadas”, destaca Llosa.
El personaje de Lurgio Gavilán es interpretado por tres actores en sus distintas etapas: de 12 años por Gianfranco Bustios, de 15 años a más por Carlos Taipe, y de adulto por Jhadmell Vásquez.
“Lurgio conversó con los actores y nos visitó durante el rodaje; pero el proceso de selección lo hicimos nosotros. Fue un elenco grande, había días que teníamos más de cien personas en el set”, comenta Llosa.
Esta es la octava película del realizador peruano. Fue filmada en octubre y noviembre del 2022, en las alturas de Huanta, en los mismos lugares donde ocurrieron los hechos. La edición y toda la post producción se realizaron en el 2023, y el estreno está previsto para el 29 de agosto en cines a nivel nacional.
“Fue muy conmovedor ver en los pueblitos reales que fueron tomados por Sendero, cómo las señoras lloraban al ver nuestra escenificación porque revivían cómo se llevaron a sus hijos, cómo ajusticiaron a sus autoridades o a alguno de sus parientes”, relata Llosa.
“Tatuajes en la memoria” es un testimonio auténtico del terror y de la barbarie que se vivió en la época más violenta del terrorismo en el Perú. “Es una historia que todos los jóvenes tienen que conocer para que nunca se repitan estos hechos. Espero que esta película sea un motivo de reflexión”, subraya Llosa con esperanza.
Este 29 de julio, en la Feria del Libro, Luis Llosa presentará su libro biográfico “Secretos de un latino en Hollywood” bajo el sello editorial Penguin Random House.