Francella es una marca en la industria del entretenimiento argentino. Sin embargo, el apellido original era Frangella. Así figuraba en el documento de Doménico, el abuelo paterno de Guillermo Francella, quien emigró desde Falconara Albanese, en la región de Calabria, Italia. Con el paso del tiempo, el apellido Frangella se adaptó al español argentino como Francella.
Después de una ausencia de siete años, el actor porteño regresa al escenario peruano con “Teatro de mi vida”, una propuesta envolvente que lo llevará a revivir los momentos más significativos de su carrera, desde sus inicios hasta la actualidad. A través de una entrevista íntima, piloteada por Carlos Carlín, realizará un viaje emocionante por su historia, donde lo cómico se entrelazará con lo dramático, y la realidad se fundirá con la fantasía.
“En más de una ocasión me han invitado para hacer Charlas TED (Tecnología, entretenimiento, diseño), Master class o algo relacionado con ese universo de entrevistas, con un moderador haciendo una revisión de mi vida. Por tiempo, nunca pude; pero esta vez se alinearon los planetas y acepté la invitación”, aclara el actor quien en esta entrevista ha preferido no tocar temas relacionadas a la política.
La primera vez que Francella visitó Perú, fue luego del éxito de “Poné a Francella” (2001), invitado por la embajada de Argentina en Lima. En el 2016 retornó a nuestro país por segunda vez con la comedia “Nuestras mujeres” junto a Arturo Puig y Jorge Marrale. “En ambas oportunidades la pasé muy bien. Así que vamos por la tercera”, señala entusiasta.
_Con una trayectoria de más de 40 años, has transitado con éxito por el humor, el drama y el suspenso, sin embargo la película “El secreto de tus ojos” tiene una connotación importante en tu carrera. ¿Qué representa?
Es muy importante en mi vida. Siempre había una asignatura pendiente con Juan José Campanela. Él quería trabajar conmigo y yo con él, y no se nos daba la oportunidad de hacer un proyecto juntos. Un día me convoca con ciertos reparos porque era para hacer un personaje secundario. Lo leí con mucha ansiedad, me fascinó, me encantó. Le respondí el mismo día. Acepté. No me importó que sea un papel pequeño, tampoco reparé en la parte económica.
_¿Previste lo que vendría con esta película?
Nunca lo imaginé. Finalmente nos dio un Óscar. Fue muy gratificante. Tuve la oportunidad de estar en Los Ángeles en el momento de la entrega junto a Campanella, Almodóvar y Tarantino. Fue un espaldarazo muy grande para mí. Todos los directores con los que deseaba trabajar me empezaron a convocar para hacer roles heterogéneos, para participar en proyectos absolutamente dispares entre sí.
_¿Por qué rechazaste propuestas de Hollywood?
No se trata de rechazar. Lo leo, y si no me gusta porque es un personaje similar a uno que acabo de hacer o por otro factor, automáticamente doy la devolución de por qué no sería de la partida. Acepto cuando el libreto me moviliza o el director me seduce.
_La película “Corazón de León”, uno de los éxitos de tu carrera, tuvo su versión peruana con Carlos Alcántara en el rol principal. ¿La viste? ¿Qué te pareció?
Cuando quise verla, no la encontré, después me olvidé. Esa película tuvo varias versiones: francesa, colombiana, israelí.
_En “El robo del siglo” (2020) interpretaste a Mario Vitette, uno de los responsables del asalto al banco Río de Acassuso. ¿Es verdad que conversaron y que te ofreció el traje gris que utilizó durante el asalto?
Conversamos por teléfono porque está en Uruguay, por un tema legal no puede entrar a Argentina. Fue una conversación muy interesante, simpática, histriónica. Se emocionó cuando le conté que una señorita, que había sido rehén de ese asalto, lo recordaba como una persona amable. Y es cierto que me ofreció el famoso traje gris, pero le dije que la producción ya me había hecho un vestuario, que no hacía falta.
_¿Qué tal fue la experiencia de actuar junto a tu hija Johanna en esta película?
Fue gratificante. Interpretó a la hija de Mario. Fue mi hija en la ficción. Nicolás también fue mi hijo en “Corazón de León. Ambos han hecho un excelente trabajo. Estoy muy orgulloso de ellos.
_¿Es verdad que durante una visita a La Habana, para la Semana de Cine Latinoamericano, Fidel Castro te dijo una de las frases más bonitas que escuchaste sobre tu trabajo?
“¿Eres consciente de lo que significa ser feliz a un pueblo? Tú haces feliz a mi pueblo”. Esa fue la frase de Fidel en diciembre del 2003. Inolvidable. No me dediqué a ser actor de comedia, pero como actor es lo que más disfruto. Siento que es terapéutico, un masaje al alma, al ánimo, atenúa un mal rato, aunque sea por un instante.
_¿Y qué le respondiste cuando te dijo eso?
Qué sí, que lo sé. En el 2001, cuando hice “Poné a Francella”, Argentina estaba atravesando por un momento económico complicado. En ese tiempo, sacar una sonrisa a un argentino era una carrera titánica. Hablamos un poco de eso también. Fue una conversación de 75 minutos, que no olvidaré. Me preguntó si quería tomar algo. Como le pedí una gaseosa, creyó que era abstemio [ríe]. Luego, nos tomamos un ron, nos reímos mucho. Me terminó regalando un ron riquísimo y una caja de habanos Cohiba Lanceros.
_¿Qué comediantes te han hecho reír?
Los italianos, el neorrealismo italiano. Tanto Alberto Sordi como Marcello Mastroianni y Ugo Tognazzi han sido mis referentes en el humor. En otra línea totalmente más austera que la italiana, está la inglesa. Peter Sellers, por ejemplo, me llenó el alma con su austeridad en el humor. Los otros eran más exacerbados, pero siempre había una crítica social detrás.
_¿Hay alguna posibilidad de que “Casados con hijos” regrese a la televisión en una nueva temporada o adaptación?”
No lo sé, porque volvimos después de 17 años en enero del 2023. Netflix compra “Casados con hijos”, y fue un éxito muy grande, y lo sigue siendo. Nos invitan a hacer una nueva temporada. Lo sigue siendo, entonces nos invitan a hacer una nueva temporada. Podríamos volver a hacer, pero hay muchos elementos que lo impiden. Luisana Lopilato vive en Vancouver y no puede ser de la partida. Se podría hacer, pero bueno, ya se me hace más cuesta arriba sin el elenco original. Ya veremos qué pasa.
_¿Cómo fue el desafío de interpretar a Arquímedes, un personaje psicópata, asesino y cruel en “El Clan”
Fue duro, el director Pablo Trapero me ayudó mucho. Cuando uno no comulga en lo más mínimo con alguien es complicado. Era alguien execrable por donde lo mires, y ese universo es totalmente alejado de mí. Disfruté mucho llevarlo a cabo, trabajé con un grado enorme de concentración, Fue un personaje importante en mi carrera.
-¿Qué otros proyectos tienes además de “Teatro de mi vida”?
Lo último que hice fue “El encargado”. Y estoy por filmar una película en España con Dani Rovira en el mes de agosto, así que ando por allí mientras tanto.
Cita: Días 11 y 12 de junio.
Lugar: Teatro del Pentagonito.
Hora. 20:30 p.m..
Entradas: Ticketmaster.