Fiorella Ramírez

está culminando exitosamente su transición de actriz infantil a juvenil. La niña que se hizo conocida por protagonizar la película “Margarita” e interpretar a Danielita en “Al fondo hay sitio”, tiene hoy 16 años y poco queda de la ingenuidad y candidez de sus primeras apariciones frente a cámaras. Centrada y reflexiva, lucha por abrir su propio camino en el extranjero. El trayecto es arduo, pero ya ha dado sus primeros pasos como parte del elenco de “Hit” y “El internado de las cumbres”, dos series españolas con muy buena recepción.

En el Perú la historia es distinta: la joven goza ya del respeto del público nacional. Su último proyecto “Reinas sin corona” cuenta con un elenco de actrices consolidadas como Alexandra Graña y la mexicana Daniela Romo. La película abarca temas complejos como el feminicidio y el maltrato a la mujer.

En la cinta, Aronsson interpreta a una adolescente que vive atormentada por la violencia sexual del mundo que la rodea, una realidad que no le es ajena en su vida. “Desde los doce años tuve un cambio muy brusco en mi cuerpo y comencé a engordar. Eso hizo que me creciera el busto y mis caderas y piernas se ensancharan, por esa razón sufrí mucho acoso. Incluso aunque ahora que bajé de peso, tengo una forma que se asemeja al estereotipo de mujer con curvas y no dejan de sexualizarme por ello”, comenta en entrevista con El Comercio.

"Haga lo que haga, nadie tiene derecho a decirme cosas obscenas, menos siendo una menor de edad".

Francisca Aronsson .

Que los hombres la miraran lascivamente mientras aún se encontraba en la pubertad afectó su vida social y su bienestar psicológico. Lejos de mejorar, el problema seguía agravándose a la misma velocidad en que su popularidad crecía. “Lo llevé muy mal, tenía miedo de salir de mi casa, de que me vieran. Me forcé incluso a usar siempre una gorra y lentes de sol para que no me reconocieran en el camino al colegio”.

Pese a los intentos que hizo por revertir la situación, no pudo lograrlo. Con los años empezó a normalizar los comentarios de acoso que recibía día a día en las calles y a través de las redes sociales. Ahora, lejos de tomarlo como algo normal, es consciente de la real dimensión del acoso a menores. Ella elimina y bloquea cualquier insinuación sexual que recibe en los videos donde se filma bailando o divirtiéndose”: “Haga lo que haga, nadie tiene derecho a decirme cosas obscenas, menos siendo una menor de edad. Ahora lo sé y tengo la madurez para afrontarlo, pero me apena pensar en las niñas que no están acostumbradas a lidiar con esas personas”, expresa.

La actriz iniciará el bachillerato online de dos años tras haber culminado su educación secundaria en España.
La actriz iniciará el bachillerato online de dos años tras haber culminado su educación secundaria en España.
/ Julio L. Rodriguez

Por esta razón, y con ánimos de proteger a futuras generaciones de la violencia hacia la mujer, Aronsson se convirtió en embajadora de Unicef y emplea su plataforma para compartir información sobre el tema, construyendo una red femenina de apoyo. Esta seguridad que le proporcionan sus seguidoras ha hecho que pueda enfrentar más cómodamente roles que exploren su sexualidad.

“Estoy feliz de poder interpretar personajes más adultos, aunque siempre cuidando que no sean sexualizados o terminen siendo unidimensionales. Claro, no me cierro a nada y sí me gustaría hacer proyectos continúen retándome como actriz”, declara. Felizmente para ella, radicar en España le abre un abanico de posibilidades que difícilmente encontraría en nuestro país. Ella es muy consciente de este aspecto, y por lo tanto, es crítica con la cinematografía en Perú.

El peruano hace producciones que solo son aptas para el público local y eso hace que no alcen vuelo en Latinoamérica ni ingresen a Netflix o Amazon. Si queremos armar industria, hay que pensar en apostar, invertir y pensar en genérico, hacer contenido para el mundo. En Perú hay muchas cosas para explotar, pero no hay industria de arte”, asegura.

Para cambiar el panorama, tiene como meta regresar a asentarse en el Perú en calidad de productora cinematográfica. Ambiciona con elaborar sus propios guiones y crear más trabajo para los actores y la gente. Por el momento va en buen camino, su meta es estudiar producción y dirección próximamente y tiene el privilegio de contar con el apoyo de su familia. Aunque de igual forma, ella prefiere ir poco a poco. Aronsson recién acaba de culminar el colegio, y nadie sabe lo que le depara el futuro.

Si te encuentras en situación de violencia, puedes solicitar apoyo al:

Línea 100 del Ministerio y Poblaciones Vulnerables (MIMP) o el .

Línea 1818 del Ministerio del Interior

(01) 4197260 — Centro de Emergencia Mujer (CEM)

0800-00-205 — Ministerio Público


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