Felipe Degregori, director de “Todos somos estrellas” y “Abisa a los compañeros”. (Foto: Hugo Pérez)
Felipe Degregori, director de “Todos somos estrellas” y “Abisa a los compañeros”. (Foto: Hugo Pérez)
Redacción EC

Felipe Degregori, director de “Abisa a los compañeros” (1980) y “Todos somos estrellas”(1993), películas que han sobrevivido en la memoria cinéfila, falleció a los 68 años.

“América Noticias” dio a conocer que el realizador fue encontrado muerto en la habitación en la que vivía desde hace algunos meses en Villa María del Triunfo. El hallazgo fue hecho por el dueño de la vivienda.

Peritos de criminalística determinaron que Degregori habría muerto días atrás. En su cuerpo no se encontró signos de violencia, pero presumen que podría haber sufrido un ataque al corazón dado que se medicaba y que, además, encontraron varias latas de alcohol y cigarros.

La muerte de su hermano, Carlos Iván Degregori, reconocido antropólogo e investigador peruano, en 2011, por un cáncer al páncreas, sumado a sus recuerdos tristes del pasado habrían llevado al realizador peruano a una profunda depresión y al auto-aislamiento.

En 2017, la directora Patricia Wiesse estrenó en el Festival de Cine de Lima «Todos somos estrellas», documental que retrata a Felipe Degregori y su lazo con Carlos Iván, su fallecido hermano.


El periodista Nicolás Lúcar compartió un sentido mensaje en Twitter.


Su labor como director

Degregori estudió cine en Moscú en los años 70. A su regreso al Perú realizó varios cortometrajes y en 1980 estrenó su primer largometraje “Abisa a los compañeros”, adaptación del libro “Abisa a los compañeros, pronto”, de Guillermo Thorndike.

Tanto el libro como la cinta recrean un hecho real ocurrido en 1963, cuando un grupo de militantes trotskistas planificó y realizó el asalto a un banco miraflorino con el objetivo de financiar sus actividades políticas.

Trece años después llevó a la pantalla grande “Todos somos estrellas” (1993). Con este filme, Degregori intentó ofrecer una visión humorística de la manipulación que realizan los medios de comunicación en la vida diaria de las familias peruanas, y de la desesperada situación de las familias atraídas por un espectáculo en el que todos parecen poder ganar.

Luego vino “Ciudad de M” (2000). Una experiencia que, según dijo, lo dejó extenuado. " Sentí un agotamiento por tener que pensar, lamentablemente, en que la película tenía que ser un éxito comercial”, precisó.

En 2004 inició una nueva etapa en su carrera cinematográfica, con la creación de una productora con la que creó audiovisuales de carácter social.

Algunos años después, se reencontró con los largometrajes con “Peces de Ciudad” (2007). El realizador también dirigió “No hoy lugar más diverso” (2012).

Degregori también fue el dueño de “El Caballo Rojo”, una de las más célebres librerías de los años 80 en Lima, ubicada frente al Parque Universitario


Contenido sugerido

Contenido GEC