Michael B. Jordan es uno de eso actores que diversifican su creatividad. Están frente a cámaras, pero también detrás de ellas como creadores. Por un lado, trabaja en crear la historia de un Superman afroamericano, también en producir una serie de aventuras en el espacio exterior, pero él va más allá. “Creed III”, debut de Jordan como director de cine, continúa la saga de boxeo que empezó con “Rocky” (1976) y que ahora tiene nueva vida por medio de Adonis Creed, hijo del legendario Apolo Creed, muerto en combate tiempo atrás.
Como todo cineasta, sus influencias están en su trabajo. Con Jordan, eso solo puede significar una cosa: anime y manga. Fiel lector de manga en la desaparecida Mangastream y admirador de historias como “Hajime no Ippo”, “Megalo Box”, “Naruto”, “Dragon Ball Z” y más, él apostó por una película con peleas diferentes donde no solo se vean los clásicos intercambios de golpes, sino que apuntara también al espíritu de cada luchador, sus historias y la importancia de la familia y la amistad. O sea, lo típico del shonen manga (para hombres jóvenes).
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La tercera entrega de “Creed” marca distancia de sus predecesoras y muestra a un Adonis contrariado, que enfrenta los errores del pasado para seguir con su vida, pero en el camino sufrirá pérdidas. Para contar más detalles del filme, El Comercio conversó con el protagonista y esto fue lo que nos dijo.
—¿Cómo te sientes con el resultado de la película?
Me sentí muy bien haciéndola, fue un trabajo muy duro. Tuvimos que tener en cuenta muchos elementos a la hora de hacer esta película y los retos a los que nos enfrentamos, ya sabes, hacerla más grande y mantener el personaje y la historia de la forma en que la gente esperaría, de la forma en que yo querría verla, fue sin duda un reto. Yo siento que hemos hecho un gran trabajo manteniendo a todo el mundo entretenido con las cosas que esperas de una película de Creed y con nuevas sorpresas que no esperarías de estas películas, y que elevan la historia en general. Así que me siento muy orgulloso.
—¿Qué tan difícil fue protagonizar y dirigir?
Fue un reto, sin duda. Me encanta dirigir y contar historias. Creo que para mí fue la oportunidad de mostrar mi visión del personaje y la historia que conozco muy bien. El tiempo es algo de lo que siempre queremos disponer. Y para mí, sólo en la preparación, fue todo un reto ser capaz de preparar escenas y llevar el guion a donde tenía que estar, pero también físicamente ser capaz de ponerme en forma y actuar delante de la cámara fue, probablemente, uno de los mayores retos en este caso.
—En la película también encontramos muchísimas referencias sobre tu gusto por el anime y el manga. En la primera escena vemos el cuarto de Adonis llena de pósteres de animes, entre ellos, uno de Naruto, ¿Qué tanto influyó tu gusto por este arte en la película?
Fue una influencia significativa, ya sabes, en las peleas, sin duda. Lo que me encanta del anime y el manga son las emociones, la amistad y las relaciones. Son tan sinceros y se preocupan tanto por los vínculos y las promesas. Y creo que esa fue la raíz de nuestra historia, ya sabes, la amistad, los lazos y cómo perdonar, creo que fue muy importante. Aparte de los ejemplos visuales y las referencias que se pueden relacionar con el anime, creo que, desde el punto de vista filosófico, también hay mucho del espíritu del anime en algunos de estos personajes.
—Claro, en lo visual queda demostrado en la escena donde ‘Adonis’ y ‘Damian’ de Jonathan Majors se golpean al mismo tiempo en su pelea, como en Megalo Box, ¿Podríamos decir que la película tiene inspiración del anime?
(Sonríe) Sí, hay muchas cositas de esas por todas partes, algunas que se ven muy claramente y otras que hay que mirar dos veces, pero están por todas partes.
—La película también marca distancia de sus predecesoras, en las que tenía a Rocky como consejero y amigo. Antes del estreno de “Creed 3″, Sylvester Stallone dijo que él habría hecho una película más emocional, ¿Qué opinas de sus declaraciones?
Creo que todas las películas son emocionales, sabes, cada director tiene un estilo y una opinión diferente. Cambias de director en cualquier película, la película va a ser diferente y la forma de rodarla. Así que esta es mi historia en una película que es muy personal para mí. Siento que nuestra película transmite emoción, te ríes mucho, hay mucha acción. Estamos contando la historia de Creed, así que es realmente emocionante sumergirse en el pasado de Adonis y mostrarlo como un niño, luego esos años de transformación en los que todos hemos tenido momentos de trauma infantil y cosas que arrastramos con nosotros a lo largo de la vida y luego poder mostrar eso de una manera real, cómo Adonis supera ese pasado y se convierte, se reconstruye a un nuevo ser. Así que eso también fue muy emocionante para mí.