Apenas vieron su casting, los ejecutivos de Marvel no tuvieron ninguna duda para de que el hombre sea el monarca de Wakanda, nación africana donde cayó un meteorito hecho de vibranium. Razón por la cual, entre otras cosas, su foresta es rica en plantas que tienen forma de corazón e inyectan una fuerza sobrehumana y poder inmune a quienes tienen la sangre real. Se habían pasado años buscando al rey. Y este T’Chala parecía cumplir con todos los requisitos: conocimiento del universo, capacidad felina en combates cuerpo a cuerpo, pericia en tácticas y estrategias, poder curativo, alta durabilidad en el tiempo y un cerebro absolutamente genial que le permitía no solo tener pleno dominio sobre el avanzado sistema científico de su nación sino también inventarlo.
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