El artista peruano Jose Luis Guiulfo junto a una de sus obras.
El artista peruano Jose Luis Guiulfo junto a una de sus obras.
/ Romina Guiulfo/ José Luis Guiulfo
Ángel Navarro Quevedo

Si el arte se encuentra en todas partes, para el artista se manifiesta de manera más íntima en la forma humana. Ya sea a través de la plasticidad de la piel desnuda o la gracia del movimiento capturado en sus fotografías, la obra de artista multidisciplinario plantea el desprendimiento como parte de la exaltación de la belleza en su estado natural.

“Como pintor de profesión, la composición era algo que estaba claramente en mi mente. Como fotógrafo en esa composición aparecía el cuerpo de las personas, entonces fue natural que mi camino artístico fuera por ese rumbo”, comenta Guiulfo en una entrevista con El Comercio.

Esta faceta nació durante su etapa formativa en la Escuela de Artes de la Pontificia Universidad Católica del Perú, cuando, sentado frente a un lienzo que reposaba en un caballete, pintaba junto a sus colegas a los “modelos” que posaban desnudos, especialmente, recuerda el artista a una bailarina de ballet. “La idea se consolidó cuando vi el trabajo de otros fotógrafos que hacían desnudos. Quise hacer lo mismo, pero con mi propio lenguaje, algo que se puede ver en mis fotografías”, menciona el artista.

En un comienzo, el boca a boca fue aumentando la escala de su trabajo, recibiendo a cientos de personas que buscaban un retrato más íntimo, en muchos casos como un deseo de juventud que nunca llegó a plasmarse en fotos, las cuales Guiulfo publica en sus redes sociales con previa autorización.

“Para adentrarse en este tipo de arte, es necesario comprender que no se tiene un enfoque sexual, sino artístico. Además de mostrar un gran respeto, pues es una oportunidad para que las personas puedan ser retratadas de esta forma, algo que nunca es fácil”, explica.

El Guiulfo músico

Durante la década de los 80, Guiulfo emprendió un camino muy diferente al de las acuarelas o el celuloide: el de un músico. En 1982, bajo el seudónimo de Luis Alonso, debutó en el Festival de la Amazonía con el tema “En el mismo tren”. Dos años después, lanzaría su primer disco “Con el alma, con mi canción”, bajo el sello musical de Panamericana.

Durante la promoción de su disco, surgió la oportunidad de cantar con el cantante José José, gracias a que su representante visitó el Perú y llevó las canciones de Guiulfo como parte de una campaña por descubrir nuevos sonidos en distintos países. “Se extraña la música de antes, ahora parece que se ha ido deteriorando el mensaje”, menciona Guiulfo, quien recuerda los cuatro temas que lanzó en el disco como uno compuesto por Luigi Montagne, otro más de Antonio Laguna y “Yo no sabía” de Rulli Rendo y “El amor no nació para ti” de José María Napoleón.

Para su primer concierto en Lima, el ícono de la música mexicana compartió escenario con Guiulfo, interpretando a dúo el tema “Por Ella”, originalmente acompañado por José Feliciano. “Tocamos una segunda vez cuando regresó a Lima, pero ya tenía el ánimo decaído; era una persona melancólica, pero aún mantenía esa esencia tranquila y sencilla que lo llevó a nunca saber decir que no”, recuerda el artista peruano.

Ahora, presenta sus más recientes trabajos, una mezcla entre fotografías de desnudos y su habilidad como pintor para crear imágenes pictóricas. “Publicar es algo que debo hacer. Los archivos de computadora se puede malograr y si se archiva se olvida. Además la fotografía si no está impresa parece que no fuera fotografía, hay una necesidad por verlo en físico”, comenta Guiulfo, quien recuerda que “con el tiempo el romance no salió impune, tampoco el arte. Todo parece más rápido en estos tiempos, algo que es contradictorio, porque el arte es algo que proviene de ideas que perdura en el tiempo”, concluye.

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