El verano está próximo a llegar, pero desde ya, con la llegada de la primavera el mes pasado, cada vez es más frecuente ver a bañistas en las playas, sobre todo los fines de semana. Este año, sin embargo, al igual que el anterior, los peruanos pasarán esta temporada en medio de la pandemia del COVID-19.
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Por ello, en la siguiente nota les brindaremos algunas recomendaciones del Ministerio de Salud (Minsa) para que pueda disminuir el riesgo de contagiarse si está planeando ir a la playa
Pero antes es importante que sepa lo siguiente: Elmer Quichiz Romero, director ejecutivo de la Dirección de Control y Vigilancia de la Dirección General de Salud Ambiental (DIGESA) del Minsa, señaló a este Diario que las municipalidades tienen la responsabilidad de adecuar las playas conforme lo establecen las normas sanitarias. Esto tiene que ver, por ejemplo, con que tengan servicios higiénicos, zona de lavado de manos, rutas de acceso y evacuación, y señalética
Asimismo, según la Directiva Sanitaria 130-Minsa/2021/Digesa, que regula el uso de las playas en el marco del COVID-19 y que se encuentra vigente, según Quichiz, estos lugares deben contar con puestos de primeros auxilios para brindar atención médica y se debe disponer en las playas de cuadrículas de cuatro metros por lado y una distancia de tres metros entre ellas para que allí se instale desde una persona hasta cuatro de un mismo grupo familiar. Y en el caso de playas con franjas angostas en donde no se pueda aplicar esta cuadrícula, el largo debe ser de cuatro metros y el ancho según el lugar lo permita.
Estas son las recomendaciones:
1. Hay que evaluar el estado de la playa
Semanalmente, el Minsa evalúa el estado de las playas y los viernes da a conocer sus resultados al público. Verifica la calidad del agua, la limpieza de la arena y si cuenta con servicios higiénicos. Las playas que pasan este examen son declaradas como playas saludables y las que no como playas no saludables. Esta información está disponible al público en la web y el aplicativo “Verano saludable” del Minsa.
Elmer Quichiz Romero subrayó que es importante conocer el estado de la playa antes de acudir a una de ella, porque las personas en una playa no saludable no necesariamente se pueden contagiar de COVID-19, pero sí de otras enfermedades.
2. Hay que autoevaluarse
Las personas que tienen síntomas relacionados al coronavirus, como tos o dolor de garganta, por ejemplo, es mejor que eviten ir a la playa, señala Quichiz. ¿La razón? Pueden, en efecto, tener la enfermedad y no saberlo y contagiar a otras personas. Por ello, es mejor prevenir y no ir a la playa sino acudir al establecimiento de salud más cercano para hacerse la prueba de descarte.
3. Deben llevar su kit playero
Una vez que las personas han identificado que la playa a donde planean ir es saludable y han aprobado su autoevaluación, deben alistar su kit playero, que consiste en una botella de alcohol de 70° o alcohol en gel para desinfectarse las manos, dos mascarillas por persona y un empaque para guardarlas. Adicionalmente, pueden llevar una botella de agua, protector solar y un sombrero, indica Quichiz.
4. Respetar las normas sanitarias
Las personas deben ingresar de manera ordenada a las playas manteniendo el distanciamiento social no menor de dos metros, al igual que en todos los lugares donde tengan que hacer fila, en los baños o las zonas de ejercicios, por ejemplo. Ello, para evitar las aglomeraciones y, en consecuencia, disminuir el riesgo de contagio.
Deben permanecer con las mascarillas puestas todo el tiempo, salvo para beber agua o para bañarse. “Esto es una condición importante: si va a hacer uso del agua de mar, se retira la mascarilla, la coloca en su bolsa, la protege, luego sale del agua, se seca y se la coloca nuevamente”, señala Quichiz.
Una vez dentro de la playa, las personas deben instalarse en las cuadrículas y permanecer allí. Quichiz señaló que esto se ha implementado, por ejemplo, en la playa de Chorrillos con cuerdas, pero también se puede trazar las cuadrículas con piedras pintadas o de otra forma, según lo consideren las municipalidades.
En efecto, en la playa Agua Dulce de Chorrillos, el fin de semana pasado, se observó a los bañistas instalados en unos “boxes”. Estas cuadrículas, de cuatro metros por lado, estaban demarcadas con palos y cuerdas; dentro de ellas habían tumbonas y sombrillas. Un funcionario de la Municipalidad de Chorrillos declaró a la prensa que esta era una estrategia que estaba implementando la comuna con la Asociación de Sombrilleros de la playa Agua Dulce.
En un recorrido por las playas de Lima en días de semana, este Diario observó que, por ejemplo, el municipio ha acondicionado espacios de recreación, mini gimnasios, mesas y tarimas en la zona peatonal de la playa Agua Dulce. El personal de limpieza pública, serenazgo y Fiscalización y Control se encontraban en la zona de playa antes del fin de semana. “Realizamos trabajos de limpieza y mantenimiento para preparar la playa para el sábado y domingo. Este último mes se ha reportado más movimiento por el cambio de clima”, señaló uno de los agentes de serenazgo que estuvo en la zona. Estas acciones también se replican en Sombrillas y Pescadores, aledañas a Agua Dulce.
El mismo panorama se observa en la playa Barranquito o Yuyos. Allí personal de limpieza pública se encarga de dar mantenimiento a la zona peatonal y desocupar los tachos de basura. Además de recibir bañistas, esta playa también es el lugar favorito de deportistas y grupos de jóvenes o familias con niños quienes pasan el día jugando en la arena.
Mientras que en Miraflores, en las playas Makaha, Pampilla y Redondos, agentes de serenazgo tienen la labor de velar por que los ciudadanos hagan uso correcto de las mascarillas y mantengan el distanciamiento social. Agentes del distrito señalaron que el comercio ambulatorio está prohibido en la zona de playas y enfatizaron que el uso del barbijo se debe mantener en todo momento a excepción de cuando se ingresa al mar.
Todos los trabajadores municipales consultados por este Diario señalaron que sus municipios aún no les habían comunicado las acciones que se tomarán durante la temporada de verano.
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5. No se puede comer en la playa
Las personas no pueden comer ni beber otra cosa que no sea agua mientras estén en la playa. De hecho, el comercio ambulatorio de estos productos no está permitido en estos lugares, según la directiva sanitaria mencionada al inicio de esta nota.
Elmer Quichiz enfatizó que son las municipalidades las que deben fiscalizar las disposiciones sanitarias del Minsa en torno a las playas, tan así que su personal puede retirar del lugar a aquel que no las cumple.
“La última recomendación: vacúnense. Ya estamos en grupo etario de 18 años, y siendo los jóvenes los que más van a las playas, hay que vacunarse [contra el COVID-19], ese es el llamado que hacemos nosotros”, finalizó.
MÁS INFORMACIÓN:
- La Municipalidad de Miraflores cuenta con una brigada de playa de 75 personas, compuesta por serenos, personal de Fiscalización y de Defensa Civil. Ellos patrullan las playas todos los días, informó Luis Llanos, gerente de Desarrollo Humano de esta comuna. Agregó que la forma cómo Miraflores hace respetar el distanciamiento social es a través de sus brigadas, quienes están vigilantes de que los bañistas cumplan esto y usen sus mascarillas.
- Recomendó a las personas usar bloqueador porque, dijo, el COVID-19 te ocasiona la muerte ahora, pero el cáncer de piel en 15 o 20 años.
- Miraflores cuenta con ocho playas. Estas son: Makaha, Waikiki, la Estrella, Redondo, Delfines, Punta Roquitas, la Pampilla y Tres Picos.
- Todas las provincias del país se encuentran en nivel de alerta moderado. El decreto supremo que así lo establece señala que para el uso de playas, ríos, lagos o lagunas, ubicadas en estas provincias, se debe respetar las normas sanitarias emitidas por la Autoridad Sanitaria Nacional [Minsa], sin generar aglomeraciones, concentraciones ni poner en riesgo la salud de las personas.