Juan Pablo León Almenara

Un bus rojo, blanco y verde de la Empresa de Transportes Perú S.A. placa ASE-821 viene a toda velocidad por el carril izquierdo de adelantamiento. Pertenece a línea 1703 de ruta Puente Piedra - Surco. La última persona que aparece en el SAT como chofer de este vehículo se llama Celestino Quenaya, quien acumula 27 papeletas en su récord. A pesar de su largo historial de multas, según el MTC solo tiene 20 puntos en contra en la licencia de conducir, es decir, como si fuera un conductor ‘ejemplar’. En el 2019, El Comercio advirtió en que permiten a los peores conductores de transporte público tener el brevete ‘limpio’ y sin puntos en contra, un problema que continúa hasta la fecha. Quien conduce no mide las consecuencias de pisar el acelerador y continúa su marcha por la cuadra 35 de la avenida Perú, a la altura del mercado 105 de San Martín de Porres.

Este es el historial de papeletas que acumula el último chofer que manejaba este bus de placa ASE-821.
Este es el historial de papeletas que acumula el último chofer que manejaba este bus de placa ASE-821.

El bus de la izquierda circula con pasajeros adentro, según sostiene la misma fuente que nos envió las imágenes. Además del largo historial del infracciones del propio chofer, este vehículo de tres colores registra dos órdenes de captura (medidas cautelares) por deudas en papeletas sin pagar por un total de S/18.000. Es decir, debería estar internado en el depósito y no correteando por las calles de Lima un sábado 3 de octubre al mediodía.

El bus de la izquierda en el video tiene dos medidas cautelares (órdenes de captura), es decir, debería estar en un depósito hasta que la empresa o el propietario pague la deuda en papeletas que mantiene.
El bus de la izquierda en el video tiene dos medidas cautelares (órdenes de captura), es decir, debería estar en un depósito hasta que la empresa o el propietario pague la deuda en papeletas que mantiene.

Por el carril del costado circula otro bus de gran tamaño de colores verde y blanco de la Empresa de Transportes Unidos S.A. conocida como 'la 73′. Esta unidad también debería estar dentro de un depósito mientras su propietario no paga la deuda por papeletas de S/21.580 que arrastra desde el 2018, según información del SAT. Las últimas tres infracciones que registra el vehículo indican que el conductor se negó a identificarse.

El bus de la izquierda, de ruta San Martín de Porres- Rímac, también tiene orden de captura por papeletas sin pagar.
El bus de la izquierda, de ruta San Martín de Porres- Rímac, también tiene orden de captura por papeletas sin pagar.

La pregunta cae por su propio peso: ¿por que nadie detiene a estos dos vehículos y los lleva al depósito? En parte, ocurre porque durante años Lima Metropolitana tuvo un déficit de depósitos municipales suficientes: hasta el 2019 para más unidades. Eso explica por qué, en la capital, hay más de circulando por las calles.

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Segundos antes de que ambos choferes se encuentren antes de llegar a un semáforo, una mototaxi azul sin placa intenta zigzaguear entre los autos, pero es aplastada por estas unidades desde los dos costados, quedando atorada entre dos carriles y poniendo en riesgo al chofer y pasajeros que lleva dentro. Según el , esta mototaxi no está autorizada para circular por avenidas de alto tránsito como esta. Sin embargo, la poca fiscalización municipal en este distinto norteño hace que esto suceda constantemente.

En el Perú, los choferes de las motos y las mototaxis, como la que ahora está atorada entre dos buses, no han sido capacitados para obtener una licencia de conducir este tipo de vehículos. Durante más de una década, los municipios provinciales han estado autorizados para emitir estos permisos BII-C, pero lo han hecho sin evaluar a los postulantes sobre las reglas de manejo. La situación actual es aún peor debido a la creciente demanda de vehículo menores:

Minutos después de que la mototaxi se queda atorada, ambos buses logran separarse. Aunque no hubo heridos ni daños mayores tras el incidente, las imágenes permiten analizar lo que ocurre en Lima y Callao desde hace más de dos décadas: la constante pelea por pasajeros entre dos o más buses, combis o coasters que ponen a riesgo a pasajeros y peatones. ¿Por qué ocurre esto? La explicación está en el modelo laboral bajo el que opera el transporte público: el . En este sistema basado en ‘autorizaciones’ no existen vínculos formales entre chofer, dueño del vehículo, empresa de transporte y titular de la ruta, lo que hace que los buses de una misma ruta o empresa compitan entre sí para ganar pasajeros, a diferencia de un modelo de concesiones que obligaría a las empresas a tener choferes en planilla y con frecuencias de buses definidas.

En este sistema actual, una sola persona es titular de una ruta, pero al no tener ni unidades propias ni solvencia económica convoca a cualquier dueño de bus y choferes sin filtros, a través de letreros como: “Se reciben unidades”. Este régimen hace que los buses de una misma flota ‘correteen’ entre sí, generando desorden en las calles y una larga lista de accidentes de tránsito. Existen , y viceversa, lo que genera caos, pues ambas ciudades comparten tramos.

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La Autoridad del Transporte Urbano (ATU) de Lima y Callao ha advertido la importancia de ‘comisionista-afiliador’ con el que operan actualmente los buses y combis a un , con el fin de darle mejores condiciones laborales a los choferes y evitar el ‘correteo’ de unidades, una de las causas del caos vehicular y de las muertes en las pistas del Perú.

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