Se llama Azucena y tiene 32 años. Hace un año destinaba una hora y diez minutos para llegar a su trabajo. Hoy tarda dos horas, es decir, casi el doble. Todos los días toma tres medios de transporte por tramo: un mototaxi que la traslada de su barrio hasta una avenida principal, una combi que la deja en Ceres (Ate) y un bus del corredor rojo que la lleva hasta San Isidro. Su tiempo de viaje se ha duplicado, según ella, porque el tráfico vehicular también ha empeorado.
Lo que ella declara coincide con el veloz incremento de las unidades de transporte informal que circulan en su ruta. Su número ha hecho que descienda la velocidad de los buses formales de gran tamaño, como los corredores (12 metros). Uno solo de estos es capaz de trasladar hasta 70 pasajeros en el mismo espacio que ocupan tres colectivos con solo 12 pasajeros en total (cuatro por auto). No obstante, la gran cantidad de estos vehículos que invaden las rutas de los corredores ha hecho que estos últimos circulen con lentitud.
De acuerdo con la Asociación de Concesionarios de Transporte Urbano (ACTU), la velocidad promedio de algunos buses ha descendido de 13 km/h a 9 km/h en hora punta desde el 2016, debido a la cantidad de autos y minivanes, que ahora zigzaguean compitiendo por pasajeros.
El incremento de los colectivos, que se llevan los ingresos de los concesionarios, ha afectado la capacidad de estas empresas para renovar o ampliar sus flotas. Actualmente, los corredores trasladan en promedio a 500 mil pasajeros al día, un número que podría aumentar si se despejaran las vías para que la ACTU pueda tener más unidades.
—Medición de campo—
Según un conteo realizado por la campaña #NoTePases de El Comercio en abril del 2018, entre las 6 a.m. y las 9 a.m., por cada unidad del corredor rojo que circulaba en hora punta en la avenida Javier Prado se contabilizaban ocho colectivos informales. De acuerdo a una medición similar a inicios del 2020, en los mismos días de la semana y a la misma hora, pasaban 12 de estos carros por cada bus.
En cuanto al corredor morado, en diciembre del 2018 se registraban 1.827 colectivos solo en esta ruta. En octubre del 2019 la cifra ascendió a 3.000, a partir de información de campo de la ACTU.
El contrato con los corredores establecía la intangibilidad de las vías. “No debería haber otro transporte público en las vías concesionadas, ni autorizados por la GTU ni informales”, dice Ángel Mendoza, gerente general de la ACTU. Esto último nunca se ha cumplido.
¿Cuántos colectivos circulan por las rutas concesionadas? Según la ACTU, que ha realizado un conteo de placas, operan unos 7.000 (sin contar las combis y coasters que tienen autorización para funcionar en otras zonas, pero que ingresan a las vías concesionadas).
A esos 7.000 se les suman los taxis autorizados que aprovechan su condición de ‘formales’ para realizar el servicio de colectivo (sin poder ser detectados), es decir, que ‘jalan’ o dejan a pasajeros en cada esquina y una ruta específica constante.
Contando estas unidades, habría casi 10 mil colectivos solo en las rutas de los corredores. Cada uno de estos genera hasta S/250 diarios, al trasladar a unos 60 pasajeros durante la jornada, que pagan S/4 en promedio. Es decir, la red de colectivos que invaden los corredores percibe cerca de S/2,4 millones al día, dinero que deja de recibir el transporte formal.
Esto continuará mientras la Municipalidad de Lima no culmine la entrega de los corredores a la nueva Autoridad de Transporte Urbano (ATU) de Lima y Callao, pues esta entidad colocará carriles exclusivos para los buses de los corredores cuando este servicio pase a su administración. Con ello, la velocidad de estos vehículos pasaría de 9 a 18 km/h y las vueltas de cada unidad pasarían de cuatro a seis por día, y llevarían a 50% más pasajeros.
¿Cuándo ocurrirá la fusión con la ATU? Una fuente de la Municipalidad de Lima dijo a El Comercio que ya fue realizada la última firma de adendas con el MEF. En las próximas semanas podría concluir el proceso de fusión.
¿Cuál es la situación actual? De los 49 contratos de concesión o paquetes de servicio (equivalentes a ruta troncales y rutas de aproximación), solo hay 18 vigentes. Es decir, hay 31 contratos pendientes. “Si estuvieran firmados todos los contratos, habría más rutas disponibles, pues estarían listas no solo las troncales que actualmente operan, sino también las alimentadoras”, dice Mendoza. Esto le permitiría a Azucena pasar de tomar tres medios de transporte a solo uno para llegar a su trabajo.
—Lo que debes saber—
► Las acreencias –deuda a los concesionarios por la demanda no percibida– en el 2018 fueron de S/2,1 millones, y en el 2019 pasaron a S/5,6 millones en el corredor azul. Es decir, se ha multiplicado más del doble en esta gestión municipal.
► Otro de los beneficios que traerá el traslado de los corredores a la ATU es que mejorará la programación de buses, que actualmente no se realiza con un centro de control especial, como establece el contrato.