Con la cifra de contagios de COVID-19 en aumento durante las últimas semanas, el verano ha llegado para poner en el centro de la polémica un nuevo tema: ¿se deben habilitar las piscinas y playas durante esta temporada? Y, de ser así, ¿qué riesgos acarrearía dicha decisión? El Comercio consultó con dos expertos sobre el escenario que podría surgir a partir de esa decisión.
MIRA: Revisa aquí los cursos gratuitos que se dictarán en la Municipalidad de Lima este verano
Según explicó el director del Centro Nacional de Epidemiología y Control de Enfermedades (CDC), Luis Rodríguez a RPP, los resultados de la segunda ola se podrán saber a finales de enero; sin embargo, el repunte de casos de la segunda semana de diciembre indicaría que ya le estamos viviendo.
A esta situación hay que añadirle que durante la época de verano las piscinas y playas son centros de recreación bastante concurridos por los ciudadanos, lo que convertiría a estos lugares en factores que conlleven al crecimiento de una segunda ola de contagios en el país.
En este sentido, una de las mayores dudas es acerca de la infección directa de una persona a través del agua en lugares recreativos como la piscina y playa.
MIRA AQUÍ: Pantanos de Villa: conoce cómo inscribir a tus hijos en los talleres de verano
De acuerdo con información brindada por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, aún no hay evidencia de que el coronavirus se trasmita a través del agua en lugares recreativos.
“No hay evidencia de que el COVID-19 pueda transmitirse a los humanos mediante el uso de aguas recreativas”, que incluyen las aguas dulces (como lagos, ríos, o piscinas) y las saladas (como mares o playas)”, indicaron en un documento.
Por otra parte, el portal web Salud con Lupa, explica que aunque pueda existir un mínimo riesgo de que el virus se trasmita a través del agua, su capacidad infecciosa no es la misma, o sea, “puede estar presente y no propiciar contagios”.
Ellos explican que esto se debe a que el SARS-CoV-2 al estar diluido en el agua reduciría su dosis de infección; sin embargo, no existe evidencia aún que confirme totalmente esto por falta de estudios científicos.
Este Diario conversó al respecto con el epidemiólogo de la Universidad Cayetano Heredia, César Ugarte, y con el infectólogo Julio Cachay, quienes explicaron la realidad de esta situación.
MIRA: Colegio Médico sobre la pandemia: “A fines de enero probablemente el escenario sea peor”
“El agua de la piscina en sí no conlleva un riesgo de contagio, porque estas aguas son procesadas y renovadas, destruyendo así al virus. Este no es el mecanismo de trasmisión, el riesgo reside en el cumulo de personas”, explicó Julio Cachay.
“En teoría no (se contagia de Covid-19 a través del agua), el problema es que después tú estas tocando las cosas, te tocas la cara, no hay mascarillas, hay personas alrededor. Si estas solo no habría ningún problema, igual pasa con la playa”, comentó por su parte César Ugarte.
Ambos especialistas aseveran que en realidad los más riesgoso de ir a las piscinas o playas es la aglomeración de personas que puedan trasmitir el virus a otros, ya que, al transmitirse por secreciones respiratorias, estas multitudes lo hacen más fácil contraerlo y contagiarlo.
“El riesgo de este nuevo coronavirus es que es transmitido de persona a persona de forma directa a través de las secreciones respiratorias. Esto tiene mayor riesgo de ocurrir cuando hay mayor aglomeración de personas que no guardan una distancia de por lo menos un metro entre ellos. Cuando las personas están cerca el riesgo se incrementa, por lo tanto en lugares donde exista aglomeración de personas y que no guarden esa distancia social el riesgo es mayor. Uno de esos lugares es la piscina por el hecho de que van a concurrir varias personas o la playa”, comentó Cachay.
César Ugarte menciona que no hay una manera de medir cuantas personas irán a estos lugares, como poner distancia entre ellos. “Los problemas son alrededor de esa piscina, el aforo, que estén separados, cuando se come, y ahí es donde no hay una forma de separar o medir a las personas en una piscina. Si fuera una piscina para entrenar natación, si tú tienes tu carril y no estás en contacto con nadie, no pasa nada, si el lugar es en espacio abierto”, dijo el epidemiólogo.
Por último, Cachay recuerda el riesgo que hay de contraer otras enfermedades en lugar de coronavirus a través de las aguas recreativas de las piscinas o playa.
“En la piscina se pueden transmitir con más frecuencia enfermedades de contacto directo o gastrointestinales. Se debe evitar la ingesta del agua de la piscina y tener una mayor limpieza al ingresar a estas”, finalizó.
VIDEO RECOMENDADO
Pasos para registrar una solicitud de vacante en la plataforma del MINEDU
TE PUEDE INTERESAR
- Verano: ¿cómo cuidar tu auto del calor intenso?
- Vacaciones útiles: cinco opciones diferentes (y con distancia social) para el verano de tus hijos
- Verano 2021: 5 enfermedades que afectan a los adultos mayores y cómo protegerlos
- Todo lo que necesitas saber para cuidar (como se debe) a tu mascota en verano
Contenido sugerido
Contenido GEC