Unidad de Investigación
El pasado 15 de febrero, el fiscal Marco Carrasco, de la Fiscalía Anticorrupción de Lima Norte, abrió investigación a los que resulten responsables por delitos contra la administración pública luego de conocerse los primeros nombres de los funcionarios que, junto a sus familiares, se vacunaron fuera de los ensayos clínicos de Sinopharm. A razón de ello, intervino ayer cinco entidades, entre públicas y privadas, como parte de sus diligencias preliminares.
El fiscal Carrasco busca determinar si hubo corrupción en este proceso de vacunación, considerando que estas fueron inoculadas antes de que el Gobierno firmara un contrato millonario con el laboratorio chino para que enviara sus dosis. Por ello, ayer se presentó, junto a un equipo de cinco fiscales y personal de la Diviac, en las sedes de la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH), Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), Ministerio de Salud (Minsa), Instituto Nacional de Salud (INS) y Digemid.
Una fuente relacionada a la investigación dijo que recabarán todo lo concerniente a las vacunas, “como registros de ingresos y de salidas a las universidades”.
Mientras el fiscal Carrasco intervenía las instalaciones de la UPCH, su adjunto Augusto López fue al Minsa. Las mismas fuentes indicaron a El Comercio que funcionarios de ese ministerio se negaron a compartir información sobre su convenio con el laboratorio chino alegando confidencialidad.
Los registros
Este Diario ha identificado varios hechos que ocurrieron antes y después de la vacunación secreta. La cronología que acompaña esta nota muestra el cruce de dos intereses: por un lado, Sinopharm en busca de aprobar los ensayos clínicos de fase III y, por otro, las visitas que realizaron al Minsa representantes del laboratorio y de la embajada china en fechas claves de las negociaciones con el Gobierno, que a su vez mantenían conversaciones con Pfizer y AstraZeneca para adquirir vacunas.
Uno de estos hechos es la visita del embajador de China, Liang Yu, a la entonces ministra de Salud, Pilar Mazzetti, el 1 de setiembre. Esto ocurrió un día antes de que llegaran las 27.800 dosis (entre ellas, las vacunas utilizadas para la inoculación secreta) con la delegación china encabezada por el vicepresidente de Sinopharm, Bing Zeng. Ellos llegaron al país como parte de los ensayos clínicos.
Un mes después de esa visita, Mazzetti informó al Congreso que se había caído la negociación con AstraZeneca por “insuficiente información”. En esas fechas, tampoco se concretó una adquisición a Pfizer.
El Comercio también halló dos visitas de Bing Zeng y personal de Sinopharm a Carlos Castillo, miembro de la comisión multisectorial encargada de negociar la compra de las vacunas del Minsa. La primera data del 11 de diciembre y la siguiente el 17 de ese mes. Tres meses atrás, Castillo y tres miembros de este grupo ya habían sido inmunizados.
Otra fecha que llama la atención es el 7 de enero. Ese día, Mazzetti se reunió con Bing Zeng, de Sinopharm. Un día antes, el Gobierno había firmado un contrato con el laboratorio por el lote de un millón de vacunas. El 12 de ese mes, Mazzetti recibió la primera dosis de Sinopharm.
A través de un comunicado, el INS anunció ayer que suspendió a la UCPH como centro de realización de nuevos ensayos clínicos. Indicó que halló “graves irregularidades”.
Este Diario intentó comunicarse con el Minsa, pero indicaron que no podían atender porque las diligencias continuaban. Carlos Castillo, Pilar Mazzetti y la embajada china tampoco respondieron.
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