Después del estruendo que destruye tu casa viene un segundo de aterrador silencio. “¿Dónde están todos?”. Raúl Ticlia almorzaba con su familia en su casa cuando ocurrió un estadillo y dos cilindros de gas atravesaron las paredes. El instinto te hace tratar de protegerte, pero lo siguiente inmediato es buscar a tu familia, contarlos, ver sus caras y los rastros de sangre de la frente de tu mamá. Sales como puedes a la calle y te topas con un gas blanco y denso que lo inunda todo. Los gritos se reactivan en tus oídos y poco a poco vas entendiendo lo que sucedió: el grifo que tantas veces te había hecho evacuar con los tuyos hacia zonas altas había finalmente estallado.
Veinte horas después, ese olor intenso, que se asocia con tragedias, sigue emanando al lado de lo que queda de tu casa. Entre los escombros, solo ruegas que ninguna chispa se encienda.
El Comercio recorrió esta mañana la zona afectada por la explosión ocurrida ayer en el grifo Grupo Espinoza SAC (GESA), afiliada a Primax, que dejó un muerto y más de 40 heridos en Villa María del Triunfo. Además de constatar que los daños materiales se extienden a varias cuadras a la redonda, registramos que sigue emanando gas de uno de un contenedor del gas natural comprimido. Este video evidencia la fuga del gas cuyo silbido agudo y constante mantiene en alerta a los vecinos. Varias unidades del Cuerpo General de Bomberos Voluntarios del Perú se encuentran en la zona. Los bomberos colocaron una manguera con agua permanente a fin de controlar la temperatura de la válvula del cilindro.
“Desde que ocurrió la explosión no ha dejado de salir el gas. No hemos podido dormir por miedo a que ocurra algo peor. Toda nuestra casa está afectada, las puertas han salido volando y encima el olor es insoportable”, cuenta Roxana Paredes, vecina del Pasaje 5, calle adyacente a la parte trasera del grifo.
La Municipalidad de Villa María del Triunfo ha informado que, cuando se terminen los trabajos para controlar la fuga de gas, se procederá con la clausura definitiva de la estación de servicios. Mientras tanto, la incertidumbre ha obligado a los vecinos a dormir en las calles por la presencia del gas en los alrededores. Tampoco tienen servicio de energía eléctrica ni señal de celular desde ayer.
Los vehículos que estaban recargando combustible en el grifo se mantienen varados en el lugar desde ayer debido a que los motores no pueden ser prendidos para evitar una explosión.
No era la primera vez
Mientras tratan de recoger los vidrios rotos y pedazos de ventanas que incluso cuelgan de los cables, árboles y postes, todos los vecinos con los que conversamos confirman que ayer no fue la primera emergencia en el grifo. Hubo, al menos, otros cuatro episodios de fugas de gas que los hicieron evacuar hacia las zonas alejadas.
“Las fugas son recurrentes, nunca llegó a la magnitud de ayer, pero han sido casos fuertes. A mediados de febrero tuvimos que correr con mis hijos en la madrugada unas cinco cuadras para llegar al cerro. Vivimos asustados y ahora vemos nuestra casa destruida”, relata Raúl. Aunque su propiedad, que funciona también como un alojamiento, es una de las más dañadas -han quedado destrozadas las habitaciones, escaleras, columnas, paredes y techo- se consuela con que nadie resultó herido de gravedad, salvo los ligeros raspones en la frente de su mamá.
A más de 300 metros, Juan Gómez Quecho también ha perdido parte de su casa, pero él sí tiene cortes más graves en el brazo y la cabeza. Su vivienda, ubicada en la calle Andrés Avelino Cáceres, parece haber sufrido los estragos de una guerra.
“Nadie ha venido a ayudarnos. Ni la municipalidad ni los representantes de la empresa. Anoche tuve que dormir afuera en plena lluvia, mi casa no sirve ni para caminar”, explica el hombre de 60 años parado sobre los pedazos de vidrio esparcidos en el suelo de lo que queda de su sala. Ya no hay techo y en el área del comedor yace uno de los cilindros de gas que fueron expedidos durante la explosión. Juan Gómez estaba solo cuando sucedió la explosión. En el cuarto de su sobrino, todo el techo de calamina se vino abajo.
La explosión ocurrió ayer, aproximadamente a las 4:20 de la tarde, en la planta de abastecimiento de gas natural del grifo del Grupo Espinoza SAC, afiliado a Primax. La empresa informó hoy que se hará cargo de reparar los daños en viviendas, negocios, vehículos u otros bienes afectados. Hasta el cierre de esta nota, los vecinos consultados por este Diario aseguraron que no habían sido visitados por representantes de la compañía.
El accidente también causó la muerte de Carlos Enrique Flores Revollar (32), jefe de la planta de compresión. Asimismo, 27 personas heridas fueron atendidas en hospitales. Otra decena resultó con cortes menores.
A través de un comunicado, Primax indicó que la explosión ocurrió en la planta de compresión de gas natural contigua al grifo y que es administrado por la empresa Espinoza SAC. Esta empresa “es de propiedad y operaba por un socio afiliado a Primax”, indicaron. No obstante, remarcó que las causas del accidente aún son materia de investigación por parte de las autoridades.
Esta tarde, el presidente del Consejo de Ministros (PCM), Gustavo Adrianzén, anunció que el Gobierno declarará en emergencia a los distritos de Villa María del Triunfo, Villa El Salvador, Lurín y Pachacámac afectados por la explosión. “Esta es una condición legal que requerimos a efectos de que Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci) pueda dar el paso siguiente a la primera respuesta. El proyecto de decreto de urgencia se está terminando de elaborar y va a pasar de inmediato a agenda de Consejo de Ministros”, señaló.
También aseguró que las familias afectadas recibirán un bono de parte del MEF que les permita costear en temas de alimentación y vivienda.