Por: Mayté Ciriaco
El pasado 5 de julio, el ministro de Salud, Óscar Ugarte, informó que el país había superado los 8 millones de dosis de vacunas contra la COVID-19, y que el 10% de los peruanos ya tiene dos dosis. Si bien este porcentaje aún está muy por debajo del 70% que se requiere para lograr la inmunidad de rebaño, ya es posible identificar algunos avances: El Perú se posiciona como el país con mayor reducción de muertes diarias en Latinoamérica.
La Unidad de Periodismo de Datos de El Comercio analizó la situación de 18 países de la región, entre mayo y junio. Ocho de estos han reducido las muertes diarias. Además del Perú, figuran Brasil, México y Ecuador. Mientras que los de mayor incremento de muertes diarias son Colombia, Argentina, Paraguay, Bolivia y Chile.
Juan More Bayona, experto en inmunología comparada y miembro de American Society for Virology, subraya que, si bien aún el porcentaje de inoculados es bajo, en un proceso de vacunación enfocado en aquellas poblaciones altamente susceptibles como se ha dado en el Perú, la caída de la mortalidad es notoria. “A pesar de que nuestro sistema de salud ha tenido un manejo pésimo de la pandemia, el hecho de empezar a vacunar a esa población susceptible hace que tengamos estas cifras”, afirma el también investigador.
En la misma línea, el doctor Alfonso J. Rodriguez-Morales, vicepresidente de la Asociación Colombiana de Infectología, resalta que si se protegen a las personas más propensas a evolucionar a formas graves del COVID-19, se impacta significativamente en reducir la proporción de ellos que puedan tener un desenlace fatal de la enfermedad. “En Perú y otros países de América Latina, donde se ha vacunado población adulta mayor, así como personal de salud, se empieza a observar una clara reducción de la transmisión y las muertes por COVID-19 en esos grupos”, menciona.
El análisis realizado por la Unidad de Periodismo de Datos también revela que ocho países han tenido una reducción del promedio de casos positivos de COVID-19 por día. Argentina y Perú han tenido la caída más grande. Pasaron de tener 25.484 a 21.660, y 5.161 a 3.000 casos positivos diarios, respectivamente.
Para More Bayona no solo son las vacunas las que han influido en esta reducción de casos confirmados, hay otros factores que podrían estar correlacionados a la caída de las cifras en el país. En primer lugar, se encuentra la población que ya ha estado expuesta al virus, que ha sobrevivido y que ha desarrollado cierto grado de inmunidad que le conferiría cierta protección. El infectólogo resalta que este es un factor que no se está tomando en cuenta. “No estamos midiendo el impacto de la pandemia en las poblaciones. Se deben hacer estudios de seroprevalencia para medir cuánta es la población que se ha expuesto y ha desarrollado inmunidad”, explica.
En segundo lugar, se encuentra la continuación de las medidas de salud pública y social. El doctor Rodriguez-Morales explica que es necesario seguir con las cuarentenas focalizadas en ciertas zonas, el lavado frecuente y correcto de manos con agua y jabón, el distanciamiento físico, el cumplimiento estricto del uso correcto de mascarillas, las restricciones de aforo en los lugares, el evitar eventos que propicien aglomeraciones masivas, de cualquier índole, religiosas, culturales, deportivas, entre otras; así como continuar en la educación al respecto. “Recientemente se ha demostrado, en Estados Unidos, que las fiestas de cumpleaños, particularmente de niños, generan aglomeraciones que impactan en un aumento de la transmisión del COVID-19 en grupos familiares”, aseguró Rodriguez-Morales.
En ese mismo sentido, la directora de Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa F. Etienne, mencionó en conferencia de prensa “que es importante que las medidas de control y de salud pública se concentren en reducir el contagio, independientemente de la variante que tenga. Se deben mantener, fortalecer y aprovechar las herramientas que han demostrado eficacia, como el uso de mascarillas y el distanciamiento social”, señaló.
El incremento de contagios en Uruguay y Chile
Pese a que cada día se aplican más vacunas, según el análisis de la Unidad de Periodismo de Datos 12 de 14 países han aumentado sus dosis diarias de vacunas entre mayor y junio, hay algunos países que enfrentan un dramático aumento de casos confirmados. Rodrguez Morales afirma que esta situación se da porque aún siguen existiendo personas susceptibles. “Al vacunar a personas priorizadas, por su riesgo de tener formas graves y fatales, de la enfermedad, por ejemplo mayores de 60 años, cambia el grupo de personas que son susceptibles”, señala el experto. Es así que ahora los que más se infectan son jóvenes, porque no están vacunados, pero sobre todo, porque no están cuidando las medidas. El epidemiólogo afirma que “no tienen la percepción del riesgo, al considerarse protegidos solo por ser jóvenes”. Sin embargo, estas personas no solo se infectan, sino que también se pueden complicar, aunque sea en una frecuencia relativamente menor.
Chile y Uruguay, son los países con el mayor porcentaje de personas vacunadas, pero son también dos de los más impactados por una nueva ola de contagios. Rodriguez-Morales explica que probablemente, además de la falta de continuidad con las medidas de protección, aún la vacunación no ha logrado alcanzar la inmunidad de rebaño. “Si bien Chile, por ejemplo, lleva más de 60% de vacunados, se necesita posiblemente entre 70-80% para lograr esa inmunidad colectiva y reducir la transmisión”, señala.
“Cuando se diseñaron las vacunas el objetivo general era reducir enfermedad severa y muerte. Se consideraba, y hasta ahora es así, que el objetivo no era tanto reducir la infección, el contagio”, afirma Juan More Bayona. En ese sentido, un individuo que se vacuna aún puede infectarse. Los expertos explican que es difícil reducir los contagios. En el caso de la influenza o de otras enfermedades respiratorias la situación es similar: las vacunas nos previenen de una enfermedad severa, pero no nos confieren esa protección frente a la infección. “Si lo hicieran estaríamos hablando del desarrollo de una inmunidad esterilizante”, resalta More Bayona. Es decir, que el individuo que se vacuna ya ni siquiera está expuesto al virus.
Este punto sólo es posible lograrlo con muy pocas vacunas. En el caso de enfermedades respiratorias, ninguna lo consigue. Por ello, es imposible pensar que, en un inicio, se va a producir esa inmunidad esterilizante. El infectólogo menciona que lo que sí se ha visto es que en algunos países las vacunas parecen que generan un impacto en la infección, no la reducen al 100%, pero sí hay un porcentaje interesante al que recomienda prestarle atención.
Es importante tener en cuenta que las condiciones en todos los países son distintas. More Bayona explica que, si bien es cierto que el reporte de reducción de infecciones en Qatar o en Israel es información importantísima, no se pueden hacer comparaciones con nuestro país, por ejemplo. “La transmisión comunitaria en Israel no es la misma que en el Perú. Es más, la transmisión comunitaria ahora en nuestro país no es la misma que la que se dio hace uno o dos meses. La pandemia es bastante cambiante”, afirma.
Juan More Bayona explica que en ese contexto, la clave para ver cómo influye realmente la vacunación en otros países, como Chile y Uruguay, es ver que esos casos que se están incrementando se correlacionan con un incremento de hospitalización y muerte. El escenario más positivo es que los casos se incrementen, pero que no haya ni más hospitalizaciones, ni más muertes.
¿Las nuevas variantes podrían aumentar los casos positivos?
Según señala More Bayona, es que las vacunas, independientemente de su origen nos confieren una reducción de riesgo de desarrollar enfermedad severa. Y, afortunadamente, hasta la fecha no se ha visto la aparición de una variante que evita completamente la inmunidad desarrollada por la vacuna. Lo que sí es cierto es que mientras más reduzcamos la transmisión, que está correlacionado con la vacunación masiva, se evitará que precisamente aparezcan esas nuevas variantes que evadan la respuesta.
“Nuestra mejor herramienta es vacunar lo máximo que se pueda para que el virus no tenga esa posibilidad de adquirir cambios que se conviertan en variantes o que eventualmente se convierta en una cepa distinta a la que ya conocemos y de esa forma tengamos que reestructurar las vacunas”, afirma el infectólogo, quien señala que hay muchas variantes que finalmente se diseminan.
En ese sentido, la directora de la Organización Panamericana de la Salud, Carissa F. Etienne, pidió prestar atención a la lentitud con la que avanza la vacunación en la región. Advirtió que el control del virus podría tomar años si se mantienen las tendencias actuales, si se toma en cuenta que algunos países solo han vacunado al 3% de su población. Por esa razón, hizo un llamado a los países que tienen un número suficiente de vacunas para compartir con aquellos que carecen de las mismas. “Nuestros países saben cómo desplegar vacunas y están listos para hacerlo, pero necesitan más dosis y las necesitan ahora”, afirmó.
Otro punto importante a tener en cuenta es que no se debe confundir la capacidad de un virus de adaptarse a un área determinada, con la capacidad del virus de transmitirse de forma más eficiente. Es diferente la capacidad de adaptación del virus a una región que le brinde las condiciones para que se den grandes olas de brotes precisamente de esa variante, con que una variante tenga una mayor transmisibilidad. “Por ejemplo, en el caso de la variante del Reino Unido, que ya se encuentra en más de 70 países, no vemos el mismo comportamiento de incremento de casos de lo que se vio en este país”, dice More Bayona.
Para el experto, la misma situación se da con la variante Delta (o India) “si bien llegó a Arequipa, hasta donde tengo entendido los indicadores de contagio están a la baja”, afirma. En ese escenario es un ejemplo como esta variante se ha adaptado a las condiciones de India. More Bayona señala que los brotes en ese país se han dado “no porque la variante sea más transmisible, sino porque estaba en el momento correcto y preciso como para que se desplieguen. En la India se han liberado muchas medidas por motivos religiosos, sociales y el sistema de salud también ha contribuido al aumento de casos.
Los contagios son multifactoriales y uno de esos factores es precisamente el comportamiento humano. Es decir, el contacto estrecho de personas, las aglomeraciones, el no seguimiento de las medidas. “Mientras no adherimos más a las medidas y nos vacunemos más, vamos a tener un mejor control de la pandemia”, finaliza el experto.
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