El refugio de vida silvestre de los Pantanos de Villa (RVSPV), la única área natural protegida dentro del centro urbano de Lima Metropolitana, se encuentra en alerta a causa de la contaminación en sus límites que colindan con vecindarios. Cada semana, se recogen más de tres toneladas de basura en esta zona. El Servicio Nacional de Áreas Protegidas por el Estado (Sernanp) indicó que esto supone una amenaza a la biodiversidad asociada a los espejos de agua que se conservan en el refugio.
Ante estos peligros, la Autoridad Nacional del Agua (ANA), adscrita al Ministerio de Agricultura, inició hace unas semanas un estudio de la calidad de agua en los pantanos. El informe final estaría listo en el 2020.
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El jefe del RVSPV, Omar Ubillús, informó que es fundamental que estos trabajos estén a cargo de la ANA, ya que tiene mayor capacidad de decisión para buscar soluciones en caso de que los resultados del monitoreo sean negativos.
“La información que obtengamos será de carácter oficial y nos permitirá conocer la realidad de los pantanos. Además, esta entidad está facultada para notificar a los ministerios que necesitan intervenir”, dijo.
Flor de María Flores, especialista de la Autoridad Local del Agua de Chillón-Rímac-Lurín, sostuvo que durante el primer recorrido por todo el perímetro del RVSPV se identificaron los puntos donde abundan residuos sólidos y desmonte. Además, ya se tomaron muestras en zonas de afloramiento de agua subterránea.
—Ubicación—
El último estudio a profundidad de la calidad del agua lo realizó hace diez años la Dirección General de Salud Ambiental (Digesa). “Esta vez se buscará la identificación de las fuentes contaminantes, en todas las zonas que abastecen a las lagunas. Además, podremos saber de dónde provienen los elementos contaminantes: de las zonas urbanas o de producción industrial”, contó Ubillús.
El Comercio, en un reciente recorrido, corroboró que en la Av. Defensores del Morro, hay puntos de descarga residual hacia la Laguna Mayor. En la Av. 12 de Octubre, zona de gran afloramiento de aguas subterráneas, también se dejan desechos. 
Datos
A mediados de este año, el Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico confirmó que la contaminación causada por la presencia humana y el desmonte en la zona sigue afectando las concentraciones de agua.
Recién hace cinco años, toda la periferia obtuvo agua y desagüe. Pero hay 200 familias que viven en Villa Baja que aún no cuentan con ese servicio. Sernanp espera que Sedapal atienda estos casos.
Este trabajo fue articulado entre el Sernanp y la ANA, a través de un convenio interinstitucional. sepa más