Sedapal informó que en los últimos años, la presencia de contaminación en las aguas del río Rímac aumentó 10 veces debido al arrojo de cargas residuales sin tratamiento previo.
Yolanda Andía Cárdenas, gerente de Producción y Distribución Primaria de Sedapal, consideró como muy grave que la materia orgánica en el río Rímac esté por encima de los valores ambientales permitidos.
"En los 40 puntos que evaluamos hemos encontrado materia orgnánica de tipo industrial, biológico y químico. Son componente no usuales del agua. Son residuos de industrias alimentarias, por ejemplo, pero también de basura y hasta animales", señaló en una entrevista a Andina.
Entre los puntos de la represa Antacoto y la bocatoma N°2 de Sedapal en El Agustino, en unos 150 kilómetros de distancia, hay compañías mineras, centros poblados, industrias de alimentos, gaseosas y curtiembres que operan en Santa María de Huachipa.
En ese sentido, la representante de Sedapal señaló que esta situación debe ser atendida por la Autoridad Nacional del Agua (ANA), mientras que la Dirección General de Salud Ambiental (Digesa) debe promover que industrias cuenten con sus propias plantas de tratamiento.
- Consecuencia -
A causa de los altos niveles de contaminación, en los últimos tres años los costos operativos (compra de insumos químicos) y de mantenimiento en las unidades de tratamiento aumentaron en un 40%. "Ahora compramos insumos importados y tratamos las aguas cada 15 días y no cada año como lo hacíamos antes", señaló Andía Cárdenas.