A casi dos meses del inicio del año escolar 2022, el Ministerio de Educación (Minedu) aprobó la norma que dispone el retorno a la presencialidad y/o semipresencialidad en todos los colegios públicos y privados del país. El inicio de clases será entre el 1 y el 14 de marzo del próximo año.
En este documento, aprobado con la Resolución Ministerial 531-2021-Minedu, se estableció que en las escuelas urbanas se dictarán como máximo cuatro horas de clases presenciales, mientras que en el ámbito rural se cumplirán las horas pedagógicas completas (seis en primaria y siete en secundaria). También se dispone que los quioscos, las cafeterías y los comedores escolares se mantendrán cerrados y que el personal que retorne al servicio educativo con algún grado de presencialidad deberá contar con las dosis de vacunación completa.
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El tema de los horarios diferenciados ha sido observado por especialistas en materia educativa.
Para Norma Correa, experta en políticas públicas, ese horario de cuatro horas traerá problemas para la organización familiar, porque la mayoría de familias no está haciendo trabajo remoto. “Se debería corregir eso. En todo caso, se debería establecer cuatro horas como mínimo y los colegios que estén en capacidad de ampliar ese horario que lo hagan”, opinó.
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Al respecto, el exministro de Educación Idel Vexler consideró que las escuelas pueden empezar con esas cuatro horas de presencialidad, pero para mayo o máximo en julio ya se deberían haber incrementado las horas pedagógicas de las clases presenciales.
Tanto Correa como Vexler consideraron que esta norma constituye un avance y que tiene varios puntos positivos. Uno de ellos es que ahora las clases a distancia solo se darán para casos excepcionales, como cuando una escuela no cumpla las condiciones básicas para la presencialidad o para el caso de estudiantes con factores de riesgo.
El otro punto que destacan es haber reducido el distanciamiento entre alumnos a un metro, como recomiendan los organismos internacionales. Esta decisión permite un aforo viable en las escuelas. La norma precisa que frente a un caso sospechoso o confirmado de coronavirus, se suspenderán las clases en el aula por 14 días. Durante ese tiempo, los estudiantes y docentes deben guardar cuarentena.
Correa y Vexler mostraron su preocupación porque el Ejecutivo aún no nombra al ministro de Educación, sobre todo porque solo quedan dos meses para que más de 35 mil locales educativos cumplan las condiciones de infraestructura adecuada y de bioseguridad, como tener aulas ventiladas y señalizadas, lavaderos de manos, entre otras.
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“Hay un tema que no se está discutiendo. Es el caso de los colegios que no tienen la infraestructura adecuada para cumplir los protocolos de bioseguridad. Se deben habilitar canchas así como otros espacios públicos y ponerlos a disposición de los colegios de forma temporal. La sociedad tiene que aunar esfuerzo para que el retorno a clases sea viable. Los municipios deben colaborar con esto”, opinó Correa.
En este retorno a clases no todo se resuelve desde la logísticas, sino que -dijo Correa- va a ser importante la campaña de comunicación ciudadana para luchar contra las noticias falsas.
Vexler agregó a esto que el gran desafío del retorno a clases será justamente habilitar las escuelas. A partir del 3 de enero, los colegios abrirán sus puertas para el que director, los profesores y el personal administrativo empiecen a organizar y gestionar todo para que en marzo empiece el período lectivo. “Eso debió hacerse tiempo atrás, pero más vale tarde que nunca”, comentó.
“Ahora, el gran desafío de los directores de colegios, de la comunidad educativa de cada colegio, de las ugel, de las direcciones regionales de educación es comenzar y desarrollar rápidamente la limpieza y el mantenimiento de los locales escolares y el mobiliario respectivo porque, prácticamente, ha estado abandonado dos años [...] Debieran recurrir al apoyo de los municipios y de las Fuerzas Armadas, y también de las empresas privadas y de la sociedad civil”, dijo el exministro de Educación.
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Agregó: “Es imposible que en dos meses los colegios cuenten con su saneamiento básico, pero se debe garantizar el agua segura. Eso significa que todas las escuelas tengan agua segura aplicándole gotitas de lejía y hacer el debido tratamiento a los silos. Tienen que haber lugares seguros para el lavado de manos constante”.
Daniel Contreras, especialista en educación del Unicef Perú, opinó que el balance de la norma es positivo, porque establece con claridad el retorno obligatorio a la presencialidad o semipresencialidad, y también porque se establecen criterios de actuación frente a casos COVID-19 en los colegios.
Un aspecto a mejorar es que se aclare la participación protagónica de los gobiernos regionales y municipalidades en este esfuerzo del retorno a las escuelas. Además, considero que el Ministerio de Educación debió aprobar esta norma dos meses antes, por lo menos. Esta para tener tiempo poner a prueba los protocolos. “En los mil colegios que abrieron bajo la modalidad semipresencial en el 2021 nos dimos cuenta que había un período corto de aprendizaje”.
Sobre las cuatro horas presenciales en los colegios urbanos, Contreras opinó que es una medida que se adoptó en la mayoría de países que retornaron a la presencialidad en las escuelas y básicamente fue para evaluar el asunto de los espacios de las aulas y aforos.
La idea de esto, explicó el experto de Unicef, es que para el caso de colegios que no cuenten con los espacios suficiente y tengan una población escolar numerosa, estos puedan manejen clases por turnos. “Debe considerarse como una medida temporal, porque ahora lo primordial es empezar a recuperar los aprendizajes y a los estudiantes que dejaron la escuela que seguramente son varios cientos de miles”, puntualizó.
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