Una vez abierto un medicamento en frasco, va perdiendo sus características curativas y su consumo podría tornarse negativo, por lo que debe desecharse máximo a los 30 días. Así lo reveló hoy el decano nacional del Colegio Químico Farmacéutico, Luis Kanashiro.
La fecha de expiración indicada en la caja de los medicamentos líquidos deja de ser válida al transcurrir un mes de su primer uso, sostuvo Kanashiro: “Una vez abierta una medicina recibe oxígeno y las micropartículas del ambiente, por lo que va perdiendo su principio activo y, por lo tanto, ya no cura”. Explicó también que vitaminas como la D, E y, sobre todo, la vitamina A, pueden ser altamente tóxicas al degradarse y pueden causar hepatopatías cuando se acumulan en ese estado en el hígado.
El especialista recomendó alejar los medicamentos de la humedad del baño y del calor de la cocina para retrasar la degradación y recalcó que las medicinas líquidas no deben echarse por el desagüe sino colocarse en una bolsa plástica rellena con harina para que se forme una masa y así botarse junto a la basura convencional.
Además, recordó que debe evitarse mezclar el consumo de medicinas con bebidas alcohólicas ya que las enzimas del hígado pierden su capacidad de metabolizar las sustancias médicas cuando se ingiere alcohol.
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