Los ‘callejones’ de la Línea 2 del Metro: los desvíos peatonales que se han convertido en peligrosos pasajes

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Uno de estos factores está relacionado directamente con el cierre de vías producto de las obras de la Línea 2 del Metro de Lima. Vecinos denuncian constantemente robos y asaltos principalmente en horas de la noche a lo largo de los estrechos ‘callejones’ que se forman entre los cercos perimétricos y las fachadas de casas y negocios.

Esta situación se ha reportado en distritos como Ate Vitarte y Breña. En el primero, cámaras de seguridad ubicadas en la Urbanización Ceres graban continuamente como transeúntes que regresan a sus casas a altas horas son asediados por grupos de cuatro a cinco delincuentes, quienes les cierran el paso y a empujones los conducen al interior de restaurantes y otros locales para despojarlos de sus cosas.

Tras cometer el robo, dejan ir a sus víctimas no sin antes amenazarlos con no pedir ayuda. Acto seguido se retiran caminando tranquilamente por el “callejón” como si nada hubiera pasado.

En un recorrido por estos puntos, El Comercio comprobó la sensación de inseguridad que hay al caminar por estos angostos pasajes, los cuales no tiene más de metro y medio de ancho. En el caso de Ate, se trata de vías de acceso en las inmediaciones de la prolongación Javier Prado y la Av. Nicolás Ayllón. Toda esta zona está llena de negocios y pequeños emprendimientos que funcionan mayormente de día.

En el caso de Breña la situación no es muy distinta. El punto donde se ubican estos ‘callejones’ es en la avenida Arica, cerca al óvalo Bolognesi. Los pasajes abarcan casi tres largas cuadras. A diferencia de Ate, aquí la cantidad de negocios es menos, pero la sensación de inseguridad, principalmente de noche, es la misma.

Durante el tiempo que duró nuestro recorrido no se observó a ningún sereno o policía rondando por estos puntos. Lo que sí se advirtió fueron a varias motos utilizando estos accesos, pese a que al menos en el caso de Breña, habría letreros que señalaban que no estaba permitido.

Es en este último distrito donde sí se advirtió a personal y maquinaria, poniendo en marcha los trabajos de la Línea 2 del Metro de Lima. Por el contrario, en el caso de Ate, no se pudo observar movimiento alguno dentro de la zona de obras.

Los vecinos indicaron que se sienten abandonados por las autoridades, pues les han pedido en reiteradas ocasiones mayor seguridad en ambos sitios, pero refieren que los robos continúan e incluso han aumentado.

Por su parte, la Sociedad Concesionaria Metro de Lima Línea 2 indicó a este Diario que el avance global del proyecto actualmente es del 47%, según el último reporte trimestral de Ositran, de enero 2023. No obstante, las cinco estaciones de la Etapa 1A están finalizadas, pero el inicio de la Puesta en Operación Comercial (POC) de esta etapa depende de la solución que decida implementar el Concedente a la problemática del Sistema de Control de Pasajeros. Estamos trabajando en conjunto para la firma de un acta de acuerdos, para materializar la POC este año.

Precisó que las estaciones que presentan mayor avance son Vista Alegre (E-25), Javier Prado (E-26) y Municipalidad de Ate (E-27), todas de la Etapa 1B. “En estas tres estaciones la obra civil está totalmente terminada, al 100%. Y los trabajos de arquitectura e instalaciones electromecánicas tienen un avance de 40%”, señaló. Asimismo, a la fecha ya se cuenta con 14 kilómetros de túnel construidos.

Agregó que a la fecha hay 30 frentes de obra, entre estaciones, pozos y otras infraestructuras en los que se realizan trabajos de obra civil y arquitectura.

Sobre la seguridad concerniente a la obra, sostuvo que los cercos de las estaciones se diseñan e implementan de acuerdo a los parámetros de la ordenanza municipal. “Además contamos con nuestra propia seguridad privada en cada estación”, dijo.

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Vale precisar que la Ley Orgánica de Municipalidades (ley N° 27972) señala que estas deben velar por la seguridad ciudadana correspondiente a su jurisdicción y por la protección de los espacios públicos en dicho ámbito.

El general Eusebio Félix Murga, gerente de Seguridad Ciudadana de Breña, dijo a este Diario que efectivamente el cierre parcial de la avenida Arica debido a las obras de la Línea 2 de Metro de Lima ha desencadenado problemas colaterales en el distrito, tal como el congestionamiento del tránsito y el incremento de la delincuencia en este sector.

“Se crea congestionamiento a lo largo del día en vías aledañas. Además, la zona se hace propicia para que se cometan hechos delictivos, violentos. El cerramiento ha dejado un espacio de un metro a metro y medio, a manera de pasadizos, para el tránsito de las personas que viven en este sitio o tiene que pasar por ahí para poder llegar a su destino. Varias de ellas han sido víctimas de robos, asaltos, arrebatos de teléfonos, principalmente en horas de la noche”, comentó.

Agregó que la gestión municipal ha estado respondiendo a estos hechos delictivos de dos maneras: a través de una brigada canina que patrulla esta zona de la avenida Arica desde las 3 pm y serenos en bicicleta. Esta última se estará implementando durante esta semana.

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“Hay que tener en cuenta que Breña no cuenta con un sistema de videovigilancia que serviría de mucho para poder identificar y detener a las delincuentes, así como apoyar a la Policía Nacional en casos de flagrancia delictiva. Esta es una de las problemáticas que tenemos”, señaló Félix Murga.

Al respecto, sostuvo que el municipio tiene 12 cámaras que han estado guardadas y que, por lo pronto, ya iniciaron el proceso para poder instalarlas en varios puntos del distrito.

Por último, el funcionario dijo que espera que las obras de la Línea 2 de Metro de Lima en la avenida Arica concluyan tal y como está estipulado, es decir, en tres años como máximo.

“El alcalde ha tenido ya varias reuniones con los concesionarios, la ATU, los encargados de la construcción. Se tiene considerado un máximo de 3 años para que se concluyan el tramo correspondiente a Breña. Pero viendo lo que sucede en Ate, donde las obras ya tienen varios años, parece que tiene para un buen tiempo más”, consideró.

El Comercio intentó también obtener una respuesta del municipio de Ate, pero al cierre de la nota no la conseguimos.