“¿Por qué lo dejaste salir si está enfermo?”, fue la cruel respuesta que recibió una madre de familia cuando acudió a la comisaría de San Andrés, en el Cercado de Lima, para denunciar la desaparición de su hijo de 11 años de edad. La mañana del 30 de noviembre, ella estaba vendiendo gelatinas en el Jirón Amazonas con su menor. Por la tarde tenían planeado dirigirse a un hospital para tramitar una hoja de referencia de consulta, pero los planes cambiaron.
Su hijo decidió cruzar la avenida Abancay, y por la gran cantidad de personas, lo perdió de vista. Él vestía un pantalón rojo, polo morado y zapatillas rojas. Pese a sus esfuerzos, no lo ubicó y decidió denunciar el hecho. En la comisaría, lejos de inmediatamente aceptar la denuncia, le reprocharon el por qué estaba él en la calle. Su hijo sufría de un trastorno depresivo y lo medicaba. Según la denuncia policial a la que accedió El Comercio, la nota de alerta por la desaparición del menor se emitió ese mismo día a las 5:05 p.m..
Casi una semana después del hecho, el cuerpo de un niño fue encontrado sin vida en la rivera del río Rímac, cerca del parque de La Muralla, en el Cercado de Lima. El cuerpo que estaba en un avanzado estado de descomposición y vestía la misma ropa con la que había sido reportado como desaparecido el menor en la comisaría de San Andrés.
Ese día, viernes 6 de diciembre, la madre del niño reconoció el cuerpo. Las primeras investigaciones realizadas por los peritos de criminalística señalaron que los restos habrían estado entre 4 a 5 días en el agua.
Este es solo uno de los varios casos de desaparición que, a pesar de haber sido denunciados, no han tenido un desenlace positivo. Tan solo 15 días antes de la desaparición de este menor -luego de mucha insistencia-, los familiares de Sheyla Cóndor lograron registrar en la comisaría de Santa Luzmila de Comas una denuncia por su desaparición.
A pesar de que Sheyla fue incluida en el portal de personas desaparecidas de la Policía Nacional del Perú con una alerta, no se tomaron acciones inmediatas. Fue su madre quien, tras incansables esfuerzos, la buscó por su cuenta y la encontró sin vida.
En la misma urbanización de la comisaría de Santa Luzmila, el 15 de octubre, fueron hallados los restos enterrados de Rosa María Liberto Salcedo, una madre de 36 años reportada como desaparecida en 2011. Su cuerpo fue encontrado 13 años después por unos albañiles que realizaban trabajos en un pozo de una panadería donde ella laboraba.
Elizabeth Vásquez, hija de Rosa María, narró a El Comercio que desde que notaron la desaparición de su madre intentaron denunciar el hecho, pero fue imposible. “Dijeron que era mayor de edad, que esperáramos más tiempo. Habían pasado tres días. ‘Quizá se fue con su pareja, ya va a volver o que nos había abandonado’, nos comentaron. Mi abuela, ante esa negativa, se fue a la Divincri de Comas y ahí sí le aceptaron la denuncia por desaparición”, contó.
¿Cuántas personas han desaparecido?
Según el portal Desaparecidos en Perú, del Ministerio del Interior y la Policía Nacional del Perú, entre enero y octubre de este año se reportaron 14.919 personas desaparecidas, incluyendo niñas, niños, adolescentes y adultos. De este total, 7.446 han sido localizadas. Asimismo, 144 fueron reportadas como fallecidas, mientras que 7.302 con vida.
A nivel departamental, Lima concentra el mayor número de denuncias, con 5.491, seguida por Cusco (958), Arequipa (850), Junín (807) y Lambayeque (722). Por otro lado, Madre de Dios y Moquegua registran el menor número de denuncias por desaparición, con 79 y 83 respectivamente.
El año pasado, en todo el Perú, se registraron 18.192 desapariciones, de las cuales 9.705 personas fueron localizadas. En 2022, la cifra fue aún mayor, con un total de 18.862 desaparecidos y 8.990 personas encontradas. Mientras que en 2021, se reportó el mayor número de personas desaparecidas, con 20.141 denuncias, de las cuales 9.248 fueron localizadas.
¿Cómo denunciar?
El abogado penalista Aarón Aleman explicó que al momento de notar la ausencia de una persona, se puede realizar de denuncia policial por desaparición y esta debe ser recibida por la policía. “Cualquier persona puede presentar la denuncia policial por una desaparición, ya sea de manera presencial o virtual en la comisaría más cercana que pueda ubicar”, dijo el abogado penalista.
Comentó que el personal policial encargado de recibir la denuncia tiene la responsabilidad de atenderla y tramitarla de manera inmediata, urgente y prioritaria. En la dependencia policial, el comisario, como garante del procedimiento, así como el oficial de permanencia, deben asegurar que se informe sobre el trámite de la denuncia, y cualquier otro efectivo policial que haya recibido la denuncia también tiene la obligación de actuarla conforme a los protocolos establecidos.
Es importante señalar que no se debe esperar 24 horas o 48 horas, como a veces afirman algunos malos efectivos policiales, para interponer la denuncia. “En cualquier momento que una persona tenga conocimiento de que su familiar o una amistad no está ubicable, debe ser atendida de inmediato”, remarcó Aleman.
Una vez presentada la denuncia, la policía debe entregar una copia gratuita de la misma al denunciante y facilitar la nota de alerta sin costo alguno. Esta nota es un documento difundido para informar al público sobre la desaparición, lo que permite que el sistema integrado policial a nivel nacional tenga conocimiento del caso.
En el caso de niñas, niños, adolescentes y mujeres víctimas de violencia, además de la nota de alerta, se activa una nota de emergencia, también conocida como alerta Amber. Esta se emite dentro de las primeras 72 horas y consiste en un resumen de la nota de alerta, así como en la utilización de aplicativos informáticos, mensajes de texto y coordinaciones con los medios de comunicación para difundir la información sobre la persona desaparecida.
Si en alguna comisaría se rechaza tramitar una denuncia por desaparición, se estaría incumpliendo el protocolo de actuación establecido. “Los efectivos policiales tienen el deber y obligación de realizar el trámite. Si no lo hacen, no solo tienen una responsabilidad disciplinaria administrativa, que puede ser iniciada por la Inspectoría General de la Policía Nacional del Perú, sino que al mismo incurren en el delito de omisión de funciones”, resaltó el abogado penalista.
Por su parte, la abogada Cecibel Jiménez, del Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán, explicó que desde 2018, el Perú cuenta con el Decreto Legislativo 1428, que establece medidas específicas para la atención de casos de desaparición de personas en situación de vulnerabilidad. Según la experta, este decreto indica que la policía tiene la obligación de registrar la denuncia de manera inmediata.
“Existe un discurso erróneo, muy arraigado tanto en la ciudadanía como en las autoridades, que asegura que se debe esperar 48 horas para presentar la denuncia. Este es uno de los principales obstáculos que enfrentan las familias”, señaló Jiménez.
Adicionalmente, destacó que los estereotipos de género afectan especialmente en los casos de mujeres desaparecidas, ya que a menudo se les dice a los denunciantes que probablemente la persona se ha ido voluntariamente de su domicilio. “Las mujeres no desaparecen por su cuenta, las desaparecen”, subrayó.
El Comercio solicitó una entrevista con el jefe de la División de Investigación y Búsqueda de Personas Desaparecidas de la Policía Nacional del Perú (PNP) con el fin de conocer las estrategias que están implementando para localizar a las personas desaparecidas, pero no recibió respuesta.
Es preciso resaltar que exista la línea gratuita 114 de la PNP donde se puede brindar información que ayude a ubicar a una persona desaparecida.