Jorge Armando Díaz Bartra ha emergido en el escenario público como una figura llamativa al promover el uso de la ayahuasca, una bebida tradicionalmente empleada en rituales. Vestido ocasionalmente con una sotana episcopal y proclamándose “obispo”, Díaz Bartra ha generado interés y controversia, pero detrás de su fachada religiosa se esconden numerosos cuestionamientos sobre su verdadera identidad y credibilidad.
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Jorge Armando Díaz Bartra nació en Tarapoto, Perú, en 1972. Con una presencia activa en redes sociales, especialmente Facebook, donde cuenta con alrededor de 15.000 seguidores, se presenta como el “obispo prelado” y fundador de la Fraternidad Sacerdotal San Giorgio, con sede en Lima. A través de su perfil, Díaz Bartra muestra videos de ceremonias en lugares públicos, como comisarías y hospitales, en los que realiza bendiciones y otros actos religiosos. Sin embargo, de acuerdo al portal web “PortaLuz”, la realidad es que Díaz Bartra no está reconocido por la Iglesia Católica y carece de una credencial oficial válida.
La falta de autenticidad de Díaz Bartra queda clara cuando se observa que la Iglesia Católica no ha validado su estado clerical ni sus actividades. Esta falta de reconocimiento es significativa, ya que la iglesia tiene un proceso riguroso para la formación y la ordenación de sus clérigos, lo que resalta la irregularidad en la situación de Díaz Bartra.
Controversia por ayahuasca
Díaz Bartra afirma haber tenido su primer encuentro con la ayahuasca cuando tenía 18 años, durante su tiempo en el centro de rehabilitación Takiwasi, en Tarapoto. Según sus relatos, durante las ceremonias dirigidas por un chamán, experimentó visiones intensas y sensaciones físicas extremas que interpretó como una forma de purificación.
El papel de Díaz Bartra en la promoción de la ayahuasca está entrelazado con su presentación como líder religioso. Además de sus actividades en redes sociales, ha publicado documentación que supuestamente lo acredita como obispo auxiliar y vicario de la Vicaría Apostólica Ortodoxa San Giorgio, que según él forma parte de la Iglesia Católica Apostólica Ortodoxa del Perú (ICAOP). Sin embargo, este tipo de documentación, especialmente cuando es emitida por organizaciones no reconocidas, carece de validez y autoridad.
Otra controversia
Además de sus cuestionables credenciales y prácticas, Díaz Bartra también ha sido vinculado a otro caso de fraude religioso. En el 2023, su nombre apareció en los medios de comunicación en relación con Juventino de Jesús Espinoza Espinoza, un falso clérigo ecuatoriano acusado de abusos a menores. Espinoza, quien había estado en Perú haciéndose pasar por obispo y sacerdote, tuvo acceso a menores durante su tiempo en el país, lo que resultó en graves acusaciones de abuso. La asociación de Díaz Bartra con Espinoza plantea serias preguntas sobre la red de falsos clérigos y su impacto en la seguridad de menores y la integridad de las comunidades religiosas.
El Comercio se puso en contacto con el Obispado de Carabayllo, donde el personaje en cuestión afirma operar. Sin embargo, el equipo confirmó que esta persona no está reconocida por la Iglesia Católica y ni siquiera forma parte del clero de Carabayllo.
Alcances legales
En un análisis exhaustivo del caso, el abogado especialista en derecho penal Ronny Santillán detalló a El Comercio las posibles implicaciones legales de estas actividades. Según Santillán, la primera preocupación radica en la ostentación de un título eclesiástico no legítimo. “Si se corrobora que Díaz Bartra se presenta públicamente con un título o grado que no le corresponde, podría estar cometiendo el delito de ostentación de funciones, estipulado en el artículo 362 del Código Penal. Este artículo sanciona a quienes ostentan grados o títulos que no tienen, con una pena que no supera el año de prisión”, explicó el abogado.
Además, Santillán abordó la cuestión de la promoción de la ayahuasca como un tratamiento de sanación. “Si Díaz Bartra está ofreciendo ayahuasca como un medio de curación sin la debida autorización, podría estar incurriendo en el delito de ejercicio ilegal de la medicina, conforme al artículo 290 del Código Penal. En el peor de los casos, si la administración de la sustancia resultara en la muerte de algún participante, la pena podría ascender hasta 10 años de prisión”, advirtió. Aclaró que la venta de ayahuasca en sí misma no está directamente relacionada con la receta médica, pero el uso indebido de la sustancia para tratamientos conlleva serios riesgos legales.
Para las víctimas o afectados que deseen buscar justicia, Santillán recomendó actuar con prontitud. “Las personas que se consideren víctimas de fraude o abusos deben presentar una denuncia formal ante la Policía Nacional del Perú (PNP) y la Fiscalía. La ayahuasca es un patrimonio cultural, y su uso debe ser supervisado por individuos con el conocimiento adecuado. Si alguien está administrando la sustancia de manera indiscriminada, es fundamental que se denuncie”, dijo.
Finalmente, Santillán ofreció consejos sobre cómo evitar ser víctima de fraudes religiosos. “Para verificar la autenticidad y credibilidad de un clérigo o líder religioso, es importante consultar su registro en las denominaciones religiosas oficiales. Además, se puede contactar a las autoridades eclesiásticas pertinentes para confirmar que la persona está debidamente reconocida y acreditada”, recomendó el abogado.
El Comercio se contactó con Jorge Díaz para solicitar sus descargos, pero no obtuvo respuesta hasta el cierre de esta nota.
¿Cómo identificar a un falso obispo?
Para protegerse de tales fraudes, los fieles deben recurrir a herramientas de verificación confiables como el Anuario Pontificio, el libro oficial que publica la Santa Sede con información detallada sobre la jerarquía eclesiástica. Aunque no siempre es accesible en formato digital, es una fuente vital para confirmar la autenticidad de los clérigos. Además, las conferencias episcopales de diferentes regiones a menudo tienen páginas web que publican listados actualizados de obispos y otros líderes religiosos, lo que facilita la verificación de credenciales. Plataformas como www.catholic-hierarchy.org, aunque no oficiales, ofrecen información valiosa sobre obispos y su estatus en la Iglesia Católica.
La oficina de la Conferencia Episcopal Peruana proporcionó a este diario enlaces con información sobre los nombres y apellidos de los obispos, los cardenales, los obispos eméritos o jubilados, y el Nuncio Apostólico. De esta manera, será mucho más fácil distinguir a los oficiales de los impostores.
Mapa de todas las jurisdicciones eclesiásticas a nivel nacional.