El último trimestre del año representa la campaña de ventas más importante para los emporios comerciales de Lima debido a la celebración de las fiestas de Navidad y Año Nuevo. Sin embargo, El Comercio comprobó que las calles de Mesa Redonda y Mercado Central son un caos. Ambulantes ocupando vías, mafias extorsivas y enfrentamientos entre informales y autoridades ponen en riesgo tanto a los usuarios como a los negociantes. A un mes de nochebuena, recién se anunció el plan de seguridad de la Municipalidad de Lima.
El pasado lunes 13 de noviembre, el alcalde de Lima Metropolitana, Rafael López Aliaga anunció que adelantaban la ejecución del plan de seguridad para la campaña de Navidad y Año Nuevo. “El Plan Navidad Segura ya empezó. Hemos destinado más o menos 1.500 efectivos de la Municipalidad de Lima [MML], justamente a la zona de Mesa Redonda y el Mercado Central. Si ustedes van con su cámara pueden verificar”, dijo el burgomaestre en esa ocasión, tal como se ve en el siguiente video.
Sin embargo, El Comercio realizó este recorrido y encontró que las calles aledañas a ambos centros comerciales tenían la presencia de ambulantes. Además, las declaraciones del alcalde fueron contradichas por la misma municipalidad, ya que el jueves 23 de noviembre se informó que el plan de seguridad recién se había llevado a cabo; es decir, más de una semana después de los comentarios presentados anteriormente, evidenciando una tardanza.
Si bien ayer hubo un gran despliegue durante la presentación del plan de seguridad de la PNP y la Municipalidad de Lima, horas más tarde, el comercio ambulatorio seguía presente en la zona de Mesa Redonda y Mercado Central. Así lo evidenciaron reporteros gráficos de El Comercio y también medios televisivos como Canal N.
El plan de seguridad
El municipio señaló que 1.500 efectivos de la MML y 1.000 de la PNP se encargarían de garantizar el orden tanto en Mesa Redonda como en el Mercado Central. “Los ciudadanos podrán realizar sus compras con tranquilidad y transitar sin preocupaciones ya que las vías han sido liberadas del comercio informal y ambulatorio”, comentó.
El plan fue presentado junto a diversas gerencias municipales y la policía. “Se han logrado recuperar espacios públicos en las calles que comprenden el área comercial, que habían sido tomadas por vendedores informales. Esto constituía un grave peligro para todos los visitantes”, aseguró el municipio.
Ante ello, se procedió con la intervención de todos los informales instalados, a fin de evitar cualquier tipo de desgracia, como el incendio ocurrido en el año 2001 donde murieron más de 400 personas. “Los jirones que fueron liberados son Puno, Andahuaylas y Cusco. Contarán con personal municipal permanente que resguardará la zona intervenida, evitando que las vías sean ocupadas nuevamente”, afirmó. No obstante, horas más tarde el caos volvió a imperar en la zona.
Frank Casas, especialista en seguridad ciudadana, señaló a El Comercio que no se logra distinguir con claridad el objetivo del plan de la municipalidad. “No se distinguen las metas ni los indicadores que van a permitir monitorear la intervención”, dijo. Añadió que existe un escaso desarrollo urbanístico, el cual se ha mantenido vigente alrededor de los años. “Me llama la atención que la municipalidad solo se concentre en el Mercado Central y Mesa Redonda, y no en otros conglomerados como Las Malvinas o Gamarra. Tratar de expulsar a los comerciantes informales no quiere decir que van a desaparecer, se van a ir a otros espacios. El problema no se suscribe solo a un espacio territorial”, adicionó.
Respecto a la posibilidad de que los efectivos estén presentes un par de días y luego se retiren, Casas comentó que esa falta de continuidad tiene que ver con las pocas capacidades logísticas, tanto de la municipalidad como de la policía, para contar con recursos humanos óptimos. “A pesar de tener la disposición, no es posible mantenerse tanto tiempo porque el territorio es amplio y no sería suficiente la cantidad de efectivos”, dijo.
¿Cómo se encontraba Mesa Redonda y el Mercado Central un día antes del tardío anuncio?
El Comercio recorrió un día antes el Mercado Central, entre las cuadras 6 y 7 del jirón Andahuaylas. Las carretas que llevan mercadería y los puestos ambulantes reducían el espacio para los miles de ciudadanos que llegan al emporio. Esta situación obligó a que los propios comerciantes coloquen vallas metálicas y postes de madera para impedir que los ambulantes se ubiquen frente a sus puestos.
“Ya que el serenazgo no ha botado a los ambulantes que se ponen en la puerta de nuestros puestos y nos quitan dinero, tomamos esta decisión por nuestra cuenta. Se nos exige pagar impuestos, pero la municipalidad no cumplió su trabajo”, explicó Ignacio Nieto, dueño de un local de accesorios para fiestas infantiles.
Esta situación se agrava en las cuadras 8 y 9 del jirón Andahuaylas, que junto con los jirones Cusco, Puno y Ayacucho conforman el cuadrante de Mesa Redonda. Estas vías eran casi intransitables a partir del mediodía. Este Diario comprobó que personal de serenazgo y fiscalización de la MML impedía que algunos comerciantes circulen por estos jirones. Pero eso no restringió la presencia de la mayoría de vendedores informales.
Asimismo, una fila de vendedores ambulantes ocupaba todo el jirón de Mesa Redonda ante los ojos del personal de fiscalización. “No me queda de otra que no reclamarles a ellos [ambulantes] para evitar que me hagan daño o me extorsionen. Los fiscalizadores se paran en la esquina pero no hacen nada. Los ambulantes solo se mueven cuando llega la Unoes, pero cuando se van se mueven a otra calle que esté cerca”, declaró la vendedora de un puesto de decoraciones de Navidad, quien prefirió no mencionar su nombre para evitar represalias.
Los días previos también fueron similares. Por ejemplo, el lunes último a las 11:30 a.m., 35 miembros del personal de la Unoes llegaron al jirón Mesa Redonda para expulsar a los vendedores informales, quienes de inmediato guardaron los ganchos, adornos navideños, entre otros elementos en venta. “Se acabó el recreo”, mencionó uno de los trabajadores de la MML durante la intervención.
Luego del operativo, cinco integrantes de la Unoes permanecieron en esta vía. Sin embargo, como advirtieron los comerciantes entrevistados, a los pocos minutos un ambulante retirado volvió a colocar sus productos en el jirón Cusco. El vendedor fue increpado por un sereno y una fiscalizadora, pero no se movió. El mismo panorama se evidenció el martes, miércoles y jueves.
Por otro lado, la gerencia de Gestión del Riesgo de Desastres de la MML colocó señalizaciones de salida y de hidrantes en postes para la evacuación y atención de emergencias en calles aledañas a Mesa Redonda y el Mercado Central. Sin embargo, a lo largo del cuadrante de Mesa Redonda, no existían señalizaciones de seguridad en el piso. “Si hay un terremoto o incendio, vamos a guiar a ciudadanos y comerciantes para evacuarlos a la avenida Abancay por los jirones Cusco y Puno”, explicó una trabajadora de la mencionada gerencia.
Respecto a las medidas de prevención, debajo de dos postes con señalización de hidrantes no se encontró ninguno de estos suministros de agua. Ambos se ubican en el cruce de los jirones Cusco y Mesa Redonda y en la intersección entre los jirones Santa Rosa y Andahuaylas.
Mesa Redonda: "Fiscalización de la MML no cumple su labor"
Román Nazario, presidente de la Cámara de Comerciantes de Mesa Redonda, sostuvo que labor de la MML para resguardar la campaña de fin de año no ha sido efectiva. “La gerencia de fiscalización de la municipalidad ha renunciado a cumplir su labor. En lugar de recuperar los espacios públicos del comercio informal, ha permitido que el cuadrante de Mesa Redonda sea invadido por 8 mil ambulantes a diario”, dijo Nazario.
De acuerdo al dirigente, se estima que las ventas en el último trimestre del año disminuyan en un 40% en comparación al año pasado. “La campaña de fin de año está en riesgo. Además de la recesión económica que limita los gastos de los ciudadanos, la gran cantidad de ambulantes nos quita dinero y ellos no pagan impuestos”, detalló.
El comerciante señaló que los vendedores que cuentan con locales en las primeras plantas de los edificios del cuadrante de Mesa Redonda suelen ser extorsionados por mafias, bajo la modalidad de colocar vendedores ambulantes frente a sus negocios. “Los extorsionadores cobran entre 20 a 30 soles a los vendedores formales a cambio de retirar a los comerciantes informales de la puerta de su local”, explicó Nazario.
Damero C de Gamarra: sigue siendo tierra de nadie
Las calles del damero C de Gamarra, ubicado entre las avenidas Aviación y San Pablo, han sido invadidas por completo por el comercio ambulatorio. Vendedores informales de ropa, frutas, zapatos y accesorios de diferentes tipos ocupan las veredas y una parte de la avenida Aviación. Este problema agrava el tránsito vehicular en la zona y ha convertido a la avenida en una vía intransitable para los peatones.
“Todos los ambulantes de Aviación pagan a las mafias por un espacio en la calle. Un informal puede pagar entre S/.15 a S/.60 diarios a las mafias y hasta S/3.500 al mes. El monto aumenta si se ubica cerca a la estación Gamarra del tren eléctrico”, indicó a este Diario la dueña de un local de confección textil en la avenida Aviación.
De acuerdo con Susana Saldaña, presidenta de la asociación empresarial Gamarra Perú, actualmente existen entre 5.000 a 7.000 ambulantes en el damero C.
“Mientras el damero C y la avenida Aviación no estén liberados de ambulantes, siempre existirá el riesgo de que esos ambulantes ingresen al damero A, donde se encuentra la mayor cantidad de galerías, tiendas de ropa, almacenes y talleres”, indicó Saldaña.
Por otro lado, en el damero A, se observa a vendedores ambulantes de ropa y jaladores. Asimismo, algunos accesos han sido tomados por los ambulantes. Esto ocurre en el cruce de la avenida 28 de julio y el jirón Huánuco, donde los informales han instalado puestos con carpas, que obligan a los conductores a conducir por un estrecho espacio.
“La MML no existe en Gamarra. No han enviado a ni un solo sereno o fiscalizador. Solo contamos con presencia policial y personal del municipio de La Victoria para combatir a los ambulantes, que son una competencia desleal para los vendedores formales”, afirma Saldaña.