Desborde de informalidad en Mesa Redonda a dos semanas de Navidad | FOTOS

Un incendio de grandes proporciones se registró el pasado viernes, en una vivienda multifamiliar de la cuadra 11 del jirón Huanta, en el Cercado de Lima, a unos pasos de Mesa Redonda. Diez unidades bomberos llegaron al lugar para controlar el siniestro registrado en el inmueble que también funcionaba como almacén.

Días después el caos continúa en la zona. Por ejemplo, El Comercio verificó que el cruce del jirón Cusco con Andahuaylas, los ambulantes continúan tomando las vías ofreciendo sus productos por fiestas de Navidad y Año Nuevo, lo que impide el tránsito de personas y el paso vehicular de los Bomberos o ambulancias, en caso de ocurrir un accidente.

Canal N registró cientos de vendedores informales obstaculizando las vías. La Municipalidad de Lima aseguró que se reforzarán los operativos de control. Además contarán con el apoyo de la Policía Nacional del Perú.

Luego, Mario Casaretto, gerente de Gestión de Riesgos de la MML, sostuvo en América Noticias que el plan consiste en cerrar ciertas calles y mantener abiertas otras, con el fin de contar con ingresos y salidas establecidos en Mesa Redonda.

Al respecto, la Defensoría del Pueblo pidió a la Municipalidad Metropolitana de Lima (MML) a inicios de diciembre adoptar medidas de fiscalización en la zona comercial conocida como Mesa Redonda, y calles aledañas, a fin de evitar accidentes, debido a la presencia de comercio ambulatorio no autorizado y la concurrencia masiva del público que acude a hacer sus compras.

Este pedido se realiza luego que la Defensoría recorrió las calles del ‘Barrio Chino’, el Congreso de la República, el Mercado Central y las diferentes galerías en esta zona.

Se observó que las cuadras del jirón Andahuaylas, la parte más crítica, desde la calle Capón en dirección hacia el río Rímac, lucen abarrotadas de comercio ambulatorio. También se registra una situación similar en el lado derecho del Puente Balta, pese a ser una estructura antigua y que forma parte del entorno monumental declarado Patrimonio Cultural por la Unesco.

Además, en algunas paredes de la Escuela Nacional de Bellas Artes, vienen siendo utilizadas para la exhibición de mercadería.

El vicepresidente de la Cámara de Empresarios de Mesa Redonda, Román Nazario, responsabilizó al alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, y a su gestión de cualquier siniestro que pueda registrarse en el emporio comercial.

En declaraciones a RPP, aseguró que se han comunicado con la Municipalidad de Lima advirtiendo del riesgo que corren debido a la ocupación de espacios públicos por comerciantes informales que han sobrepasado cualquier medida tomada por las autoridades.

“Somos 18.173 licencias formales, exigimos nuestros derechos de la manera correcta. Lamentablemente, que quede constancia en una última carta hace 15 días se lo hemos hecho saber al alcalde. La responsabilidad total de cualquier emergencia o de cualquier siniestro que no queremos que suceda en Mesa Redonda es exclusivamente de él y de su gestión, que no ha logrado controlar este problema”, indicó.

Uno de los incendios más grandes y recordados fue el ocurrido el 29 de diciembre de 2001, en Mesa Redonda. El detonante fue la explosión de varios cohetes ubicados en una tienda de esta zona. La rápida propagación del fuego debido al material inflamable que albergaban los almacenes y locales desató un fenómeno conocido como tormenta de fuego. Las llamas afectaron inicialmente a cinco centros comerciales ubicados en los jirones Cuzco y se propagaron hacia Andahuaylas, extendiéndose rápidamente a lo largo de cuatro cuadras.

Los jirones estrechos, repletos de comerciantes y compradores, agravaron la situación. A ello se sumó la presencia de vehículos estacionados que obstaculizaron las rutas de escape, dificultando además las labores de los equipos de bomberos en su intento por controlar el incendio.

Debido a la gran magnitud que había alcanzado el fuego, fue necesaria la ayuda de más compañías de emergencia para socorrer a las cientos de personas que sufrían asfixia.

La Dirección de Prevención e Investigación de Incendios del Cuerpo General de Bomberos Voluntarios del Perú registró temperaturas extremas de hasta 1.200 °C, las cuales incineraron a las víctimas.

Este siniestro causó la muerte de más de 500 personas. Vale precisar que no se ha llegado a establecer la cantidad exacta de víctimas mortales y heridos, debido a que no se logró ubicar a centenares de desaparecidos, y mucho menos identificar varios restos humanos.