MARTÍN ACOSTA GONZÁLEZ (@martiacosta)
A Carlos Castro le han robado dos veces en lo que va del año. Ambos atracos ocurrieron pasadas las 10:30 p.m., cuando esperaba un bus en el cruce de las avenidas La Marina y Universitaria, en San Miguel. En la primera le apuntaron con una pistola y le arrebataron su celular. En la segunda lo golpearon y le quitaron su mochila. Carlos, estudiante universitario, pasa todos los días por esta zona y hoy, pese a que el lugar ha sido escenario de al menos una decena de delitos, no hay un solo policía ni tampoco serenos.
Este es uno de los puntos de mayor incidencia delictiva identificados por los usuarios en un sondeo de la web de El Comercio. Los cientos de denuncias recibidas, que incluyen delitos como asaltos, arrebatos, robos a casas y de vehículos, coinciden casi en un 80% con las zonas peligrosas que figuran en el mapa del delito de cada comisaría y distrito.
El sondeo arrojó que el Cercado, Surco, San Martín de Porres, San Miguel y el Callao son los distritos donde más delitos se cometen. Entre las modalidades más frecuentes figuran el robo o arrebato y asalto.
Esas zonas también fueron detectadas por el Observatorio de Criminalidad del Ministerio Público, que revela que en Lima y Callao hay al menos 510 puntos de alta incidencia delictiva. La entidad basa su data en cinco delitos: venta de drogas, consumo de drogas, robo o arrebato, pandillaje y trata de personas.
Además de los alrededores de Plaza San Miguel, la comisaría de ese distrito ha identificado otros puntos que requieren una mayor vigilancia: la avenida La Paz y el cruce de La Marina con Escardó. Sin embargo, según informó la propia policía de San Miguel, el número de agentes es insuficiente para realizar un adecuado patrullaje a pie. Una situación similar ocurre en Surco, donde los paraderos de los puentes Primavera, Benavides y el Trébol de Javier Prado, y los cercanos a las universidades de Lima y Ricardo Palma se han convertido en los puntos preferidos de los delincuentes que roban en automóvil y en grupo o raqueteros.
El gerente de Seguridad Ciudadana de Surco, general PNP (Retiro) Alberto Jordán, señaló que, pese al patrullaje integrado, se necesita un mayor número de policías y dotar de más facultades a los serenos. “Tenemos más de un millón de personas transitando por el distrito diariamente y, si bien las cámaras de seguridad ayudan, es complicado asegurar al mismo tiempo los 54 km de nuestra jurisdicción”, explicó a El Comercio.
El ex policía dijo que, a través del plan cuadrante, se han reducido considerablemente los robos a casas. En Surco hay 140 mil viviendas, pero mensualmente unas 20 son atacadas por ladrones. “De ellas, solo cuatro son violentadas. En los otros atracos los hampones logran ingresar a las casas con engaños, haciéndose pasar por trabajadores de una empresa”, agregó.
El municipio de Miraflores informó que la Av. Santa Cruz e importantes espacios comerciales del distrito, como el parque Kennedy y Larcomar, requieren una vigilancia especial. Ambas zonas figuran en el mapa elaborado por los cibernautas. A ellas se suma la Av. Larco, en donde al menos se han reportado seis robos en este año. La municipalidad informó que, por ejemplo, la avenida Santa Cruz cuenta ahora con 15 cámaras de videovigilancia y un puesto de auxilio rápido.
En Surquillo, la zona roja está en la Av. Angamos, entre el jirón Dante y la Av. Tomás Marsano. Según la policía, el delito más común es el robo a autos con ‘bujiazos’. “Los delincuentes aprovechan el tráfico, rompen las lunas de los autos y se llevan lo que encuentran”, comentó un agente de la comisaría.
La venta de drogas es también un problema, según detalló el gerente de Seguridad Ciudadana, José Luis Escobedo. “En los jirones Inca y Domingo Elías se vende al menudeo, pero junto a la policía buscamos reducir los índices”, sostuvo.
Más crítico es el panorama en San Martín de Porres, donde no solo hay asesinatos por robos o ajuste de cuentas cada semana, según los vecinos de las zonas ubicadas a lo largo de la Av. Universitaria, entre Morales Duárez y José Granda. Por las noches, estas calles son tierra de nadie. A la falta de vigilancia se suma la poca iluminación.
Otros puntos identificados, y que se pueden ver en la infografía, son la Av. Sáenz Peña, en el Callao; los puentes Caquetá y Trujillo, en el Rímac; Puente Nuevo, en El Agustino, el jirón Ica y la avenida Nicolás de Piérola, en el Cercado de Lima.