La guerra por la droga en el puerto del Callao ha estallado en los últimos dos años. Bandas delincuenciales se enfrentan, cada una quiere ser la más avezada y ‘faite’ —léase eficaz— en sacar cargamentos de cocaína para la mafia italiana ‘Ndrangheta, término calabrés que significa ‘coraje’. Esta es la organización criminal que, según la Dirección Antidrogas (Dirandro), controla en Europa los envíos y llegadas de droga desde casi todos los puertos del mundo. El del Callao es uno de sus predilectos, según esta dirección policial.
Los nexos de ‘Ndrangheta con bandas peruanas dedicadas al tráfico de drogas son investigados desde hace más de un año por la Dirandro. Gerald Oropeza López, de 34 años, dueño de la camioneta Porsche que fue atacada con granadas y disparos el 1 de abril, era uno de los esmerados servidores de ‘Ndrangheta, según fuentes de inteligencia de la Dirandro.
Esta mafia hizo noticia en el Perú en junio del año pasado, cuando la Interpol capturó a uno de sus miembros catalogado como el más grande proveedor de cocaína de Europa, el italiano Pasquale Bifulco. Este hombre, natural de la región de Calabria, tenía órdenes de captura en Italia y Brasil. Según información de Dirandro, se encargaba de cerrar acuerdos para enviar cocaína vía marítima desde el Perú y Brasil.
El diario “La República” informó en abril del 2014, que las escuchas telefónicas y seguimientos que se hicieron a Bifulco revelaron que había montado una millonaria operación financiera para blanquear su dinero en este país, con la compra del 35% de una mina de oro y hierro. Ante la denuncia, su defensa negó los cargos.
Profesión: acopiador
Los agentes de la Dirandro sospechan que Gerald Oropeza acopiaba cocaína, proveniente del valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem) y del Alto Huallaga, para luego enviarla desde el Callao a Europa.
“La droga es un negocio que está tercerizado en el Perú. Oropeza no entraba al puerto, tenía a gente ahí como ‘Caracol’, un chalaco a quien solamente le llega el cargamento y tiene que ver la manera de sacarlo en un barco. Él [‘Caracol’] no ha pisado el Vraem. Cada uno tiene su papel en la cadena”, sostuvo a El Comercio un oficial de inteligencia de la Dirandro.
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