Un nuevo caso de clonación de tarjetas ha sido detectado. Los responsables son integrantes de mafias de revendedores de pasajes para la Línea 1 del Metro de Lima.
La Autoridad de Transporte Urbano para Lima y Callao (ATU), en coordinación con la División de Seguridad Ferroviaria de la Policía Nacional (PNP) y la Procuraduría Pública del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), intervino a Eusebio Magno Trejo Sánchez, de 53 años. El hombre fue encontrado con 15 tarjetas clonadas, una de ellas tenía un saldo irregular de S/3′989.500, a pesar de que las tarjetas de la Línea 1 solamente se pueden recargar con un monto máximo de S/100.
Este operativo ocurrió en las inmediaciones de la estación La Cultura, en el distrito de San Borja. Los miembros fiscalizadores de la ATU se encontraban vestidos de civiles para pasar desapercibidos y así identificar e intervenir a los revendedores de pasajes. Cuando las tarjetas del señor Eusebio Trejo fueron registradas para verificar si se recargaron en la boletería de la estación, se descubrió que en realidad habían sido adulteradas.
Cynthia Barrera, vocera de la Dirección de Operaciones de la ATU, explicó a El Comercio que, en lo que va del año, se han realizado 76 intervenciones en las estaciones de la Línea 1; entre estas, 148 personas están siendo investigadas por fraude informático debido a que se les incautó 959 tarjetas clonadas con saldos ficticios.
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Señaló que la reventa no está penada, sino que las intervenciones se realizan por la presencia de mafias que están cometiendo el delito de fraude informático. “Junto al MTC y la PNP, la ATU viene identificando a todas esas mafias que están vulnerando el sistema de la Línea 1. Actualmente, venimos trabajando en un nuevo sistema de control. Con la ayuda de un proyecto de inversión, se va a realizar una actualización tecnológica que evite otra vulneración″, aseguró.
¿De qué manera se clonaron las tarjetas?
Barrera mencionó que los delincuentes alteraron digitalmente los saldos de las tarjetas sin realizar recargas legales en las boleterías autorizadas. De esta manera, las tarjetas clonadas fueron manipuladas tecnológicamente para mostrar un saldo más alto. “Estos mafiosos cambian de tecnología día a día, suelen ser muy creativos. Por ello, siempre encuentran la manera de sortear nuestras medidas de seguridad”, dijo. Añadió que el caso viene siendo investigado por las fiscalías especializadas y por la propia división especializada de la PNP.
Erick Iriarte, abogado experto en derecho digital y nuevas tecnologías, comentó a este Diario que las tarjetas cuentan con un sistema de control que requiere de la identificación del usuario portador. “Al poseer una tarjeta y una máquina utilizada para capturar datos, una persona puede vincularse directamente sin necesidad de haberse identificado. Es así que se clonan las tarjetas”, dijo.
Respecto a cómo se insertó un saldo de casi S/4 millones, el especialista mencionó que con la ayuda de un dispositivo tipo NFC (comunicación de campo cercano) se puede lograr. “Este lector cuenta con una tecnología de alta frecuencia que permite conectar e intercambiar datos [...]. Si yo tengo ese dispositivo, entonces puedo hackear y alterar el sistema para hacerle creer que tengo más saldo. Lo que he hecho es modificar la cifra. Es decir, agregué un monto exorbitante que nunca fue pagado y este se trasladará al chip de la tarjeta”, indicó.
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Iriarte considera que la tecnología de seguridad del sistema de la ATU tuvo que actualizarse de manera progresiva. “Si no se trabajó adecuadamente en el cifrado por preferir ahorrar costos, eso representa que se puso en segundo lugar la intención de tener un sistema más seguro que evitara esta situación”, comentó.
Sanciones
El abogado penalista Ronny Santillán señaló que se puede haber cometido el delito de fraude informático, tipificado en el artículo 8 de la Ley de Delitos Informáticos. Este establece que aquella persona que deliberadamente e ilegítimamente altera datos digitales, será reprimida con una pena privativa de la libertad de hasta 8 años. “Acá hay una clara manipulación al sistema de la Línea 1″, dijo. Agregó que muchas veces esto ocurre porque no se toman las medidas correspondientes. “No se suelen tomar acciones lo suficientemente efectivas para prevenir este tipo de delitos”, mencionó.
Augusto Linares, abogado penalista de Estudio Linares, agregó que no hubo una sustracción de dinero; por ello, no se ha cometido un hurto, sino un fraude informático en búsqueda del beneficio propio y el perjuicio de un tercero. Además, sostuvo que la ATU ya había sido advertida de la vulnerabilidad de este sistema. “No hubo una corrección pese a conocer sus deficiencias. Por lo tanto, podría hablarse de un tipo de responsabilidad e infracción administrativa”, aseguró.
Posibles soluciones
Por su parte, Mariana Alegre, directora ejecutiva del observatorio ciudadano Lima Cómo Vamos, detalló que los revendedores existen a partir de una ineficiencia en la política de recarga. “Debemos mejorar el sistema actual de tarjetas, hay que vincularlo a más zonas donde se pueda recargar; por ejemplo, bodegas, tiendas, supermercados, farmacias, etc.”, acotó. La experta sostuvo que hay dificultades para las personas que no tienen donde recargar, lo que impacta negativamente en el tiempo de viaje. Es por eso que la gente prefiere gastar un poco más con los revendedores en lugar de hacer una cola larga.
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Por otro lado, considera que se debe aceptar el uso de Yape, Plin, entre otros. “Hay que ofrecer la mayor cantidad de canales que resulten eficientes para disminuir la cola de la recarga y hacer que exista una mayor fluidez en la estación. De esa manera, se acortará el tiempo de viaje”, mencionó.
Alfonso Flórez, gerente general de Fundación Transitemos, opina que no existe un sistema integrado de transporte que funcione con una sola tarjeta debido a que la Línea 1 y el Metropolitano tienen un sistema de recaudo diferente. “El problema de esto es que no puede haber una sola tarjeta. Parece que el panorama para que esto ocurra es muy lejano [...]. Por otra parte, debería de haber un sistema más moderno que evite la clonación”, concluyó.
Cynthia Barrera exhortó a los más de 520.000 usuarios que utilizan diariamente la Línea 1 a que no hagan uso de los revendedores para evitar el desorden.