Felicita Laván mira en silencio el mar como si pidiera un deseo. El lunes a las cuatro y treinta de la tarde llamaron de la Policía a su casa. Una voz seca le dijo que Jorge Luis Timoteo (21), el mayor de sus dos hijos, había desaparecido en el mar de León Dormido.
"Hablé con mi hijo en la víspera de Año Nuevo. Él estaba de vacaciones y había ido a la playa con su enamorada. ¡Le ruego a la Policía, a la Marina, al Ejército que por favor vengan a buscar a mi hijo!", clama Felicita.
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Según Edgard Baca, técnico de tercera y salvavidas de la playa León Dormido, Timoteo se estaba tomando una foto con su enamorada al momento de ser arrastrado por la corriente. "Estaba en un lugar peligroso, donde había un hueco y la gente le decía que salga. Él no hizo caso y una ola los arrinconó contra las peñas.", asegura.
Beto Vílchez, un vendedor ambulante que presenció el hecho, señala que unos pescadores lograron rescatar a Luz- la enamorada de Timoteo- quien fue trasladada a un hospital cercano con heridas leves. "Al parecer ella sabía nadar y por eso fue más fácil rescatarla", apunta.
SE NECESITA BRIGADA
Sorprendidos con la noticia, una veintena de amigos del joven desaparecido ha llegado desde Puente Piedra a la playa León Dormido. Jordan Mendoza, es compañero de Timoteo en el Senati y dice que la noticia le ha caído como agua fría. "No sabía que vendría aquí a pasar el Año Nuevo", asegura.
Los dos salvavidas de la policía encargados de los rescates en la zona se esfuerzan por encontrar a Timoteo. Sin embargo, dado el poco personal y los continuos rescates que deben hacer, la búsqueda resulta infructífera. "Mucha gente entra mareada y no hacen caso pese a nuestras advertencias. Solo podemos entrar con la moto acuática una vez cada hora para buscar al joven", dice el técnico de segunda Wilder Huamán.
En medio del tumulto de los bañistas, el rescate se complica aún más. Un vecino de Timoteo pide que un equipo de buzos especializados llegue a la zona. "Que vengan también helicópteros, los salvavidas no se dan abasto", asegura.
Según un rescatista de la zona, la peligrosidad de la corriente y el atenuante de que el joven no sabía nadar, hacen casi imposible que Timoteo sea encontrado con vida. Lo más probable, refiere, es "que su cuerpo esté bajo las peñas". Sin embargo, su madre Felicita no pierde la esperanza y espera que los refuerzos acudan pronto para encontrar a su hijo.
