El rumor de que un grupo de traficantes de órganos está raptando niños en varios distritos al este de Lima desató ayer el descontrol y la violencia en Huaycán, que dejaron una mujer fallecida y varios policías heridos.
Una turba proveniente de la parte alta de este centro poblado de Ate confundió con supuestos traficantes de órganos a dos trabajadores del Instituto Cuánto, una encuestadora con sede en Magdalena. Alrededor de las 3:00 p.m., Luis Enrique Núñez Sánchez y Emiling Paola Cerrón Damián recorrían ese sector para recabar información casa por casa.
Ambos fueron señalados por la turba de ser los autores del supuesto asesinato de una niña, ocurrido hace días. Según varios manifestantes –versión que circula hace 15 días en las redes sociales–, la menor había aparecido sin órganos y junto a un fajo de billetes. Los encuestadores fueron agredidos e incluso estuvieron a punto de ser quemados vivos.
Cuando la gente estaba a punto de quemar a los encuestadores –a quienes les arrebataron sus pertenencias–, intervinieron agentes de la comisaría del sector, lograron rescatarlos y los trasladaron hasta la dependencia policial. Ese fue el detonante.
Centenares de personas intentaron tomar estas instalaciones. Lanzaron piedras contra los agentes, dañaron ocho patrulleros y 16 vehículos particulares. Dos de ellos terminaron incendiados.
Alrededor de las 6:00 p.m. se registraron los momentos de mayor tensión. Ya con un contingente numeroso, las fuerzas del orden hicieron retroceder a los manifestantes usando bombas lacrimógenas. Se formaron tres cordones policiales que impidieron que la turba se siguiera acercando a la comisaría. Durante la protesta, dos helicópteros sobrevolaron el lugar.
El jefe de la región policial de Lima, general PNP Hugo Begazo, informó que a raíz de los enfrentamientos 17 agentes y un bombero quedaron heridos. Tenían contusiones y cortes. También hubo más de 40 detenidos.
–La víctima–
Al promediar las 5:30 p.m., María Eva Solano Marín, de 56 años, ingresó al hospital de la zona tras haber recibido un balazo en el cuello. Según Begazo, la mujer falleció luego del impacto de una bala perdida al interior de su vivienda, en la zona donde antes se había rescatado a los encuestadores.
Algunos manifestantes con los que dialogó El Comercio contaron historias de desapariciones de niños en Huaycán, pero ninguno conocía a los menores ni a sus familias. Además, hablaban de desconocidos que habían pretendido secuestrar niños. En los últimos días, entre las madres se recomendaban no despegarse de sus hijos por esta supuesta mafia.
Begazo dijo que han identificado a la persona que estaría detrás de los mensajes alarmantes en redes sociales. Una de estas publicaciones indica que dos sujetos, con los nombres Luis Alejandro Gonzales y Malvina Serrano, identificados con fotos, se dedican a traficar órganos de niños. El mismo mensaje se difundió en Chiclayo en el 2014.