Las puertas del centro de imágenes del situado en Jesús María permanecieron encadenadas por varias horas, pese a que dentro se encontraba el administrador de ese servicio identificado como José Linde. Según denunció, fue secuestrado por los directivos porque se negó a reparar varios equipos de resonancia.

"He sido secuestrado por tres horas. Nos rodearon con soldados y policías, no dejaron ingresar a mi personal y los pacientes no pudieron ser atendidos por orden del director del hospital, general Víctor Valladares", indicó Linde a Canal N.

Agregó que los problemas con la dirección del Hospital Militar Central se originó por su negativa a reparar algunos equipos médicos, servicio que no está contemplado en su contrato de concesión. "El general, de forma arbitraria, nos envió cartas notariales resolviendo el contrato y lo hemos denunciado penalmente por abuso de autoridad".

Según Linde, lo ocurrido esta mañana es una acción de hostigamiento por parte de las autoridades del Hospital Militar Central para obligarlo a abandonar el local que ocupa.

RESPUESTA DEL HOSPITAL MILITAR

A través de un comunicado, la Dirección de Informaciones del Ejército justificó la resolución del contrato de concesión con la empresa Folca S.A.C., representada por Linde, pero evitaron pronunciarse sobre lo ocurrido esta mañana en sus instalaciones.

De acuerdo al documento, los equipos médicos como el resonador magnético y tomógrafo, de propiedad del Ejército del Perú, han sufrio daños irresparables como consecuencia del sobreuso y por esa razón se decidió resolver la concesión.

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