Una gran cantidad de ciudadanos, en su mayoría jóvenes, llegaron ayer hasta la puerta principal de la refinería La Pampilla, de la empresa Repsol, para protestar por el derrame de petróleo ocurrido el sábado 15 de enero. “Se mata el medio ambiente en la cara de la gente”, era lo que se escuchaba en la movilización.
A la fecha, este desastre ecológico, uno de los más catastróficos de los últimos años en el Perú, ya contamina, según cálculos del Ministerio del Ambiente (Minam), más de siete millones de m2 de mar y afecta a la fauna silvestre de este ecosistema. Hay muchas aves y mamíferos muertos y otros animales moribundos por el petróleo.
La movilización comenzó en el paradero central de la Av. Néstor Gambetta, en Ventanilla, y llegó hasta la puerta de la refinería, en el mismo distrito. En el lugar, que estuvo custodiado por un grupo de policías, los colectivos reclamaron a la empresa Repsol por el mal manejo de la crisis ecológica luego de que unos seis mil barriles de crudo fueran derramados en el mar de Ventanilla, cuyo impacto ya se observa en Chancay. Pidieron a Repsol hacerse cargo del desastre ecológico y al Estado actuar con firmeza frente a estos hechos. La marcha fue encabezada por jóvenes de Ventanilla y del Callao. También llegaron personas de diferentes distritos de la capital.
“Venimos como ciudadanía vigilante para exigir a la ciudadanía ya nuestras autoridades que haya una solución inmediata”, dijo a El Comercio una joven de 22 años que llegó a la movilización desde San Juan de Lurigancho. Por otro lado, Rafael Flores, vecino de Ventanilla y organizador de la marcha, sostuvo: “Buscamos responsables. Queremos alzar la voz de protesta y dentro del marco legal queremos buscar una respuesta concreta”.
El día anterior a esta manifestación, pescadores artesanales de Ancón y Santa Rosa también habían marchado, pero lo hicieron por la Panamericana Norte. Ellos protestaron por haberse quedado sin sustento económico diario tras el derrame. Se estima que solo en la caleta de Ancón hay más de mil pescadores afectados.
Ellos indicaron que su situación económica no se puede arreglar con un vale de S/500 cada 15 días, como les habría ofrecido Repsol. “El agua y la luz no se puede pagar con un vale. Se necesita algo más concreto”, afirmaron.
Ayer, el ministro de la Producción, Jorge Luis Prado, visitó varias playas y se reunió con pescadores afectados por el derrame. Ahí aclaró que los peces “de altura” no han sido afectados por el petróleo, por lo que pueden consumirse. Precisó que los peces ubicados en zonas contaminadas por el derrame no son extraídos. Dijo que su sector empadrona a los pescadores afectados, para ayudarlos con donaciones, el congelamiento de sus préstamos y otras medidas.
Limpieza y remediación
En un comunicado, Repsol indicó ayer que las labores de limpieza avanzan “favorablemente”, con el trabajo de más de 1.800 personas apoyadas de 58 unidades de maquinaria pesada, 55 embarcaciones, 5 ‘skimmers’, 7 tanques flotantes y 2.800 metros de barrera de contención instalada entre la playa Cavero y Faro Chancay. El Minam informó ayer que supervisa las medidas dictadas a la refinería La Pampilla, para la limpieza y recuperación de las playas afectadas.