Lurín ha sido, en las últimas semanas, el centro de un debate entre el Ejecutivo –a través de los ministerios de Vivienda, Cultura y Ambiente– y la Municipalidad de Lima a raíz de un plan de reajuste integral de zonificación (RIZ) para el distrito.
Ubicado al sur de Lima, Lurín ha sido conocido históricamente por sus atractivos turísticos, arqueológicos y recreacionales, pero la falta de control, de fiscalización y la informalidad han generado problemas profundos.
Con los años, entre los restaurantes campestres de Lurín, cuya extensión es mayor de 180 kilómetros cuadrados, han ido floreciendo almacenes e industrias que congestionan y contaminan el lugar. Además, en medio de las casas-huerto aparecieron construcciones informales y asentamientos humanos, algunos de ellos cerca de los cerros.
En ese escenario, la Municipalidad de Lima asegura que el RIZ servirá para ordenar el distrito, mientras que los ministerios involucrados creen que hay otra alternativa: enmarcar la modificación en un amplio plan metropolitano para la ciudad.
1. Playa y humedal: un cambio de rumbo en la franja costera
La nueva zonificación permitiría que frente al mar, a la altura de las islas de Pachacámac, puedan levantarse centros comerciales, hoteles y edificios residenciales de entre 20 y 25 pisos.
Para la Municipalidad de Lima, el cambio incentivaría el turismo y las actividades gastronómicas y recreativas. “Podría haber un hotel tipo ‘resort’. Podría ocurrir [que haya ‘malls’ como el Jockey Plaza], pero no con el mismo tipo de ventas”, dijo el gerente de Desarrollo Urbano de la comuna, Eusebio Cabrera.
El funcionario remarcó que la norma ya permitía edificios de grandes alturas antes del cambio.
Aunque los humedales de San Pedro de Quilcay no están afectados directamente por el RIZ, el Ejecutivo considera que el riesgo es manifiesto. “Hacer eso es no comprender cómo emerge un humedal, lo estás impermeabilizando. El impacto sobre el suelo es brutal”, explicó un representante del equipo técnico del Ministerio del Ambiente.
También se mencionó que levantar grandes edificaciones frente al litoral es peligroso, debido a la posibilidad de un tsunami.
En respuesta, Cabrera señaló: “En estricto, si quisiéramos que nadie esté afectado por un tsunami, deberíamos desocupar todo Lurín. Lo que estamos haciendo es crear una barrera de defensa con zonas de refugio”.
2. Un trapecio atrapado entre dos autopistas
Con el RIZ –indicó Cabrera–, en un sector entre la Panamericana Sur y la antigua vía del mismo nombre [ver infografía] podría haber ‘strip centers’, bancos, cines y restaurantes campestres. También edificios de hasta nueve metros (tres pisos) de alto. “La estrategia es que hagamos una válvula de escape: que no sean industrias las que se asienten aquí y demos oportunidad a otro tipo de actividades”, comentó.
Precisamente, entre los campos y centros de recreación de esa área han aparecido con los años almacenes y locales industriales.
Los voceros del Ministerio del Ambiente cuestionan que se “esté regularizando una ocupación que no debió haberse dado”.
3. Comercio a menor escala cerca del río Lurín
En un bloque del territorio cerca del río Lurín –antes casas-huerto–, el RIZ permitiría el desarrollo de comercio a menor escala y la apertura de restaurantes, entre otros negocios, además de viviendas.
Daniel Ramírez Corzo, director de Políticas y Regulación en Vivienda y Urbanismo del Ministerio de Vivienda, dijo que le llama la atención tal decisión. “Se está ocupando el 100% del área. La intención es convertirlo en un área que puede tener usos productivos diferentes”.
El regidor de Lima Carlos Mariátegui (Acción Popular) tiene una visión diferente. “La mayor prueba de que lo que se ha planteado hasta ahora no funciona es la depredación del valle. Estamos tratando de arreglar ese error. Lurín ahorita no es un distrito viable”, comentó.
4. Exhibición del RIZ y el santuario de Pachacámac
El documento oficial sobre el RIZ para Lurín aprobado en el concejo metropolitano el 11 de marzo llegó a los ministerios de Vivienda, Ambiente y Cultura recién el lunes 22, días después de la reunión entre el alcalde de Lima, Jorge Muñoz, y los titulares de las tres carteras en el municipio de la capital.
“Ha habido un contacto, que no lo pidan [el RIZ] escapa también de lo corresponde al concejo. Nos sorprende no ver qué se propone”, aseveró Mariátegui.
La postura de Ramírez Corzo es otra: “Ellos dicen que han cambiado totalmente el primer RIZ, pero no han expuesto la nueva propuesta”.
El Comercio consultó al Ministerio de Cultura si la nueva zonificación impactaría negativamente en el Santuario Arqueológico de Pachacámac, pero dijeron: “El día 22 hemos recibido un expediente y estamos en evaluación, porque tal como estaba antes sí afectaba al complejo”.
Eusebio Cabrera aseguró que se respetarán el santuario y su zona de amortiguamiento. “La norma se ha hecho para protegerlos”, dijo el funcionario.
A debate en el concejo
Esta semana, el alcalde de Lima, Jorge Muñoz, propuso que se suspendan los efectos del RIZ de Lurín. Este planteamiento será evaluado el miércoles 31 por el concejo.
De 39 regidores de Lima Metropolitana, 21 pertenecen al partido Acción Popular. “En la bancada hay opiniones distintas, hay distintas visiones. Espero que con esta negociación del alcalde lleguemos a un punto medio, a una solución, pero que haya propuestas, no solo ataque, bloqueo o presión para retroceder.”, dijo el regidor Carlos Mariátegui.