El espacio público en las calles de Lima, técnicamente, no debe ser ocupado por nadie, ya sea un privado o una entidad pública. El Comercio ha registrado diversos casos de locales del Banco de la Nación o el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables ocupando veredas.
Sin embargo, también las calles y veredas que rodean al Congreso de la República como Junín y Andahuaylas en el Cercado de Lima, están ocupadas por casetas y estructuras, desde hace años. Son espacios dedicados a ventanillas de atención al público.