Giancarlo Casassa, teniente alcalde de Surquillo, conversó ayer con El Comercio sobre las fuertes explosiones registradas la noche del lunes en Complejo Policial Sargento Walter Jesús Rosales, específicamente en el Departamento de Explosivos Forenses de la Dirección de Criminalística, que funciona hace 30 años. El hecho en la cuadra 4 de la avenida Aramburú afectó viviendas cercanas, pero no dejó heridos.
¿Tiene información sobre la causa de las explosiones en el complejo policial de la avenida Aramburú?
Estamos esperando el informe del peritaje de la policía. En la mañana estuvo personal de Defensa Civil de la Municipalidad de Surquillo inspeccionando las viviendas afectadas. No ha habido daños graves. Felizmente no hubo heridos.
— ¿El municipio sabía que la policía tenía una oficina que analizaba explosivos en una zona residencial?
No. Desconocíamos por completo. Si tenían explosivos, suponemos que estaban desactivados. Una vez que culmine el peritaje, sostendremos una reunión con el comando de la policía y los vecinos para ver qué acciones tomamos.
— ¿La policía solicitó algún permiso al municipio para tener explosivos en esa sede?
No, porque quien otorga esos permisos es la Sucamec. Ese organismo es el responsable de verificar y controlar cómo se están manipulando los explosivos y si están en un ambiente adecuado. Además, suponemos que la policía debe tener sus protocolos de seguridad.
— Entonces, no habrían cumplido con sus protocolos para que se hayan producido cuatro detonaciones seguidas.
Eso lo deberá responder la policía o el Ministerio del Interior. Nunca antes había ocurrido algo así. Los vecinos jamás se han quejado de que haya un complejo policial. Tenemos buenas relaciones con la policía.
— ¿Defensa Civil alguna vez ha ingresado a inspeccionar si en el complejo policial de Aramburú se cumplen con las medidas de seguridad?
Supongo que sí. El municipio inspecciona todos los locales, incluyendo esa sede, pero los informes los debe tener nuestra área de Defensa Civil.