El proyecto de expansión del nuevo Aeropuerto Internacional Jorge Chávez (AIJC) vio su primer avance a inicios de este mes, cuando iniciaron las operaciones en la nueva Torre de Control y se dio el primer el despegue desde la nueva pista. Estos son los escalones iniciales del megaproyecto que busca convertir el AIJC en el más grande de Sudamérica.
Lima Airport Partners (LAP), empresa administradora del AIJC, prevé que para enero del 2025 se habilite el nuevo terminal de pasajeros, el cual se encontrará situado entre ambas pistas de aterrizaje y requiere de una vía de acceso por el lado sur del aeropuerto, cruzando el Río Rímac.
Bajo la supervisión del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) hay dos proyectos vitales para la conexión vial al nuevo terminal del aeropuerto. Uno de estos es la creación del puente Santa Rosa, el cual se ubicaría encima del cruce de las avenidas Santa Rosa y Morales Duárez. Se estima un costo de 454 millones de soles.
El segundo se trata de un megaproyecto vial para la construcción de la Vía Expresa Santa Rosa (VESR), un viaducto elevado que recorrerá por encima de la vía Santa Rosa desde el Puente Santa Rosa hasta la avenida Costanera. Según cálculos del MTC, este proyecto tendría un costo de 819,7 millones de soles y será ejecutado a través de un convenio Gobierno a Gobierno entre el Perú y Francia.
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El diseño preliminar propone una vía de hasta tres carriles por sentido que se extenderá por casi cuatro kilómetros. De esta forma se busca conectar la Vía Expresa Costa Verde con el ingreso al terminal de pasajeros, por medio de una vía rápida y segura. Contará con intercambios viales en las avenidas Óscar Benavides, Argentina y Pérez Salmón.
“Para LAP, es una buena noticia que el MTC haya anunciado que entre julio y agosto se otorgará la buena pro a la empresa constructora del puente Santa Rosa. La prioridad es mejorar la vida de los ciudadanos, generar mejoras viales para el Callao y una buena puerta de entrada al país para miles de turistas”, comunicó a El Comercio la empresa aeroportuaria.
Las idas y venidas del puente Santa Rosa
En febrero de este año, la titular del MTC, Paola Lazarte, reveló durante una conferencia de prensa que la obra del puente Santa Rosa no estaría lista para el 2025, como se tenía previsto. Incluso, en mayo del 2022, Juan José Salmón, CEO de LAP, indicó a Día 1 que se esperaba la habilitación de esta infraestructura para el 2024.
“El contrato se debió haber adjudicado como máximo en el 2021. Se declaró desierto ese año, y en el 2022 se retrotrajo y se retiró el proceso de selección. Quiere decir que hemos asumido un proyecto que no tenía un proceso de convocatoria ya iniciado, sino que recién va a empezar”, explicó la titular del MTC.
Este proyecto, que ha sumado hasta 300 observaciones, sería adjudicado en agosto próximo bajo el mecanismo de Obras por Impuestos (OxI). El proyecto se ha priorizado a través de la Resolución Ministerial N.º 258-2023-MTC/01 del MTC con el fin de agilizar la adjudicación y evitar mayores demoras.
Infraestructura para el turismo
El Comercio conversó con Alberto Alegría, director ejecutivo de la Cámara Nacional de Turismo del Perú (Canatur), quien mencionó que “toda obra de infraestructura es positiva para el Perú. Nuestro país carece de infraestructura en diferentes frentes. Vemos con mucha expectativa estos proyectos [de la VESR y el puente], que deberían inaugurarse con la habilitación del terminal”.
Alegría enfatizó en que el nuevo terminal tendrá una capacidad para recibir hasta 70 millones de personas por año. “Solicitamos a nuestras autoridades a que los plazos [de los proyectos] se cumplan. Hemos visto como todas las obras del aeropuerto han sido aplazadas en el tiempo y eso ha afectado nuestra competitividad turística frente a otros países de la región”, agregó.
El representante de Canatur hizo hincapié en la necesidad de que el turismo sea considerado una política de estado en el país. “El turismo es uno de los sectores más importantes y podría hacer que el Perú sea una potencia mundial. Actualmente, nos encontramos [el sector turismo] a la cola de recuperación tras la pandemia en comparación a otros países de la región”.
Expertos cuestionan el proyecto
David Fairlie, ingeniero de tránsito consultado por El Comercio, mostró su preocupación ante el proyecto de la Vía Expresa Santa Rosa por no haberse analizado otras alternativas infraestructurales. Además, cuestionó que no se le haya dado prioridad a una obra de transporte público masivo.
“Es un despropósito que se esté dando prioridad a una obra como esta, en lugar de insistir que el Metro de Lima llegue al aeropuerto”, señaló Farilie. Cabe aclarar que el ramal de la Línea 4 del Metro recorrerá la avenida Elmer Faucett y tendrá una estación en la entrada actual del aeropuerto, la cual dejará de operar al habilitarse el nuevo terminal.
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Si bien este ramal es parte de la Línea 4, se planificó para ser construido como parte del proyecto de la Línea 2.
A esto, el ingeniero agregó que “se está perdiendo una gran oportunidad al hacer que la única manera de llegar al aeropuerto sea en vehículos privados o taxis”. Aldo Facho, arquitecto urbanista entrevistado por el Diario, resaltó que Lima es una de las pocas metrópolis latinas “que no cuenta con un sistema de acceso eficiente al aeropuerto”.
“Respecto a la conexión del AIJC con la Línea 2 del Metro, se viene trabajando con la Autoridad de Transporte Urbano de Lima y Callao (ATU) en implementar un sistema de buses lanzaderas que unirán la estación Juan Pablo II con el nuevo terminal”, indicó el MTC.
Para Facho, el proyecto se está evaluando únicamente desde el “punto de vista vehicular”, cuando es vital para la ciudad impulsar el transporte público masivo. El urbanista cuestiona que no se haya pensado en alternativas como un tren o metro que conecte la ciudad con el aeropuerto.
En conversación con El Comercio, Angus Laurie, Máster en diseño urbano y ciencias sociales, explicó que la VESR generará mayor carga vehicular en la Vía Expresa Costa Verde, siendo “otro ejemplo de contemplar la Costa Verde como una carretera” y no como un espacio público para la población.
Farlie también reveló que las vías elevadas son consideradas como “la última opción viable”, debido a que, una vez construidas, es casi imposible hacer una ampliación de carriles. “Es una obra terminal, es lo último que se debió hacer”, criticó el especialista.
Vecinos se oponen
Este Diario conversó con un grupo de representantes del colectivo ciudadano Callao le dice No a la Vía Expresa Santa Rosa, compuesto por vecinos y expertos en diversos temas, como urbanismo, derecho y pedagogía. Actualmente, cuentan con un aproximado de dos mil vecinos que han firmado en contra del proyecto, según comentaron.
Los entrevistados comentaron que tanto el proceso de construcción como la infraestructura final generará mayor congestión vehicular, contaminación y reforzará la discriminación hacia los distritos chalacos. “Para Lima, el Callao es su patio trasero”, indicó un miembro del colectivo.
Fairlie, Laurie y Facho señalaron que la obra tendrá un efecto negativo importante para la calidad de vida de los vecinos dentro de la zona de influencia. Incluso, también reflejaron su temor al considerar que se trataría de una infraestructura inútil para los chalacos, debido a las pocas entradas y salidas hacia los distritos de la zona.
Los entrevistados también arguyeron que, al obligar a los turistas a cruzar el Callao de manera directa por el viaducto elevado, se afectaría el potencial turístico de la provincia chalaca. Para Alberto Alegría, este argumento no es fundamentado.
“Lo que busca un turista al arribar en Lima es llegar a un espacio para descansar y luego iniciar su recorrido de visita por la ciudad de Lima y Callao”, explicó el vocero de Canatur. Adicionalmente, describió que el Callao sí tiene capacidad turística, pero que “el Gobierno Regional del Callao debe generar la integración con las autoridades turísticas de los demás distritos y con los actores del sector para generar un flujo hacia la provincia chalaca”.