Desde el miércoles de la semana pasada, el recorrido del Escuadrón de Emergencias del Callao comienza de una manera diferente: entre aplausos de los vecinos de la Av. La Paz, Av. Elmer Faucett, Av. Canta Callao, entre otras. Son las 8 p.m. y acaba de comenzar el toque de queda por casos de coronavirus y las palmas son una muestra de agradecimiento de la vecindad por la protección que reciben.
Varias zonas del Callao lideran las listas de los lugares más golpeados por la delincuencia en el país. Pero desde la semana pasada el enemigo principal ya no son los delincuentes, sino el coronavirus: la enfermedad que está causando incertidumbre en el mundo entero y el Primer Puerto no es la excepción.
Al mando de esta unidad está el comandante PNP Richard Morales, quien junto a sus 285 efectivos, la mayoría suboficiales jóvenes, salen a patrullar las calles más transitadas y peligrosas de esta provincia constitucional para que se cumpla el estado de emergencia, una medida que el gobierno ha considerado necesaria para evitar la propagación del virus entre los peruanos.
El oficial Morales sabe que en estos tiempos de emergencia la prioridad es que la comunidad chalaca se sienta segura. Y por ello, nos dice, el sonido de sus circulinas significa que los vecinos no están solos en sus casas frente a la amenaza de esta pandemia.
“Queremos que la comunidad se sienta protegida, por ejemplo, cuando sale a las calles a comprar sus alimentos y ves a uno de nosotros”, nos dice el comandante PNP Morales.
El Comercio acompañó a este equipo policial en su patrullaje nocturno.
Hasta la semana pasada, este escuadrón ha detenido a más de 300 personas por incumplir las normas. El comandante PNP, sin embargo, destaca que el número ha disminuido con el transcurso de los días. Ayer, lunes, tan solo se detuvo a 16 chalacos.
Mientras dure este estado de emergencia, Morales y su equipo seguirán patrullando el Callao para resguardar a los chalacos.