Gladys Pereyra Colchado

Al menos 45 minutos tarda cruzar en hora punta los 4.6 kilómetros de Panamericana Norte que hay entre la Av. Carlos Izaguirre y Av. Habich, cuatro veces más de lo que en el año 2008 la Municipalidad de Lima prometió que demoraría hacer todo el trayecto entre Cercado de Lima y Lima Norte.

“Al abrirse esta plataforma elevada (en Habich) el recorrido entre el centro de la ciudad y el cono norte se reduce de 40 minutos a menos de 10 minutos”, dijo en ese entonces Carola Cuadros, jefa de Proyectos de la segunda gestión de Luis Castañeda (El Comercio, 01/05/2008).

Pero, el intercambio vial, conocido como by-pass de Habich, no fue el único que se construyó en este tramo. Entre el 2008 y 2010 se edificaron otros en Av. Tomás Valle y Av. Carlos Izaguirre.

Con una inversión de 247 millones de soles entre las tres obras, la fluidez ofrecida nunca llegó. Los autos viajan a una velocidad de aproximadamente 6 km/h en hora punta.

En su tercera gestión, Luis Castañeda no ha renunciado a los by-pass y al ejecutado en la Av. 28 de Julio pretende sumar otros 18 en Lima Metropolitana.

67 MILLONES PARA UN CUELLO DE BOTELLA

Un grupo de vendedores de desayunos y periódicos caminan entre los buses, autos y camiones que esperan en la plataforma elevada del intercambio vial de Habich. No necesitan correr porque son las 8 de la mañana y la obra que tardó 18 meses en ser terminada mantiene atrapados a decenas de vehículos al menos 12 minutos.

El ingeniero de tránsito David Fairlie explica que el problema es el diseño del by-pass que costó 67 millones de soles. Debido a que se trata de una carretera, el alto flujo de vehículos sí se ameritaba una obra de esta magnitud, pero cuando construyeron este intercambio fusionaron seis carriles a solo tres, generando un cuello de botella que perjudica el tránsito desde varios kilómetros antes.

“Eso no tiene sentido. El manual de diseño del Ministerio de Transportes establece que cuando se juntan dos vías tienen que continuar con un número de carriles igual a la sumatoria o, en el peor de los casos, la suma menos uno. Se necesitaría como mínimo cinco carriles”, explicó a El Comercio.

Intercambio vial de la Av. Habich desemboca en tres carriles. (El Comercio)

Sin embargo, la congestión no empieza aquí.  Las vías elevadas y bajas de los intercambios en Tomás Valle e Izaguirre también han sobrepasado su capacidad. El tráfico en esta zona suma al menos media hora al viaje.

Los peatones tampoco tienen semáforos para cruzar bajo los viaductos pese a que en los alrededores se ubican supermercados y el centro comercial Plaza Norte.

Peatones no tienen semáforo debajo de viaductos de Tomás Valle y Carlos Izaguirre. (Gladys Pereyra / El Comercio)

El Comercio se contactó con la Empresa Municipal Administradora de Peaje de Lima (Emape) sobre el caos en esta zona e indicaron que están en evaluación “fórmulas de solución vial”.

PROBLEMA DE ORIGEN

La procesión de vehículos se repite en otros pasos a desnivel de la capital. En el intercambio de Alipio Ponce y la Panamericana Sur e incluso en el by-pass de la Av. Arequipa y Javier Prado –donde desde el 2014 ya no circulan cousters– todavía se forman largas colas en horas punta. El más reciente es el de la Av. 28 de Julio y tampoco es la excepción.

Congestión vehicular en el by-pass de 28 de Julio en hora punta. (Gladys Pereyra / El Comercio)

Adrián Revilla, presidente de la Asociación Cruzada Vial, explica que el problema es que estas obras están orientadas a facilitar el paso de los automóviles, excluyendo al casi 80% de la población que se moviliza en transporte público, según la encuesta Lima Cómo Vamos 2015. Además, al incentivar que un mayor número de autos circulen por una vía, se genera más tráfico a largo plazo.

La idea es cambiar de visión y apuntar a una reforma del sistema de transporte masivo. Esto también debe incluir la implementación de semáforos accionados por el tránsito, reevaluación de la ubicación de paraderos, gestión los estacionamientos, entre otras. “Se necesitan estudios con técnicos, no con políticos”, enfatizó en diálogo con El Comercio.

David Fairlie coincide en ello y sostiene que antes de decidir si se construye un by-pass se deben evaluar opciones menos perjudiciales para los espacios urbanos y los peatones. Ambos especialistas cuestionan que la Municipalidad de Lima incluya 18 nuevos pasos a desnivel en el Plan de Desarrollo 2016-2021 sin estudios técnicos que los justifiquen.

“Cuando se identifica que una intersección tiene congestión se prueban alternativas como semáforos, óvalos o señales de pare. Si no funcionan se piensa en el by-pass, pero hay un estudio que demuestra que se eliminaron otras alternativas ¿Cómo puede ser que en 18 intersecciones tienen la misma solución?”, enfatizó.

DATOS:

- S/120 millones costó el intercambio vial elevado a tres niveles entre Tomás Valle y Angélica Gamarra. Su construcción inició en enero del 2010 y fue abierto parcialmente en diciembre de ese año. La obra completa fue terminada en Marzo 2011.
- El de la Av. Izaguirre costó S/60 millones e inició en marzo del 2010.
- En enero del 2014, la ex alcaldesa Susana Villarán inauguró las obras de mejora en el intercambio vial Alipio Ponce. Congestión continúa.

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