Las motocicletas suman la mayor cantidad de siniestros fatales en las calles y carreteras del Perú en comparación con otros vehículos. Según el Observatorio Nacional de Seguridad Vial del Ministerio de Transportes (MTC), solo entre el 2021 y el 2023 hubo 2.261 motos involucradas en accidentes.
Por si fuera poco, hasta el cierre de esta edición, la Central de Emergencias del Cuerpo de Bomberos reportó más de 20 despistes de moto en Lima en esta semana, que representan el 68% del total de accidentes vehiculares.
A diferencia de los conductores de automóviles, buses y camiones, los motociclistas no cuentan con la protección exterior de una carrocería. “Eso explica por qué la siniestralidad en las motos es muy alta”, declaró Eduardo Chávez de Piérola, gerente legal de la Asociación Peruana de Empresas de Seguros (Apeseg), a El Comercio.
En esa línea, Chávez de Piérola indicó que el desembolso que realizan las aseguradoras para los gastos médicos que demanda la atención de un motorista accidentado es hasta el doble de lo entregado para las víctimas no mortales de otros vehículos con carrocería.
Por su parte, Franklin Barreto, exjefe de la División de Investigación de Accidentes de Tránsito de la Policía Nacional (PNP), mencionó cuáles son las principales consecuencias que sufren los motociclistas luego de una colisión.
“Ante un impacto violento, siempre el conductor sale expulsado del vehículo. Un casco puede protegerlos de una lesión seria en la cabeza. Sin embargo, no podrá prevenir lesiones en otras partes del cuerpo. Por ejemplo, abrasiones, fracturas en el tórax, contusiones o traumatismos en la columna”, detalló.
Esta situación motivó al empresario Carlos Rodríguez, aficionado a las motos desde hace 30 años, a importar un producto que protege las partes más sensibles del cuerpo de los motociclistas y mitigar los daños de un accidente o un desenlace fatal: los chalecos airbag de la marca Hit Air.
De acuerdo con la Asociación Automotriz del Perú (AAP), el parque de motos en el país alcanza —al 2022— 2.110.087 unidades.
Así funcionan los chalecos airbag
En 1998, Hit Air, marca japonesa, introdujo al mercado los chalecos airbag para motociclistas y jinetes. Se trata de prendas con un sistema especial que protege el cuello, hombros, espalda, pecho, abdomen y coxis del motorista.
Franklin Barreto explicó a El Comercio que estos chalecos forman parte de los elementos de seguridad pasiva, que, sin ser infalibles, actúan para reducir al máximo las consecuencias de un accidente vehicular que no se pudo prevenir. “Los cascos y rodilleras para los motociclistas, y los cinturones y collarines para los choferes de autos son otros ejemplos”, agregó.
¿Cómo funciona? El chaleco Hit Air contiene un cojín de aire que se infla con CO₂ al instante en el que el conductor sale despedido de la moto para proteger su cuerpo.
“El chaleco cuenta con un cordón conectado a un cartucho de CO₂. El motorista debe anclar este cordón al subirse al vehículo. Si la persona se separa de la moto ante un impacto, el cordón activa el dispositivo del cartucho y el airbag tardará entre 0.1 y 0.3 segundos en inflarse”, detalló Rodríguez. “El chaleco es capaz de absorber hasta un 95% de la energía de un accidente de tránsito”, resaltó.
“Si el conductor se olvida de desenganchar el cordón al bajarse del vehículo, no pasa nada, porque el airbag solo se activa cuando el cuerpo se separa de la moto bruscamente”, menciona.
Rodríguez ofrece dos modelos de la marca Hit Air: MLV2-RC y MLV2-C. Ambos pesan 1 kilo y están fabricados con poliéster 600D e hilos de nylon Risstop, materiales que los hacen más resistentes. Además, son reutilizables, porque basta con colocarles un nuevo cartucho de CO₂.
“La principal diferencia entre ambos modelos es que el MLV2-RC está fabricado enteramente con Lumidex, un material reflectante que permite que se ilumine por completo con los reflejos de la luz. Esto proporciona una mayor seguridad nocturna del motorista. En cambio, el MLV2-C solo incorpora bandas reflectantes”, indicó.
El chaleco MLV2-RC tiene un precio de US$650, mientras que el MLV2-C cuesta US$550. Asimismo, cada cartucho de CO₂ cuesta 65 dólares. “Ofrecemos descuentos a partir de la compra de 3 piezas a más. Todos los chalecos tienen garantía y contamos con sus repuestos. El año pasado, vendimos más de 300”, mencionó Rodríguez.
Por otro lado, Barreto aseguró que llevar un chaleco airbag no infringe las normas de tránsito. “Es de uso común en países europeos, porque incrementa los niveles de seguridad para un motorista”, expresó. Asimismo, comentó que la activación de los chalecos airbag a través de un conducto es un sistema mejorado, pues las primeras prendas de este tipos se inflaban cuando la persona recibía un impacto.
No obstante, recordó que los mejores métodos para evitar las siniestras consecuencias de los accidentes de tránsito son la precaución al volante y la promoción de la educación vial.
Falta de regulación
Barreto llamó la atención sobre la inexistencia de una regla que estipule las características para el casco de los conductores de motocicleta. Por increíble que parezca, esto les permite conducir hasta con un casco de bicicleta.
“A pesar de que el artículo 105 del Reglamento Nacional de Tránsito obliga al conductor y acompañante de una motocicleta usar un casco protector, no existe una norma que regule las caracterísicas que debe tener el casco. Entonces, la policía se limita a verificar si el chofer tiene un casco o no sobre la cabeza, aunque no le proteja”, subrayó.