En el Perú, el 43,5% de los niños de 6 a 35 meses tiene anemia y esto es considerado un problema de salud pública, según la OMS. La anemia infantil impide el desarrollo del cerebro de los niños, afecta su salud, su rendimiento y su futuro, además del potencial impacto en su productividad cuando sea adulto. Si no lo prevenimos o le damos el tratamiento oportuno, el daño es para toda la vida. En esta columna derribaremos algunos mitos al respecto.
Si los niños tienen buen peso, no tendrán anemia. Falso. El peso es un indicador del tamaño corporal, pero no garantiza que la sangre tenga el número adecuado de glóbulos rojos con una adecuada concentración de hemoglobina. Es común escuchar que los niños flaquitos están con anemia; sin embargo, un niño puede tener un peso ‘normal’ o inclusive sobrepeso y puede presentar anemia. Una de las causas de la anemia es la mala calidad de la alimentación, que no incorpora alimentos ricos en hierro.
Vivo en una zona urbana y si mis hijos comen de todo, ellos no tendrán anemia. Falso. Las cifras de anemia infantil en el Perú son altas tanto en zonas urbanas como rurales. La calidad de la alimentación que se les ofrece a los niños, sobre todo en el primer año de vida, es importante para evitar la anemia. La anemia afecta sin diferenciar lugar de residencia o condición económica. Por eso es indispensable ofrecerles una alimentación de calidad y en cantidad adecuada. Con alimentos ricos en hierro de origen animal, con verduras y frutas de todos los colores diariamente.
Se puede recuperar de la anemia tomando extractos de vegetales. Falso. Si se tiene un diagnóstico de anemia, la recomendación es tratarla con suplementos de hierro en gotas, jarabe o tabletas, en dosis diarias, según la edad y condición del paciente. Además, es necesario consumir diariamente alimentos de origen animal como: sangrecita, bazo, hígado, bofe, carnes rojas y pescados, por ser alimentos con alto contenido de hierro que se asimilan bien.