El Mercurio/GDA
Alex Pelling y Lisa Gant son bien especiales. No querían tener una boda tradicionalmente blanca. Pero sí muchas ganas de viajar y encontrar el lugar más indicado para unirse en matrimonio.
Entonces se preguntaron, ¿dónde podríamos casarnos?
Decidieron emprender una gran aventura y tener una ceremonia en cada país que visitaran hasta encontrar el lugar perfecto para volver nuevamente a esa ciudad y de verdad, casarse. Es que legalmente aún no lo están.
“Quisimos probar y abrazar la cultura y las tradiciones locales de cada lugar que visitamos, experimentar las diferencias y descubrir qué es lo especial de cada ceremonia, qué provoca y contar a través de nuestro blog cuál es la tradición que más nos inspiró”, declaran en su web 2people1life.com
La pareja se conoció en el 2000. Se hicieron amigos y compartieron la vida durante 3 años, hasta que por trabajo se separaron y dejaron de verse por un lapso de 5 años, tiempo suficiente para que el 2008, Alex le enviara un mensaje texto preguntando si le gustaría tomar un copa, ella dijo que sí… nunca más se separaron.
Pero no todo quedo ahí. La historia de amor que comparten en su blog, es que después de vivir un año juntos en Manchester, Inglaterra, él le propuso irse a vivir a Australia y ella asintió.
Trabajaron, ahorraron por un par de años y luego, vendieron todo lo que tenían, incluido sus negocios, Lisa dejó su trabajo como gerente de retail y Alex vendió su negocio de reparación de automóviles. También dejaron de fumar, arrendaron su casa y regalaron lo demás para ir livianos y preparados para enfrentar su futuro en otras tierras.
Con la emoción del porvenir por delante, cuentan, que la fenomenal idea surgió unas semana antes de salir, cuando en una noche de borrachera, hablaron sobre dónde tener una boda sin casarse y por qué no hacerlo donde fueran. Estaban listos, viajarían por el mundo en su camino a Australia buscando el mejor lugar para casarse.
“El punto de nuestro viaje es experimentar la forma en que otras culturas celebran el matrimonio. Es un ritual que todo el mundo tiene en común”, dijeron en una entrevista publicada en el Daily Mail. El 2011, emprendieron la gran aventura.
¡Sí, quiero!
Antes de emprender, planearon su primera boda como un total secreto en su ciudad natal de Didsbury. Quizás la menos espectacular, pero sí la más íntima donde sólo asistieron 40 amigos más cercanos. Usaron un estilo vintage, donde las fotos muestran de fondo a su vieja Camper Van “Peggy” que también los ha acompañado en algunos viajes. La pareja al día siguiente voló a Canadá.
“Nuestros amigos y familiares pensaron que estábamos locos, pero una vez que le explicamos la idea les encantó, siempre y cuando que no nos casáramos legalmente por accidente”, declararon en otra entrevista que apareció en el Huffington Post.
Sin duda, ellos son unos románticos y amantes de la vida. La juventud los acompaña. Ella tiene 32 años y Alex, 34. La vida por delante y muchos ahorros por gastar, ya que cada boda incluye los trajes especiales y la estadía en cada lugar. Aunque no todo es despilfarro, ella ha usado 14 veces un único vestido color perla, que adora.
Cada ceremonia, junto con su preparación es capturada por un fotógrafo, quien también comparte su experiencia en el sitio web de la pareja. Las imágenes son espectaculares y ellos, siempre románticos con rostros que no dejan de sonreír ni sorprender.
La pareja también celebró una 'boda medieval' en Praga.
“Siempre es como si fuera la primera vez, nos ponemos nerviosos antes de cada ceremonia, porque es única”, afirmaron.
¿Dónde han estado?
Hasta el momento, han sido 66 veces las que han dicho, “sí, quiero” por los lugares recónditos de América Latina, Estados Unidos, Asia y varios países europeos, donde en cada ciudad han sido apoyados por chamanes, jefes zulúes en Sudáfrica, pastores, vicarios, rabinos, expertos locales y hasta una sacerdotisa vudú.
Una de sus bodas ha sido en Perú: http://2people1life.com/blog/the-weddings-so-far/peru-wedding/