El vínculo con la madre es uno de los más influyentes de nuestras vidas, de acuerdo a un estudio psicológico realizado por la Universidad de Harvard. Desde la concepción, estamos unidos a ellas en una relación llena de altibajos y sentimientos encontrados, sin pensar en el impacto significativo que esta interacción puede tener en nuestro desarrollo emocional y la forma en la que socializamos con los demás.
Con el pasar de los años, esta relación se puede resquebrajar debido a distintos conflictos o discrepancias, al punto de optar por cortar todo contacto con ella. Pensando en esas circunstancias, y al encontrarnos a puertas del Día de la Madre, Hogar&Familia conversó con especialistas en el cuidado de la salud mental para ayudarte a sobrellevar esta fecha si has decidido tener contacto cero con tu mamá por tu bienestar.
¿Qué es el contacto cero?
En palabras del psicoterapeuta Humberto Briceño, el contacto cero es algo común en dinámicas de pareja, sobre todo cuando existen casos de dependencia. Así, se busca evitar cualquier tipo de comunicación o interacción, por más mínima que sea. “En ese sentido, el contacto cero es necesario para que una persona reconozca que ese vínculo no es positivo para su estabilidad mental”, declaró a este medio.
En cuanto a la relación que se tiene con la madre, el licenciado en psicología Jean Pajuelo manifestó que existen tres motivos que te pueden orillar a suprimir ese vínculo, entendiendo que cada persona es única, y que actúa en base a sus propias experiencias:
“Al viajar, por estudios o en la búsqueda de algo en particular en el extranjero, me estoy separando de mi familia, por tanto, de mi mamá. No ha ocurrido un conflicto, sino que por un tema de distancia y tiempo no interactúan. Viven así, distanciados”, explicó.
“El otro escenario es el que está ligado a un conflicto familiar. A algún hecho de violencia, por el cual yo decidí alejarme de mi familia. Por último, y que escapa de nuestras manos, es que ya no haya contacto porque la madre ha fallecido. Al ser una situación irremediable, se pueden sostener culpas al tener problemas que quedaron pendientes y no se pudieron conversar o tratar con la madre”, continuó Pajuelo.
Cómo manejar la angustia o estrés que te produce el Día de la Madre
Al ser un evento social, es complicado escapar de toda la parafernalia que rodea al Día de la Madre. Todo el contenido vertido en medios de comunicación, publicidad, u otros espacios, pueden hacerte sentir angustia o estrés al recordarte a cada instante el vínculo que tienes roto con tu mamá.
De sentir ese conflicto interno, Pajuelo recomendó buscar un lugar seguro o aislado de todas las celebraciones para evitar sentirse presionado. “Puedes buscarte un espacio solo. De repente puedes salir de la ciudad, o realizar una actividad también en privado, que te permita distraerte”, aconsejó.
“También puedes buscar apoyo en personas cercanas a ti, en aquellas que puedas confiar y comentarles la situación por la que estás pasando. Es fundamental tener aporte emocional fuera de ti, porque uno mismo no se logra calmar o no es suficiente para poder comprender todo lo que sentimos”, comentó el experto en psicología.
Por su parte, Briceño exhortó a las personas que se sientan presionadas por este día festivo a acudir a terapia. “Tengan una sesión de psicoterapia en el Día de la Madre, así pueden hablar con un profesional y ser escuchados. Desfogarse sobre todo lo que está significando ese día para ustedes”.
“Al sentir que me van a escuchar, no me van a juzgar, sé que al salir de esa sesión voy a estar un poco más desfogado, voy a tener la mente un poco más clara, incluso si tengo que tomar una decisión, como hacer una excepción para comunicarme con mi madre ese día o para determinar que aún no me siento listo”, indicó.
Evita el ‘contacto obligado’
Si tienes un familiar o conoces a alguien que ha decidido tener contacto cero con su madre, o cualquier otro familiar, se recomienda que trates de entender su situación y empatizar con sus sentimientos, en lugar de intentar animarlo a conversar con las personas involucradas sin conocer todo el contexto.
“Lo contrario al contacto cero es el contacto obligado y es muy perjudicial. (...) No sabemos que historias puede haber en cada familia. Por eso hay que tener mucho cuidado con juzgar el contacto cero como algo negativo, puede ser algo saludable”, precisó Humberto Briceño.
Estrategias para sanar la relación con tu madre
Hacerte cargo del vínculo con tu madre, en el fondo, es hacerte cargo de un aspecto crucial en tu maduración como persona. “Pese a que hayas decidido aplicar el contacto cero con tu madre, eso no te impide trabajar en entenderla. Las mamás, como tú, son personas, son individuos, son mujeres que han pasado por experiencias que quizás han determinado su performance contigo”, sostuvo el psicoterapeuta.
“Cuando le dices a ella ¿por qué me maltratas?, ¿por qué me tratas mal?, ¿por qué eres así?, es porque estás en la posición de hijo. Pero cuando ves a tu mamá como una persona que puede haber sido criada por una madre que, de repente, no podía cumplir lo que tampoco ella puede cumplir contigo, la empiezas a comprender y a darte cuenta de que no lo hace por molestar o porque es algo absurdo, sino que es por su forma de ser. Así está configurada”, acotó.
Recuerda que a veces una buena conversación de calidad, donde tú puedas abrirte y compartir, es suficiente, en lugar de intentar todos los días interacciones que no llegan a buen puerto.