Una adicción (ya sea al alcohol, drogas, juegos de azar, entre otras) es catalogada por la comunidad médica y científica como una enfermedad que no solo afecta al cerebro, cuerpo y comportamiento de quienes la padecen, sino que repercute en todo su entorno. En ese sentir, la Academia Americana de Psiquiatría Infantil y Adolescente (AACAP, por sus siglas en inglés) reconoce que la dependencia a una sustancia o conducta adictiva de los padres puede generar un ambiente familiar disfuncional y traer consigo una serie de problemas emocionales y de desarrollo en los hijos.
En palabras de la psicóloga Claudia Vallejos, “el lugar donde un niño se siente protegido y seguro es el hogar”, pero si este se ve vulnerado por los problemas de adicción de un padre o una madre, el pequeño empieza a sentir confusión de quién es él o de a dónde pertenece. Eso solo provocaría en que tenga baja autoestima, vergüenza, tristeza, entre otras afecciones.
“Afecta todo en sí, todo su bienestar. Inclusive, existen casos de familias disfuncionales, en donde hay algún tipo de adicción, en que los hijos empiezan a hacerle bullying a los más chicos, según estudios”, indicó a Hogar&Familia.
¿Cómo afecta la adicción de los padres, a los hijos?
Convivir con la adicción de uno de los progenitores puede desencadenar problemas de salud mental, ya sea ansiedad o depresión, así como ocasionar bajo rendimiento en el colegio y aislamiento social.
“Lo hijos se sienten mal y confundidos. Sumado a ello, les cuesta hablar y entablar relaciones interpersonales. Su rendimiento académico baja, incluso pueden llegar a desarrollar algún tipo de estrés postraumático, porque a veces hay casos donde los padres llegan y los golpean, a la mamá o a los hijos, ya sea por problemas de alcoholismo o drogadicción”, acotó la especialista.
Inclusive, la psicóloga manifestó que este tipo de actitudes y comportamientos solo provocaría que los hijos adolescentes busquen un lugar a donde puedan pertenecer o sentirse ellos mismos, sin importar las consecuencias de sus actos.
“No es en todos los casos, depende de la crianza, pero hay chicos que, al buscar un lugar de pertenencia, al buscar algo que los ayude a salir de su de su estrés, llegan también a tener conductas adictivas, empiezan a experimentar con diferentes sustancias, ya sea drogas, como la marihuana o la cocaína, que de alguna u otra manera los hace salir de la realidad en cual tanto están sufriendo”, comentó Vallejos.
¿Cómo afecta la adicción a la pareja?
En cuanto a la pareja de una persona con alguna clase de adicción, esta puede llegar a sentir impotencia al ver como el vicio en cuestión destruye a la persona amada y a la relación. A ello se suma la falta de confianza, dado a que, “como estamos hablando de una necesidad, ya sea por conseguir una droga, tomar al alcohol, salir al casino, entre otras, tienden a mentir”.
“Esa mentira hace que la pareja no confíe en lo que la otra persona le dice. Todo esto solo va a provocar estrés y tensión, porque, al tratarse de una relación, vienen más problemas a raíz económica, en el comportamiento”, precisó.
“Al tratar de conseguir dinero de donde no hay, comienzan los problemas financieros, desgaste y agotamiento por la constante preocupación, por tratar de mantener estabilidad económica”, continuó.
Por consiguiente, la dinámica en la relación va a bajar porque se deja de asumir el papel de pareja, por convertirse en el cuidador de la persona adicta. Esto solo afecta la conexión emocional que se tiene en la relación y, sobre todo, la dinámica familiar que uno podría haber tenido antes. Por tal motivo, esta es una enfermada que se trabaja no solamente con el paciente, sino a nivel integral con todos los miembros de la familia.
“Los problemas de adicción solo provocan problemas de pareja, problemas de relaciones sociales y problema de roles. Hay casos en los que los chicos asumen responsabilidad por el padre, es decir, en vez de que el padre cuide al hijo es el hijo quien cuida el padre o a la madre”, manifestó.
¿Cómo ayudar a un padre o una madre con su adicción?
La adicción no es simplemente una cuestión de falta de voluntad o debilidad moral. Los factores genéticos, ambientales y psicológicos desempeñan un papel importante en su desarrollo, y el tratamiento adecuado, incluyendo la terapia y el apoyo, puede ser necesario para la recuperación.
Es fundamental abordar la adicción como una enfermedad para eliminar el estigma asociado y garantizar que las personas afectadas reciban el apoyo y la atención médica necesarios. Así puedes ayudar a un padre o una madre con su adicción:
Conocer a qué se enfrentan
Es importante que los involucrados conozcan de qué trata la adicción en cuestión y cómo la está pasando su ser querido. Ya sea alcoholismo, drogas, tabaco, ludopatía, etcétera, el hijo que quiera contribuir en el bienestar de su progenitor debe educarse a sí mismo.
Buscar apoyo
Es necesario que el hijo pueda buscar apoyo. Cuando los chicos llegan a una edad donde ya son conscientes de lo que sucede, empiezan a experimentar diferentes emociones, por ello, lo ideal es que puedan comentar estos problemas con algún especialista para que los pueda guiar.
“Se necesita buscar apoyo, ya que el adicto no va a querer ir a terapia. Tengan presente que él no cree que esté mal, entonces hay que concientizarlo. Una vez, concientizado, y cuando ya se está dando cuenta de su problema, se empieza a usar todas las herramientas y recursos para que el adicto pueda empezar ya todo su proceso de rehabilitación”, comentó la experta.
Poner límites
Establecer límites claros es algo muy importante, pero que es difícil de conseguir si existe este nexo familiar. Por tal motivo, se debe mantener firme a la decisión de ponerle un freno a la situación.
“Es bueno poder comunicarnos y expresar todo lo que sentimos, como que cosas nos incomoda, que nos molesta, establecer límites claros. Todo esto es importante porque de alguna u otra forma va a ser que el adicto en sí no haga todo lo que quiero, sino que va a saber que hay límites, al saber eso se va a restringir un poco”, explicó.
Explicarle a la familia qué sucede
Cuando los hijos son pequeños, siempre piensan que todo es por culpa de ellos. Entonces, hay chicos que sienten culpables de la situación, por eso la familia tiene que trabajar toda una dinámica para dejar atrás esos pensamientos.
“Se debe tener una comunicación abierta. Si limitados que el niño conozca lo que está sucediendo, el niño no va a entender nada. Lo mejor es explicarles la situación que está pasando el padre o la madre. Hay que asegurarnos que se sientan escuchados y comprendidos”, señaló Vallejos.
Priorízate
Nunca dejes de velar por ti. A veces uno se mete tanto en el problema, que se deja de lado el cuidado personal. Entonces, si tú quieres ayudar de buena manera y ser un buen soporte, tienes que también aprender a priorizarte.
“Los chicos van a necesitar todo el apoyo emocional que se les pueda dar debido a las situaciones que están atravesando. Fomentar el autocuidado, los hábitos saludables, a comer bien, dormir lo suficiente, hacer ejercicio, las buenas prácticas. Tengan un soporte para entender, comprender y procesar sus emociones”, finalizó.