Al crecer, papá y mamá son nuestros primeros amigos. Nosotros, los seres humanos, somos seres amorosos y nos construimos en el vínculo afectivo, por lo que la presencia de los padres es fundamental para construir una adecuada autoestima y autoconcepto, al igual que un buen manejo de las relaciones interpersonales. Por lo tanto, la ausencia paterna puede generar múltiples complicaciones en la vida del niño, sobre todo al llegar a la adolescencia. Para analizar mejor esta problemática, en Hogar&Familia El Comercio, conversamos con tres especialistas en el tema.
“En nuestro país encontramos un gran porcentaje de hogares donde está presente solo la madre al cuidado de los hijos y esto puede deberse al abandono de los padres que no asumen su rol parental o, en algunos casos, al fallecimiento. El tipo de ausencia y la forma como la madre o la familia lo afronte va a determinar el impacto en el psiquismo del niño. Niños, adolescentes o adultos que no han logrado afrontar en forma adecuada la presencia del padre llegan al consultorio presentando una serie dificultades en el plano individual, pareja y familiar”, estableció Carmen Sánchez Ortega, terapeuta familiar y docente de la carrera de Psicología de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC).
¿Qué efectos puede tener la ausencia de un padre en el desarrollo de un menor?
En primer lugar, la Mag. Mary Castro psicóloga de la Clínica Ricardo Palma, señaló que tanto el padre como la madre cumplen un rol de vital importancia en el desarrollo del menor, pues ambos van a brindarle un aporte para que se sienta seguro y capaz de lidiar con las dificultades que se presenten. No obstante, en el caso del papá, socialmente es una figura protectora, que provee y cuida de su familia. “El adolescente que no cuente con esta figura definitivamente va a sentir esta ausencia de protección”, indicó.
A continuación, a experta señaló que las dificultades para los menores pueden iniciar desde la niñez, pues él o ella siempre encontrará un amiguito que sí tenga una figura paterna en casa, ya sea en la escuela o el nido. Por ello, es fundamental hablar honestamente con los chicos para que sepan que pueden confiar en la familia que tienen sin importar que sea distinta a las de los demás.
En esa línea, la Mag. Castro sostuvo que las consecuencias pueden verse reflejadas en dificultades para sentirse seguro, baja autoestima y múltiples temores. “Recordemos que el papá, como rol, cumple una función protectora y es una figura de autoridad, por lo que su ausencia afectará notoriamente el crecimiento del menor”, añadió.
Del mismo modo, Castro aseveró que, debido al sentimiento de desprotección, el niño o adolescente puede ser proclive a tener problemas para regular sus emociones, lo que puede desencadenar estrés y/o ansiedad. “Puede terminar en conductas inadecuadas si no se tiene una guía correcta o el apoyo necesario. Como padres, no debemos tener miedo a pedir ayuda si es necesario”, enfatizó.
¿Cómo es el paso de un niño a la adolescencia cuando carece de un padre?
De acuerdo con el Mag. Héctor Lazo Huaylinos, psicólogo de la Clínica SANNA San Borja, la ausencia paterna ocasionar un conjunto de problemas durante el paso a la pubertad o la adolescencia:
- Poca confianza en sí mismos: Es muy probable que el niño genere complicaciones alrededor de su autoestima, lo que desencadena problemas para creer en sí mismo. Esto será un gran obstáculo a la hora de tomar decisiones importantes.
- Desconfianza en los demás: ¿Cómo el niño va a confiar en los demás si ni siquiera sus padres han estado ahí cuando los necesitaba? Esto puede desembocar en problemas para relacionarse con los demás.
- Problemas de conducta: Muchos niños buscan llamar la atención, por lo que se transforman en ‘pequeños niños rebeldes’. Se portan mal en el colegio, utilizan la agresividad y/o se saltan las normas. Todo lo que sea necesario. Es una llamada de atención.
- Problemas emocionales: La falta de cariño en la infancia puede generar un adolescente con serios problemas para controlar sus emociones. Nadie le enseñó a hacerlo. Durante la adolescencia se enfrentan numerosos sentimientos que pueden minar una personalidad frágil.
- Comportamientos compulsivos: En un futuro, los niños de familias con padres ausentes, tienden a ser poco racionales, a dejarse llevar por impulsos. Tienden a sentir ansiedad y estrés y a menudo, comportamientos agresivos.
- Depresión: La angustia de no tener un referente emocional junto a él, puede desencadenar en el niño una depresión.
¿Cómo combatir las consecuencias que deja un padre ausente?
Sánchez Ortega hizo hincapié en la importancia de que el niño o el joven encuentre un espacio seguro para poder comunicar sus temores, ansiedades, frente a la ausencia de la figura paterna, pues un entorno amoroso, seguro y validante lo ayudará a enfrentar adecuadamente la ausencia paterna. “Es importante la presencia de una madre que cumpla la función de brindar afecto, seguridad y estabilidad. La familia extensa también cumple un rol importante en brindar cariño y protección, pero a la vez pueden actuar de soporte, orientación y respiro cuando la madre esté exhausta o presente dificultades en la educación de su hijo”, agregó.
El Mag. Lazo Huaylinos también resaltó que el perdón es fundamental. “Es difícil avanzar si no somos capaces de dejar de lado el rencor. Para ello, lo mejor es tomar este problema como una oportunidad para fortalecer las relaciones que sí tenemos presentes en el hogar, además de comprender la historia y situación personal de nuestros padres”, aconsejó el especialista.
“Lo principal es cuidar a tu niño interior herido. En aquel entonces, no tenías los recursos necesarios para cuidar de ti mismo. Eras una criatura. Pero hoy, como adulto, tienes la capacidad de brindarte amor y atención. Identifica qué necesidades no fueron cubiertas cuando eras pequeño y encuentra formas de satisfacerlas hoy”, recomendó el Mag. Lazo.
En adición a ello, la Mag. Castro recalcó que la ayuda profesional puede ser un gran apoyo para garantizar el bienestar del niño o el joven. La experta afirmó que pedir ayuda no tiene absolutamente nada de malo, pues todo es para velar por la estabilidad de los más chicos. “Si me coloco en el rol de la madre de familia, es esencial observar a mi hijo, acompañarlo y siempre hablar con honestidad para identificar cualquier problema que se le pueda presentar en el camino”, aseguró.
“Si considero que mi hijo necesita un rol masculino, puedo optar por buscar un hermano, un tío, un papá amigo o algún adulto que considere que puede ejercer este rol de escucha. Asimismo, su punto de vista puede ser muy útil para entender las situaciones que me hijo pueda atravesar y que yo, como mujer, no tengo el manejo para comprender del todo”, declaró Castro.
Por el otro lado, para quienes carecen de un padre presente, la psicóloga de la Clínica Ricardo Palma enfatizó que, hoy en día, las familias se ven diferentes y es algo que no debe generar temor ni vergüenza. “Procura valorar lo que tienes a tu alcance en ese momento, apreciar a las personas que sí tienes presentes a tu alrededor y fortalecer las relaciones que ya tienes en casa, ya sea con mamá o tus hermanos”, asintió.
Si no se maneja el tema correctamente, ¿puede haber consecuencias más graves?
Los expertos recalcaron la importancia de pedir ayuda si es necesario, pues el apoyo psicológico y/o la ayuda de personas que han pasado por la misma situación serán fundamentales para evitar mayor consecuencias a futuro. El psicólogo de SANNA Clínica San Borja comentó que, si el problema no se trata correctamente, puede ocasionar efectos mayores como los siguientes:
- Dificultades en las relaciones interpersonales: El temor al abandono y la enorme dificultad para confiar en los demás puede llevar a una persona a establecer relaciones dependientes, donde reina la ansiedad y el conflicto.
- Tendencia a la adicción: Para intentar colmar el vacío emocional que dejó la ausencia y escapar del dolor que conlleva, puede ser que la persona afectada sea más propensa a desarrollar adicciones de cualquier tipo.
- Dificultades en la maternidad o paternidad: Haber crecido sin un padre presente también puede afectar la forma en la que alguien se desarrolla con tus propios hijos.
- Desafíos generales de salud mental: Esta situación puede propiciar la aparición de alguna patología psicológica, como la depresión o la ansiedad.