El armario de la habitación es probablemente una de las zonas de la estancia que más rápido se desordena. Pueda que lo hayamos tenido impecable durante el fin de semana, pero llega el inicio de la jornada laboral y en un abrir y cerrar de ojos tenemos una pila de ropa mal acomodada en los cajones y los percheros sueltos.
La tarea se vuelve aún más titánica cuando empieza una nueva temporada y con ella la hora de reacomodar absolutamente todas los objetos que se encuentran en dicho mueble. Si tienes tu armario hecho un caos y no sabes por dónde empezar a ordenar, te damos algunos consejos que te salvarán la vida y te ayudarán a terminar con la tarea de forma rápida y sencilla
Vacía tu armario y haz un inventario
Retira absolutamente todas las prendas que están dentro de tu ropero. Después lleva todo a una superficie lisa y limpia (para evitar arruinar el acabado de tus prendas) y haz una selección de las cosas que vas a continuar usando y las que prefieres dar de baja.
Crea categorías
Un error frecuente a la hora de acomodar la ropa es doblarla y juntarla conforme salen de la lavadora. Aunque pareciera que al hacerlo terminas más rápido, a la hora de buscar qué ponerte pierdes demasiado tiempo ya que no sabes exactamente en qué lugar se ubica cada pieza. Por ello, lo ideal es que ordenes la ropa por categorías. Por ejemplo, en una hilera solo polos manga corta, en otra solo pantalones y así sucesivamente. En el caso de la ropa interior puedes valerte de organizadores a fin de aprovechar el espacio de tus cajones.
Lo más importante a la mano
Coloca las prendas que más utilizas -como la ropa que usas para trabajar, para estar en casa o para ir a hacer deportes- en una ubicación cercana, de este modo ahorras tiempo para seleccionar y combinar tus tenidas.
Acomoda la ropa en forma vertical
La gurú del orden Marie Kondo nos dejó una valiosa lección de organización: doblar la ropa y colocarla de manera vertical, esta técnica permitirá que tengas mayor espacio en tus cajones y puedas colocar más prendas dentro de ella.
Emplea ganchos de ropa
Procura que no posean ninguna textura o tejido que genere la acumulación de pelusa, de este modo evitarás dañar el acabado de la ropa. De preferencia, úsalos para colocar prendas grandes, como sacos y casacas.